Trastornos sexuales en los varones

Trastornos sexuales en los varones

Aspectos básicos

Para los varones, uno de los problemas sexuales más comunes es la impotencia, también conocida como disfunción eréctil. La disminución del deseo sexual también puede ser un problema en algunos.

Son necesarios tres pasos importantes para producir y sostener la erección.

  • El primero es la excitación sexual, la cual puede provenir de las sensaciones y los pensamientos.
  • El segundo paso es la respuesta del sistema nervioso, en la cual el cerebro comunica la excitación sexual a los nervios del cuerpo, incluyendo los del pene.
  • El tercer paso es una acción relajante de los vasos sanguíneos que suministran sangre al pene, lo cual permite que fluya más sangre a los túbulos que producen la erección.

Si algo afecta a alguno de estos factores o al delicado equilibrio entre ellos, se puede presentar impotencia.

La impotencia es una incapacidad persistente para obtener una erección o para mantenerla el tiempo suficiente para el contacto sexual. La disminución del
deseo sexual o incluso la pérdida de deseo sexual no es lo mismo que impotencia. Ésta se refiere a la incapacidad para usar el pene para actividad sexual incluso cuando están presentes el deseo y la oportunidad.

Los hombres pueden notar que los orgasmos son menos intensos, el volumen de la eyaculación se reduce y el tiempo de recuperación entre erecciones aumenta

Factores de riesgo

  • Enfermedades y trastornos físicos. Las enfermedades crónicas de los pulmones, hígado, riñones, corazón, nervios, arterias o venas pueden producir impotencia.
  • La acumulación de depósitos en las arterias (aterosclerosis) también puede evitar que entre suficiente sangre al pene.
  • La cirugía para cáncer de próstata o para cáncer colorrectal podría producir problemas de impotencia.
  • Algunos medicamentos pueden producir impotencia al interferir con los impulsos nerviosos o el flujo sanguíneo al pene.
  • Abuso de sustancias. El uso crónico de alcohol, marihuana u otras drogas a menudo produce impotencia y disminución del impulso sexual.
  • Estrés, ansiedad o depresión. Las condiciones psicológicas también contribuyen con algunos casos de impotencia.

Tratamiento

El tratamiento para la impotencia incluye desde los medicamentos y dispositivos mecánicos simples hasta cirugía y consejo psicológico. El tratamiento que el médico recomiende dependerá de la causa y la gravedad de la condición:

  • Consejo psicológico. Si el estrés, ansiedad o depresión son causa de impotencia, el médico podría sugerir que tú y tu pareja, visiten a un psicólogo o psiquiatra con experiencia en tratamiento de problemas sexuales.
  • Medicamentos orales. Éstos fortalecen los efectos del óxido nítrico, un mensajero químico que relaja los músculos lisos en el pene.
  • Terapia de reemplazo hormonal. En el caso de los pocos varones cuya impotencia está relacionada con deficiencias hormonales, las hormonas sintéticas pueden ayudar.
  • Cirugía. Las opciones quirúrgicas pueden considerarse si otros tratamientos fracasan. Están disponibles varios tipos de implantes de pene.

Consulta a tu médico para saber cuál sería el mejor tratamiento para ti.

¿Qué puedes hacer?

Estos pasos podrían ayudar a disminuir la probabilidad de presentar impotencia:

  • Limita o evita el consumo de alcohol y otras drogas similares.
  • Deja de fumar.
  • Ejercítate regularmente.
  • Reduce el estrés.
  • Duerme lo suficiente.
  • Trata la ansiedad y depresión.
  • Comunícate honesta y abiertamente con la pareja.
  • Considera buscar consejo como pareja.

Disminución del deseo. La testosterona regula el impulso sexual. Y, aunque los varones no tienen menopausia, la testosterona disminuye de manera gradual con el tiempo. Esta disminución probablemente es responsable de cierta pérdida del deseo sexual con la edad.

Algunos medicamentos, como los utilizados para la depresión y la presión arterial alta, también pueden reducir el deseo sexual. Si estás bajo estrés emocional intenso, también podrías perder el interés por el sexo.
Si estás preocupado acerca de la disminución en el deseo sexual, habla con tu médico.

Osteoporosis

Osteoporosis

Aspectos básicos

La osteoporosis es una enfermedad que hace que los huesos se debiliten, sean frágiles y propensos a las fracturas. Hasta hace poco, la osteoporosis era considerada una parte natural del envejecimiento. Pero no hay nada natural en ella.

