Drogas ilegales

Definición

El término “drogas callejeras” suele usarse para describir drogas ilegales porque a menudo se venden en la calle. Muchas personas abusan del consumo de drogas ilegales al usarlas ocasionalmente en un intento por relajarse, experimentar euforia, reforzar la actividad sexual o realzar los sentidos. Algunos atletas consumen drogas callejeras para tratar de mejorar su rendimiento.

Las drogas ilegales son extremadamente peligrosas para la salud, no sólo debido a su naturaleza, sino también por la potencia desconocida de la droga y el riesgo de contaminación por otras sustancias peligrosas. Casi todas estas drogas son muy adictivas.

Adicción

Efectos

Mariguana

Es la droga ilegal más popular. La planta del cáñamo (Cannabis sativa), a partir de la cual se extrae la mariguana, contiene más de 400 sustancias químicas, entre ellas tetrahidrocanabinol (THC). El THC causa efectos sobre el estado de ánimo y probablemente genera el hambre que muchas personas experimentan luego de consumir mariguana. La cantidad de THC varía de una planta a otra y de un cigarrillo a otro. El hachís, una droga más potente que se prepara a partir de la resina de la planta del cáñamo, contiene concentraciones mucho mayores del THC psicoactivo.


Si fumas mariguana, el THC se absorbe con rapidez desde los pulmones hacia el torrente sanguíneo y se distribuye rápidamente hacia casi todos los tejidos y órganos del cuerpo. Para eliminar el THC, el hígado convierte la sustancia en productos de desecho (metabolitos). La tasa a la cual se eliminan del cuerpo es más lenta que la de muchas otras drogas psicoactivas. Si fumas mariguana con regularidad y después dejas de hacerlo, puede encontrarse THC en la orina durante más de cuatro semanas luego del consumo.

Son casi inmediatos. La frecuencia cardiaca aumenta hasta 50%, dependiendo de la potencia de la mariguana. Las personas que tienen riego sanguíneo inadecuado hacia el corazón pueden presentar dolores en el pecho. Las dosis altas de mariguana quizá produzcan muchos de los mismos efectos conductuales que la intoxicación grave por alcohol. Aunque el efecto de la droga puede menguar, muchos de los efectos negativos pueden persistir hasta seis horas después de que has fumado mariguana. Estos comprenden dificultades para efectuar funciones que requieren concentración, reacciones rápidas y coordinación física.

Los fumadores crónicos de mariguana muestran datos de decremento de la capacidad pulmonar e irritación bronquial crónica. La mariguana también puede contener el hongo Aspergillus. Los estudios sugieren que pueden sobrevenir infecciones graves de los pulmones por inhalar este microorganismo. Dado que fumar mariguana de manera crónica puede alterar el sistema inmunitario del cuerpo, los pulmones tal vez sean más susceptibles a Aspergillus y otros agentes infecciosos.

Pruebas clínicas sugieren que la mariguana quizá tenga efecto negativo sobre el sistema reproductor; posiblemente causa ciclos menstruales irregulares en mujeres y pérdida temporal de la fecundidad en ambos géneros. Algunos estudios sugieren que hay una relación importante entre el uso de mariguana durante el embarazo y parto prematuro.

Cocaína

es una de las drogas ilegales más ampliamente consumidas porque conduce a una sensación de euforia. Estos efectos son la base de la profunda dependencia psicológica relacionada con la droga.

Dilatación de las pupilas, incremento de la frecuencia cardiaca y de la respiración, y aumento leve de la temperatura del cuerpo. Estos efectos son en su mayor parte de corta duración. Alcanzan su máximo unos 15 o 20 minutos luego de inhalar la droga por la nariz en forma de polvo, y duran alrededor de una hora.

Los efectos no deseados del consumo crónico de cocaína comprenden inquietud persistente, ansiedad e insomnio. Otro problema relacionado con la inhalación de cocaína es congestión de la nariz y secreción por la misma. El consumo a largo plazo puede causar úlceras en las mucosas de la nariz, e incluso un agujero (perforación) en el tabique nasal.

Las personas que abusan de manera crónica de la cocaína tal vez presenten alucinaciones paranoicas, llamadas psicosis por cocaína, que pueden involucrar los sentidos del olfato, gusto, tacto o vista.

Fumar cocaína crea un efecto más rápido y intenso. Puede causar confusión, lenguaje entrecortado y ansiedad.

La cocaína puede hacer que el corazón trabaje en exceso, al forzarlo a latir demasiado rápido y con demasiada potencia. Conforme se cansa el corazón, se hace susceptible a irregularidades del ritmo con que late, que pueden poner en peligro la vida. La cocaína también puede inducir espasmo de las arterias coronarias, un estrechamiento repentino de las arterias que riegan el corazón.
Estos espasmos pueden causar la formación de un coágulo de sangre. Si el coágulo bloquea por completo el flujo de sangre hacia el corazón, puede causar un ataque cardiaco (infarto de miocardio), irregularidades peligrosas del latido del corazón o muerte repentina.

Inyectar cocaína por medio de agujas compartidas aumenta el riesgo de exposición a virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), hepatitis infecciosa y otras enfermedades que pueden transmitirse por compartir agujas no estériles o soluciones contaminadas.

Crack

Su nombre proviene del ruido que se produce al quemar piedras de cocaína. La cocaína crack también se fuma y genera, en esencia, el mismo efecto que la cocaína que se fuma. Ambas formas son en extremo adictivas.

Produce efectos intensos en cuestión de segundos. Después, quizá haya un profundo abatimiento, que deja a la persona desalentada y desesperada. Los efectos físicos a corto plazo del crack son incremento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial.

LSD

El alucinógeno de uso más frecuente en la actualidad es la dietilamida del ácido lisérgico (LSD). Es una de las sustancias químicas más potentes para cambiar el estado de ánimo. Se manufactura a partir del ácido lisérgico, que se encuentra en un hongo que crece en el centeno y otros granos.

Fueron populares porque producían una percepción vívida de cambios de sensación, percepción de profundidad, paso del tiempo e imagen corporal. Algunos usuarios experimentaban una combinación de estas sensaciones. Bajo la influencia del LSD, aparentemente uno podría oír los colores o ver los sonidos. El LSD también puede causar experiencias negativas potentes, denominadas viajes malos, en las cuales el usuario tiene una sensación abrumadora de temor, tal vez de ser abandonado, enloquecer o morir. En algunas circunstancias, quienes abusan del consumo no han comprendido sus limitaciones y han fallecido por tratar de volar desde ventanas o caminar en el agua.

Otro efecto de las drogas alucinógenas es la producción de estados mentales alterados que pueden durar ocho horas o más. También pueden ocurrir escenas retrospectivas días o semanas luego de la conclusión del viaje inicial, en las cuales el usuario vuelve a experimentar efectos previos aunque no haya ingerido más droga.
El LSD y drogas similares incrementan la frecuencia cardiaca y la presión arterial, dilatan las pupilas y causan insomnio, temblores y pérdida del apetito. El consumo a largo plazo e inveterado de alucinógenos puede causar alteraciones de la memoria, lapso de atención abreviado y dificultades con el pensamiento abstracto.

Éxtasis

se utiliza con mayor frecuencia en fiestas grandes, que duran toda la noche, llamadas raves, o en conciertos y clubes de rock.

Este derivado de la anfetamina causa daño del cerebro que puede durar al menos dos semanas después de suspender su uso. El éxtasis lesiona las neuronas del cerebro comprendidas en la regulación del estado de ánimo, emoción, aprendizaje, memoria, sueño y dolor.