Tratamiento

Tratamiento

Tus opciones de tratamiento para el cáncer de próstata dependen de varios factores, como la rapidez con que crece el cáncer, cuánto se diseminó y tu salud en general, así como los posibles beneficios o efectos secundarios del tratamiento.

Quizás el tratamiento inmediato no sea necesario

El cáncer de próstata de grado bajo quizás no necesite tratamiento inmediato. Para algunos, quizás nunca se necesite el tratamiento. En cambio, a veces, los médicos recomiendan la vigilancia activa.

En esta, se pueden realizar análisis de sangre regulares de seguimiento, tactos rectales y biopsias de próstata, para controlar el avance del cáncer. Si las pruebas muestran que el cáncer avanza, puedes optar por un tratamiento para el cáncer de próstata, como una cirugía o la radiación.

La vigilancia activa puede ser una opción para el cáncer que no provoca síntomas, se espera que crezca muy lentamente y se limita a una pequeña zona de la próstata. Es posible que también se considere para un hombre que tenga otra enfermedad grave o edad avanzada, lo que hace que el tratamiento para el cáncer sea más difícil.

Cirugía para extirpar la próstata

La cirugía para el cáncer de próstata supone extirpar la próstata (prostatectomía radical), parte del tejido circundante y algunos ganglios linfáticos.

La cirugía es una opción para tratar el cáncer que está limitado a la próstata. A veces se recomienda, combinada con otros tratamientos, para tratar el cáncer de próstata avanzado.

  • Hacer varias incisiones pequeñas en el abdomen. Durante la prostatectomía laparoscópica asistida por robot, los instrumentos quirúrgicos se conectan a un dispositivo mecánico (robot) y se insertan en el abdomen a través de varias incisiones pequeñas. El cirujano se sienta frente a una consola y usa los controles manuales para guiar el robot y mover los instrumentos. La mayoría de las operaciones para cáncer de próstata se hace usando esta técnica.
  • Hacer una incisión larga en el abdomen. Durante la cirugía retropúbica, el cirujano hace una incisión larga en la parte baja de tu abdomen para tener acceso a la glándula prostática y extirparla. Este enfoque es mucho menos común, pero puede ser necesario en ciertas situaciones.