Los niveles reducidos de calcio, fósforo y otros minerales por lo general son lo que causa que los huesos sean más débiles. Con menos minerales, la fuerza del hueso disminuye y los huesos pierden su estructura interna de soporte. La debilidad de los huesos también puede ser resultado de trastornos endocrinos o uso excesivo de medicamentos como los corticoesteroides.

Se alcanza el pico de masa ósea entre los 30 y 40 años. No obtener suficiente vitamina D y calcio de la dieta puede acelerar el proceso.

En las primeras etapas de pérdida ósea, por lo general no hay síntomas. Pero una vez que los huesos se han debilitado por la osteoporosis se pueden presentar signos y síntomas. Éstos incluyen:

  • Dolor de espalda después de la fractura de una vértebra
  • Pérdida de altura con el tiempo, con una postura encorvada acompañante
  • Fractura de las vértebras, muñecas, caderas u otros huesos
Pérdida de masa ósea.A medida que las personas envejecen, la masa ósea se pierde más rápido de lo que se crea.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo para la osteoporosis incluyen:

  • Género. Las fracturas por osteoporosis son el doble de frecuentes en mujeres que en varones.
  • Edad. Los huesos se debilitan con la edad.
  • Complexión. Las personas que son excepcionalmente delgadas o que tienen una complexión pequeña están en mayor riesgo, debido a que a menudo han acumulado menor masa ósea para cuando envejecen.
  • Fumar altera la absorción de calcio y la formación ósea.
  • Medicamentos. El uso a largo plazo de esteroides daña al hueso. Demasiada hormona tiroidea para tratar a la tiroides hipoactiva (hipotiroidismo) puede causar pérdida ósea.
  • Cantidades inadecuadas de calcio y vitamina D. No obtener lo suficiente de estos nutrientes formadores de hueso, en especial cuando se es joven, reduce la masa ósea máxima.
  • Estilo de vida sedentario. La salud ósea empieza en la infancia. Los niños que son más activos físicamente cuando crecen tienen la mayor densidad ósea.

Tratamiento

La terapia de reemplazo hormonal (TRH) es la forma mejor conocida para prevenir la osteoporosis en mujeres; pero puede dar como resultado importantes efectos secundarios y riesgos de salud, y se usa con menos frecuencia en la actualidad. Para ayudar a retrasar la pérdida ósea y posiblemente incluso aumentar la densidad ósea, hay otros medicamentos de prescripción que se pueden usar.

Éstos incluyen:

  • Bifosfonatos. Al igual que los estrógenos, los bifosfonatos pueden inhibir la pérdida ósea, conservar la masa ósea e incluso aumentar la densidad ósea en la columna vertebral y la cadera.
  • Teriparatida. Este medicamento aumenta la formación ósea.
  • El raloxifén está aprobado sólo para mujeres. Simula los efectos favorables de los estrógenos en la densidad ósea, sin algunos de los riesgos asociados con ellos.

Consulta a tu médico para conocer cuál es la mejor opción para que recibas un tratamiento.

¿Qué puedes hacer?

  • Las mujeres posmenopáusicas que usan terapia hormonal deben consumir por lo menos 1200 miligramos de calcio y 400 unidades internacionales de vitamina D todos los días. Los varones menores de 65 años deben consumir 1000 miligramos de calcio todos los días y los mayores de 65 años, 1500 miligramos.
  • Si no obtienes el suficiente calcio de la dieta, prueba los suplementos de calcio. Son efectivos, baratos y por lo general bien tolerados.
  • El ejercicio puede ayudar a construir huesos fuertes y a reducir la pérdida ósea.
  • No fumes. Fumar aumenta la pérdida ósea, tal vez al disminuir la cantidad de estrógeno que el cuerpo fabrica y reducir la absorción de calcio en el intestino.
  • Evita el exceso de alcohol. Los varones pueden consumir bajas cantidades de alcohol sin que cause efectos adversos en tu esqueleto, siempre y cuando mantengas una buena nutrición.

Hipertensión

Hipertensión

Aspectos básicos

Debido a que es tan común, muchas personas piensan que tener presión arterial alta no es un problema grande. Lo es. La presión arterial alta es una causa principal
de evento vascular cerebral, ataque cardiaco, insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal y demencia.

La presión arterial se determina al medir la presión dentro de las arterias. Dos cifras igual de importantes están involucradas en la lectura de la presión arterial. La presión arterial sistólica (primer número o superior) es la cantidad de presión dentro de las arterias cuando el corazón se contrae. La presión arterial diastólica (segundo número o inferior) dice cuánta presión permanece en las arterias entre los latidos, cuando el corazón está relajado.

