Hipertensión

Hipertensión

Aspectos básicos

Debido a que es tan común, muchas personas piensan que tener presión arterial alta no es un problema grande. Lo es. La presión arterial alta es una causa principal
de evento vascular cerebral, ataque cardiaco, insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal y demencia.

La presión arterial se determina al medir la presión dentro de las arterias. Dos cifras igual de importantes están involucradas en la lectura de la presión arterial. La presión arterial sistólica (primer número o superior) es la cantidad de presión dentro de las arterias cuando el corazón se contrae. La presión arterial diastólica (segundo número o inferior) dice cuánta presión permanece en las arterias entre los latidos, cuando el corazón está relajado.

Una presión arterial ideal para un adulto de cualquier edad es 115/75 milímetros de mercurio (mm Hg) o menos. Una vez que la presión arterial se eleva por arriba de este umbral, el riesgo de enfermedad cardiovascular puede empezar a aumentar. La presión arterial todavía se considera normal si es menor de 120/80 mm Hg. Se considera alta si la presión sistólica es en promedio 140 mm Hg o más o si la presión diastólica es en promedio 90 mm Hg o mayor.
Las lecturas de presión arterial de 120/80 mm Hg a 139/89 mm Hg por lo general se refieren como prehipertensión.

Factores de riesgo

Hay cuatro factores de riesgo principales para hipertensión que no se pueden controlar:

  • Edad. El riesgo de presión arterial alta aumenta conforme se incrementa la edad, en particular después de los 65 años.
  • Género. En la adultez temprana y en la edad media, los varones son más susceptibles que las mujeres. Después de los 50 años sucede lo contrario.
  • Historia familiar. La presión arterial alta tiende a presentarse en familias.

Los factores de riesgo que se pueden controlar o manejar incluyen:

  • Obesidad. Mientras más pese, más sangre necesitará para suministrar oxígeno y nutrientes a sus tejidos.
  • Inactividad. Si es una persona inactiva, tiende a tener frecuencia cardiaca más alta.
  • Exceso de alcohol. No se comprende la razón exacta y el mecanismo por el cual el alcohol aumenta la presión arterial.
  • Estrés. El estrés no produce presión arterial alta persistente, pero un alto nivel de estrés puede producir un aumento temporal pero dramático de la presión arterial.
Consumo de tabaco. Las sustancias químicas en el tabaco pueden dañar el recubrimiento de las paredes arteriales, haciendo que se formen depósitos grasos (placas) que contienen colesterol dentro de las arterias.

Tratamiento

La forma más segura de controlar la presión arterial es cambiar su estilo de vida al comer bien, ejercitarse y adoptar otros hábitos saludables. Pero algunas veces, los cambios de estilo de vida solos no pueden reducir lo suficiente la presión arterial. En este caso, podrían ser necesarios los medicamentos.
Sin embargo, tomar medicamentos para la hipertensión no significa que tengas que abandonar los hábitos saludables. Mantener un estilo de vida saludable puede mejorar la efectividad de los medicamentos y significar que necesitarás menos medicamentos o dosis menores.

Toma de presión arterial. La presión arterial alta se puede detectar fácilmente y, una vez que sabes que la tienes, puedes trabajar con el médico para controlarla.

¿Qué puedes hacer?

  • Consume una dieta nutritiva. Enfatiza en las frutas y verduras, los granos enteros y los lácteos de bajo contenido graso en la dieta.
  • Mantén un peso saludable. Si tienes sobrepeso, perder sólo 5 kg puede reducir la presión arterial.
  • Mantente físicamente activo. El ejercicio aeróbico regular puede reducir la presión arterial en algunas personas.
  • No fumes. Fumar puede llevar al desarrollo de pequeños depósitos (placas) en los vasos sanguíneos y constriñe el flujo de sangre a través de los vasos.
  • Limita el consumo de alcohol y cafeína. Reducir a un nivel moderado el consumo de alcohol puede disminuir la presión arterial sistólica.
  • Maneja el estrés. Si te sientes estresado, intenta simplificar tu esquema diario y experimentar con técnicas de relajación.
  • Duerme bien. Cuando estás descansado eres más capaz de abordar los problemas cotidianos, lo cual te permite lidiar mejor con el estrés.