Técnica de la respiración profunda


Técnica de la respiración profunda

La respiración profunda debe hacerse lentamente y es un camino
sencillo, accesible y seguro para aliviar el estrés.
Sigue esta técnica:

Concéntrate en alargar cada expulsión de aire. Alárgala poco a
poco, cada vez más, hasta conseguir que dure más tiempo que
la inspiración. No tienes que hacer nada más que ir contando los
tiempos de tu inspiración y de tu exhalación y procurar, primero,
que se igualen. Luego, el tiempo de expulsión del aire deberá
ser cada vez mayor.

Siente cómo el aire entra y sale de tus pulmones cada vez más
lenta y suavemente. Respira con la nariz, lo cual también ayudará a
alargar los tiempos de respiración.

No prestes atención a la inspiración, sino a la exhalación. Cuando
acabes tu exhalación, detente un segundo y verás como la inhalación
se produce espontáneamente, sin que tú intervengas.

Repítelo varias veces y siente cómo el estrés desaparece y te relajas.