Una presión arterial ideal para un adulto de cualquier edad es 115/75 milímetros de mercurio (mm Hg) o menos. Una vez que la presión arterial se eleva por arriba de este umbral, el riesgo de enfermedad cardiovascular puede empezar a aumentar. La presión arterial todavía se considera normal si es menor de 120/80 mm Hg. Se considera alta si la presión sistólica es en promedio 140 mm Hg o más o si la presión diastólica es en promedio 90 mm Hg o mayor.
Las lecturas de presión arterial de 120/80 mm Hg a 139/89 mm Hg por lo general se refieren como prehipertensión.

Factores de riesgo

Hay cuatro factores de riesgo principales para hipertensión que no se pueden controlar:

  • Edad. El riesgo de presión arterial alta aumenta conforme se incrementa la edad, en particular después de los 65 años.
  • Género. En la adultez temprana y en la edad media, los varones son más susceptibles que las mujeres. Después de los 50 años sucede lo contrario.
  • Historia familiar. La presión arterial alta tiende a presentarse en familias.

Los factores de riesgo que se pueden controlar o manejar incluyen:

  • Obesidad. Mientras más pese, más sangre necesitará para suministrar oxígeno y nutrientes a sus tejidos.
  • Inactividad. Si es una persona inactiva, tiende a tener frecuencia cardiaca más alta.
  • Exceso de alcohol. No se comprende la razón exacta y el mecanismo por el cual el alcohol aumenta la presión arterial.
  • Estrés. El estrés no produce presión arterial alta persistente, pero un alto nivel de estrés puede producir un aumento temporal pero dramático de la presión arterial.
Consumo de tabaco. Las sustancias químicas en el tabaco pueden dañar el recubrimiento de las paredes arteriales, haciendo que se formen depósitos grasos (placas) que contienen colesterol dentro de las arterias.

Tratamiento

La forma más segura de controlar la presión arterial es cambiar su estilo de vida al comer bien, ejercitarse y adoptar otros hábitos saludables. Pero algunas veces, los cambios de estilo de vida solos no pueden reducir lo suficiente la presión arterial. En este caso, podrían ser necesarios los medicamentos.
Sin embargo, tomar medicamentos para la hipertensión no significa que tengas que abandonar los hábitos saludables. Mantener un estilo de vida saludable puede mejorar la efectividad de los medicamentos y significar que necesitarás menos medicamentos o dosis menores.

Toma de presión arterial. La presión arterial alta se puede detectar fácilmente y, una vez que sabes que la tienes, puedes trabajar con el médico para controlarla.

¿Qué puedes hacer?

  • Consume una dieta nutritiva. Enfatiza en las frutas y verduras, los granos enteros y los lácteos de bajo contenido graso en la dieta.
  • Mantén un peso saludable. Si tienes sobrepeso, perder sólo 5 kg puede reducir la presión arterial.
  • Mantente físicamente activo. El ejercicio aeróbico regular puede reducir la presión arterial en algunas personas.
  • No fumes. Fumar puede llevar al desarrollo de pequeños depósitos (placas) en los vasos sanguíneos y constriñe el flujo de sangre a través de los vasos.
  • Limita el consumo de alcohol y cafeína. Reducir a un nivel moderado el consumo de alcohol puede disminuir la presión arterial sistólica.
  • Maneja el estrés. Si te sientes estresado, intenta simplificar tu esquema diario y experimentar con técnicas de relajación.
  • Duerme bien. Cuando estás descansado eres más capaz de abordar los problemas cotidianos, lo cual te permite lidiar mejor con el estrés.

Estreñimiento

Estreñimiento

Aspectos básicos

La frecuencia normal de las evacuaciones varía ampliamente —desde tres al día hasta tres a la semana—. Lo que es normal para una persona puede no ser normal para otra. Sin embargo, si tienes evacuaciones sólo una a dos veces a la semana, o si tienes que pujar para evacuar, es probable que estés estreñido.

El estreñimiento se puede presentar por muchas razones, y tiende a hacerse más común con la edad. Muchos medicamentos, incluyendo muchos narcóticos, antiácidos que contienen aluminio, y fármacos utilizados para tratar la enfermedad de Parkinson, la presión arterial alta y la depresión, pueden causar estreñimiento.

