Quizá no siempre seas bien recibido por las personas que se comunican de una manera menos saludable, pero la mayoría te respetará por ser abierto, y crearás relaciones sanas mientras reduces tu estrés.
Quizá no siempre seas bien recibido por las personas que se comunican de una manera menos saludable, pero la mayoría te respetará por ser abierto, y crearás relaciones sanas mientras reduces tu estrés.
Cuando necesites decir que no:
Practica decir las cosas con claridad |
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No inventes razones para librarte de una obligación. La verdad es siempre la mejor manera de rechazar un compromiso con un amigo, familiar o compañero de trabajo. |
Di que no con gentileza |
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Puede ser duro rechazar las buenas causas. Alaba los esfuerzos de la persona o del grupo al mismo tiempo que dice que no puede comprometerse esta vez. Esto ayudará a suavizar el golpe y conservará una buena relación. |
Cuando eres asertivo, toma la responsabilidad de expresar su sentimiento, necesidades e ideas de manera honesta y directa. Para comunicarse de manera asertiva:
¿Trata de acomodar demasiadas actividades en muy poco tiempo? |
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Si es así, quizá encuentres alivio al estrés con sólo decir no.
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Para algunas personas resulta difícil decir que no a cualquier solicitud que se haga sobre su tiempo, pero decir que sí a todo conlleva un precio. Más estrés y menos paz interior
Al calor del momento, puede ser difícil recordar sus estrategias de manejo.
Por ejemplo: lleva en tu bolsillo una piedrecilla lisa o un pedazo de papel con consejos escritos. Con tiempo y esfuerzo, es posible que las respuestas sanas se presenten solas.
Para ayudar a tener el enojo bajo control:
Manejar el estrés no significa eliminar los factores de estrés de su vida, sino desarrollar estrategias positivas para enfrentarlo y evitar sus consecuencias negativas.
Puedes aprender a convertir los pensamientos negativos en positivos.
Considera tus conductas actuales de manejo del estrés:
¿Te pones tenso? |
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La tensión en el cuello y los hombros, o apretar las mandíbulas o los puños con frecuencia son signos tempranos de estrés. Este último puede causar trastornos estomacales, dificultad para respirar, dolor de espalda, dolores de cabeza y otros síntomas físicos. |
¿Busca algo para comer? |
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El estrés y comer en exceso con frecuencia están muy relacionados. El estrés puede hacer que comas incluso cuando no tienes hambre, o que pierdas el control sobre sus planes de alimentación y ejercicio. |
¿Te impacientas? |
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Quizá te sorprendas dando vueltas sin parar en la habitación o agitándote con nerviosismo. Quizá tengas problemas para concentrarte o quedarte dormido por las noches. |
¿Te enojas? |
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Es posible que cuando te encuentres bajo presión discutas con tus compañeros, amistades o seres queridos. |
¿Lloras con facilidad? |
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El estrés puede desencadenar ataques de llanto u otros desahogos emocionales. |
¿Dejas que tus pensamientos negativos te dominen? |
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Es posible que cuando te encuentras bajo estrés esperes de modo automático lo peor o exageres los aspectos negativos de una situación. |
¿Fumas? |
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Incluso si dejaste de fumar hace mucho, puede suceder que un cigarro te parezca una forma fácil de relajarte cuando te encuentras bajo presión. |
¿Recurres al alcohol u otras drogas? |
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El estrés lleva a muchas personas a beber en exceso o a participar en otros comportamientos arriesgados, entre ellos el abuso de las drogas. |
¿Te basas en una sola técnica para manejar el estrés? |
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Si todo el tiempo empleas una sola técnica para manejar el estrés, es tiempo de abrirse a otras estrategias para la reducción del estrés. |