Elige actividades que disfrutes y altérnalas para que no te aburras.
Ejercítate cuando tu energía esté en lo más alto: en la mañana,
en la tarde o a primeras horas de la noche.
Realiza más actividad física durante el día; por ejemplo, usa las
escaleras, camina durante tus traslados, usa la bicicleta en lugar
del transporte público, haz una caminata antes de irte a trabajar
o en cuanto llegues a casa.
Camina a la hora de la comida con un compañero de trabajo.
Escucha música o ve televisión mientras te ejercitas.
Realiza tareas en casa: trapea el piso, barre, corta el pasto.
Sal a caminar con tu familia los fines de semana, saca a
pasear a tu perro, juega con tus hijos o paseen en bicicleta.
Incluye ejercicio aeróbico (caminar, bailar, andar en bicicleta),
estiramientos y ejercicios de fuerza (pesas) en tus rutinas
de ejercicio.