En casos raros, el estreñimiento puede ser signo de una condición médica más importante. Visita al médico si presentas inicio reciente inexplicable de estreñimiento o cambios en los hábitos intestinales, o cualquiera de los siguientes signos o síntomas:

  • Dolor abdominal intenso.
  • Sangre en las heces.
  • Dolor rectal.
  • Heces delgadas, en forma de lápices.
  • Pérdida de peso inexplicable.

Factores de riesgo

Es más probable que tengas problemas de estreñimiento si eres inactivo, consumes una dieta con bajo contenido en fibra o no tomas suficientes líquidos. También estás en mayor riesgo si tomas ciertos medicamentos o si te estás sometiendo a quimioterapia para tratar el cáncer.

Tratamiento

Los cambios en el estilo de vida son la forma más segura de manejar el estreñimiento. Unos pocos cambios razonables en el estilo de vida, como hacer más ejercicio, comer alimentos con alto contenido de fibra y tomar abundante agua, pueden ayudar a prevenir o aliviar muchos casos de estreñimiento.
Los laxantes también alivian el estreñimiento, pero habla con tu médico antes de tomar un laxante, exceptuando los suplementos de fibra.

¿Qué puedes hacer?

  • Toma abundantes líquidos todos los días. El líquido ayuda a mantener las heces suaves. Intenta tomar ocho vasos de 250 mL al día. El agua es preferible.
  • Agrega gradualmente más alimentos con alto contenido de fibra a tu dieta. La fibra ayuda a dar volumen y ablandar las heces de manera que pasen con más suavidad a través del tracto digestivo.
  • Limita los alimentos problemáticos. Los alimentos que tienen alto contenido de grasa y azúcar y los que tienen poca fibra pueden causar o agravar el estreñimiento.
  • Ejercítate regularmente. El ejercicio estimula a los músculos digestivos, apresurando el paso de los alimentos a través del tracto digestivo.
  • Reduce el estrés. El estrés puede hacer más lenta la digestión. Para algunas formas de estreñimiento crónico, las prácticas de relajación como el yoga, el masaje, la acupresión o la aromaterapia pueden reducir los síntomas.

Diarrea

Diarrea

Aspectos básicos

La diarrea es un cambio hacia una consistencia más líquida de las heces, un aumento en la frecuencia y la cantidad de las heces que se expulsan, o una combinación de todo lo anterior.

La diarrea puede surgir cuando el recubrimiento del intestino delgado se inflama, y los intestinos no son capaces de absorber los nutrientes y los líquidos. Otros signos
y síntomas asociados con la diarrea podrían incluir dolor abdominal o cólicos, fiebre y sangrado.

La diarrea también puede ser un efecto secundario de muchos medicamentos, en especial de los antibióticos, los cuales pueden alterar el equilibrio natural de las bacterias en los intestinos. Una vez que deja de tomar el medicamento, la diarrea por lo general se resuelve.
La diarrea por lo general dura unos días cuando mucho. Cuando persiste o recurre con frecuencia, por lo general está relacionada con un trastorno intestinal.

Infección viral la causa más común. El virus invasor puede dañar a la membrana mucosa que recubre al intestino delgado, alterando la absorción de líquidos y nutrientes.

Factores de riesgo

La cafeína y el alcohol pueden estimular el paso de heces. Si los consume en exceso, pueden causar que los desechos alimenticios se muevan a través del intestino delgado y el colon muy rápidamente.
Malos hábitos alimenticios y comer alimentos poco salubres.

Tratamiento

Si una infección parasitaria es lo que está causando la diarrea, los antibióticos de prescripción pueden ayudar a aliviar los síntomas. Si el médico determina que un antibiótico es el responsable de la diarrea, necesitarás dejar de tomarlo y modificar tu plan de tratamiento. Si un trastorno intestinal es la causa probable, es importante identificarlo y después empezar el tratamiento.

¿Qué puedes hacer?

  • Limita tu consumo de cafeína y alcohol. Estos estimulantes pueden desencadenar diarrea o empeorar los síntomas.
  • No tomes antiácidos que contengan magnesio. El magnesio puede causar diarrea.
  • Pregunta acerca de los medicamentos. Pregunta al médico si puede ser un efecto secundario de algún medicamento.

Síndrome de intestino irritable

Síndrome de intestino irritable

Aspectos básicos

Cerca de 20 % de los adultos periódicamente tiene signos y síntomas de síndrome de intestino irritable (SII). Pero menos de la mitad busca ayuda médica. Si tienes un cambio persistente en los hábitos intestinales o algún otro síntoma de SII, visita a tu médico.

