Factores de riesgo
Si bien los adolescentes y los adultos jóvenes tienen más probabilidades de autolesionarse, hay personas de otras edades que también lo hacen. Las autolesiones suelen comenzar en la preadolescencia o en los primeros años de la adolescencia, cuando hay cambios emocionales rápidos, frecuentes e inesperados. Durante este tiempo, los adolescentes enfrentan una mayor presión de grupo, soledad y conflictos con los padres u otras figuras de autoridad.
Estos son algunos de los factores que pueden incrementar el riesgo de autolesiones:
- Tener amigos que se autolesionan. Tener amigos que se lesionan intencionalmente hace que sea más probable que una persona comience a hacerlo.
- Problemas en la vida. Las experiencias pasadas de descuido, abuso emocional, físico o sexual u otros eventos traumáticos pueden incrementar el riesgo de autolesiones, al igual que crecer y permanecer en un entorno familiar inestable. Otros factores de riesgo son cuestionarse la identidad personal o sexual y el aislamiento social.
- Problemas de salud mental. Ser demasiado autocrítico y tener dificultades para resolver problemas aumentan el riesgo de autolesiones. Además, las autolesiones suelen vincularse con determinadas enfermedades de salud mental, como trastorno límite de la personalidad, depresión, trastornos de ansiedad, trastorno por estrés postraumático y trastornos alimentarios.
- Consumo de alcohol o drogas ilícitas. Estar bajo la influencia del alcohol o las drogas ilícitas recreativas puede aumentar el riesgo de autolesiones.