Establece un horario para dormir. Todos los días, duérmete y despiértate a la misma hora, incluyendo los fines de semana.
Limita las bebidas alcohólicas y con cafeína. No tomes más de tres bebidas con cafeína al día. Recuerda que la cafeína es un estimulante.
Las actividades relajantes pueden promover un mejor sueño y facilitar la transición entre el estado de alerta y la somnolencia.
Haz las mismas cosas cada noche para indicarle a tu cuerpo que es tiempo de relajarse. Toma un baño de tina o una ducha caliente, o escucha música relajante con las luces tenues.
Mantén tu habitación sin ruido, oscura y agradablemente fresca. La cama debe ser confortable.