Comienza a caminar con éxito
-
Inicia despacio y con calma.
-
Utiliza la técnica adecuada para evitar lesiones y retrasos.
-
Mide la intensidad de tu rutina.
A menos que seas un caminador experto, lo mejor es comenzar
despacio y con calma. Al principio, camina tan lejos o tan rápido como
te parezca cómodo. Por ejemplo, si sólo puedes, caminar por un
minuto, prueba con sesiones cortas diarias de tres a cinco minutos, y
aumenta poco a poco hasta 15 minutos dos veces por semana. Luego,
a lo largo de varias semanas, puedes incrementar, de manera paulatina,
tu rutina a 30 minutos de caminata cinco días por semana.
Si tu postura es mala o tus movimientos exagerados, incrementas tu
riesgo de lesión. Esta es la técnica correcta:
1. Mueve tus hombros de manera natural y libre.
2. Mantén la cabeza elevada.
3. Aprieta con suavidad los músculos de tu abdomen.
4. Mece los brazos con un movimiento natural.
5. Lleva la pelvis hacia adentro, en línea vertical debajo del torso.
6. Haz que la posición de tus pies sea paralela (si es cómodo) y
sepáralos una distancia equivalente al ancho de tus hombros.
Si te falta el aliento a tal grado que no puedes llevar a cabo una
conversación, es probable que estés caminando demasiado rápido y
que debas reducir el paso. Para determinar si te ejercitas dentro del
intervalo de tu objetivo de ritmo cardiaco, detén tu caminata para
tomarte el pulso en tu muñeca.