Asma

Definición

Ocurre cuando los conductos de aire de los pulmones, llamados bronquios, se inflaman y constriñen. Los músculos de las paredes bronquiales se tensan y las vías aéreas producen moco adicional.

El asma es un problema médico grave, pero con cuidado adecuado y tratamiento se pueden controlar los síntomas y llevar una vida sana y activa.

Síntomas
  • Disminución del flujo de aire, que con frecuencia causa sibilancia
  • Dificultad para respirar
  • Opresión en el pecho
  • Tos

Los ataques de asma pueden variar desde leves a graves y pueden
durar unos minutos, algunas horas o incluso días.

Factores de riesgo

  • Antecedentes familiares de asma
  • Infecciones respiratorias frecuentes en la infancia
  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico
  • Exposición al humo de segunda mano
  • Vivir en un área urbana (en especial un área con mucha contaminación del aire)
  • Exposición a sustancias químicas ocupacionales
  • Peso bajo al nacer o tener sobrepeso
Desencadenantes de los ataques de asma
  • Contaminantes del aire, como humo
  • Ciclo menstrual o vapores
  • Hongos y moho
  • Olores químicos
  • Perfume, desodorantes
  • Cucarachas
  • Alergia a mascotas
  • Aire frío o aire acondicionado
  • Polen
  • Resfriados o influenza
  • Estrés o reacciones emocionales, como el llanto
  • Polvo o ácaros del polvo
  • Ejercicio, actividad física, deportes
  • Alimentos, como cacahuates o moluscos
  • Humo de tabaco
  • Agruras
  • Clima húmedo
  • Medicamentos, como la aspirina
Cómo reconocer un ataque que amenaza la vida

Busca ayuda de emergencia si…

  • La respiración se vuelve difícil y tu cuello, pecho o costillas se contraen con fuerza con cada respiración
  • Hay frecuencia elevada del pulso, sudoración y tos grave.
  • Las narinas se dilatan
  • Las uñas o los labios se ponen azules
  • Caminar o hablar se vuelve difícil
  • El valor del flujo de aire máximo disminuye 50% por debajo de su nivel normal o sigue bajando incluso después de tomar su medicamento.
Autocuidado
  • Identifica y evita los alérgenos que puedan disparar tus síntomas. Si eres alérgico a gatos o perros, considera eliminarlos de casa y evita el contacto con las mascotas de otras personas. Evita comprar ropa, muebles o alfombras hechas de pelo de animales.
  • Si eres alérgico al polen y moho en el aire, usa aire acondicionado en casa, en el trabajo y en el auto. Mantén puertas y las ventanas cerradas para limitar la exposición al polen y al moho del aire.
  • Evita las actividades que puedan contribuir a tus síntomas. Por ejemplo, los proyectos de remodelación de tu casa podrían exponerte a desencadenantes (vapores de pintura, aserrín y otros irritantes) que te lleven a un ataque de asma,
  • Revisa tu calentador. Si tienes un sistema de calefacción y eres alérgico al polvo, usa un filtro para controlar el polvo. Cambia o limpia los filtros en las unidades de calentamiento y enfriamiento cada mes. Usa una mascarilla cuando retires los filtros sucios.
  • Usa una aspiradora con un filtro para partículas finas.
  • Evita proyectos que generen polvo. Si es imposible hacerlo, usa una mascarilla para polvo.
  • Revisa tus hábitos de ejercicio y considera ajustar tu rutina.
  • Considera ejercitarte bajo techo para limitar tu exposición a detonadores.
  • No fumes y evita el humo de segunda mano. Evita todos los tipos de humo, incluso de una chimenea u hojas quemándose. El humo irrita los ojos, la nariz y los bronquios.
  • Reduce el estrés y la fatiga.
Ayuda médica

Tu médico podría realizar algunas pruebas, en piel o en sangre, para determinar los desencadenantes de tus ataques de asma. También podría prescribirte algunos medicamentos para prevenir o tratar tus ataques de asma. Los medicamentos reducen la inflamación de las vías aéreas y ayudan a disminuir la producción de moco; así respirarás con mayor facilidad.