Un desliz ocurre cuando un exfumador se coloca en una situación en la cual habría fumado en el pasado, pero carece de un plan para afrontarla sin un cigarrillo, o es incapaz de resistirse cuando alguien le ofrece uno.
Los deslices ocurren. Puede ser una bocanada o días de fumar. Lo que hay que recordar es que un desliz no significa fracaso. Sigue estos consejos para que un desliz no te haga regresar a fumar:
1. Suspende lo que esté haciendo. Deja de fumar y tira todos tus cigarrillos. Toma un descanso o sal a caminar, y date tiempo para pensar. Llama a un amigo o un profesional para que te ayude a volver al camino.
2. Evalúa y aprende. Si te estás reprendiendo por fumar un cigarrillo, deja de hacerlo. Aprovecha esta oportunidad para recobrar el aliento, evaluar qué pasó y hacer un nuevo plan. Al analizar qué sucedió, puedes aprender acerca de los riesgos que encaraste y modificar tu método para abandonar el hábito.
3. Regresa al camino. Revisa tu plan para dejar de fumar y deduce en qué aspectos puedes mejorarlo. Si tu desliz ocurrió durante varios días, quizá desees usar productos de reemplazo de nicotina. Sigue tu plan original respecto a qué tanto de ese medicamento vas a usar y con qué frecuencia. Si tienes preguntas, consulta a tu médico.