El síndrome de intestino irritable es un trastorno gastrointestinal caracterizado
por contracciones anormales en los músculos que recubren las paredes intestinales. Normalmente, estos músculos se contraen y se relajan en un ritmo coordinado.

En el SII, las contracciones son más fuertes y duran más tiempo de lo normal, causando dolor y paso rápido de alimentos a través de los intestinos. Algunas veces sucede lo contrario. El paso de alimentos se hace lento, lo cual produce heces duras y secas.

Sólo un pequeño porcentaje de personas con SII tiene signos y síntomas graves. Para la mayoría de las personas, el SII es leve. Entre los más comunes están:

  • Dolor abdominal o cólico.
  • Distensión.
  • Gas (flatulencia).
  • Diarrea o estreñimiento — las personas con SII pueden presentar brotes alternantes de estreñimiento y diarrea.
  • Moco en las heces.

Muchas personas tienen síntomas ocasionales de SII. En general, en las
mujeres la condición se presenta con una frecuencia dos a tres veces mayor, en comparación con los varones.
Una mala alimentación y niveles de estrés muy elevados también están relacionados con el síndrome de intestino irritable.

Síndrome de Intestino Irritable. Algunos investigadores piensan que la condición está relacionada con los nervios en los intestinos que controlan las sensaciones.

Factores de riesgo

Muchas personas tienen síntomas ocasionales de SII. En general, en las mujeres la condición se presenta con una frecuencia dos a tres veces mayor, en comparación con los varones.
Una mala alimentación y niveles de estrés muy elevados también están relacionados con el síndrome de intestino irritable.

Tratamiento

En la mayoría de los casos se pueden controlar con éxito los síntomas leves al aprender a manejar el estrés y hacer cambios en la dieta y estilo de vida. Los medicamentos de venta sin receta pueden también ayudar a aliviar la molestia mientras se están haciendo dichos cambios.
Sin embargo, si los síntomas son moderados a graves, es posible que se requiera más ayuda que la que pueden ofrecer los cambios de estilo de vida o los medicamentos de venta sin receta.

Dependiendo de los síntomas, el médico podría recomendar uno de los siguientes medicamentos:

  • Relajantes del músculo liso. Estos medicamentos anticolinérgicos antiespasmódicos pueden ayudar a relajar los músculos intestinales y aliviar los espasmos musculares.
  • Antidepresivos. Éstos pueden ayudar a aliviar la depresión asociada con síndrome de intestino irritable. Y también pueden ayudar a aliviar el dolor abdominal y la diarrea o el estreñimiento.

¿Qué puedes hacer?

  • Evita los alimentos problemáticos. Los culpables comunes son los alimentos grasosos, el alcohol, las bebidas carbonatadas, los frijoles y otros alimentos productores de gas.
  • Ten cuidado con los productos lácteos. Si eres intolerante a la lactosa, intenta sustituir el yogur o la leche; o usar un producto enzimático para ayudar a metabolizar la lactosa.
  • Consume alimentos con bajo contenido graso. La grasa estimula las contracciones del intestino grueso (colon), agravando los síntomas del SII.

  • Consume fibra. Los alimentos con alto contenido de fibra suavizan y aceleran el paso de heces, reduciendo el estreñimiento.
  • Bebe abundantes líquidos al día. Los líquidos pueden ayudar a aliviar el estreñimiento y reemplazar los líquidos corporales absorbidos por la fibra.
  • Ejercítate regularmente. El ejercicio ayuda a aliviar el estrés, estimula las contracciones normales de los intestinos y puede ayudarlo a sentirse mejor consigo mismo. Intente hacer 30 minutos la mayoría de los días de la semana.
  • Aprende a relajarte y a manejar el estrés. Algunas personas se benefician con yoga, biorretroalimentación, masaje o meditación.

Úlcera péptica

Úlcera péptica

Aspectos básicos

Una úlcera péptica es una úlcera abierta que se desarrolla en la capa interna del estómago, parte superior del intestino delgado, o esófago. Las úlceras pépticas son
muy comunes. Las estadísticas sugieren que una de cada 10 personas presentará una úlcera péptica en algún momento de su vida.

Dependiendo de su localización, las úlceras tienen diferentes nombres. Una úlcera péptica que se presenta en el estómago se llama úlcera gástrica. La que se
desarrolla en la parte superior del intestino delgado (duodeno) se llama úlcera duodenal. Una úlcera esofágica por lo general está localizada en la porción inferior del esófago.

El síntoma más común de una úlcera péptica es un dolor corrosivo en la parte superior del abdomen entre el ombligo y el hueso del pecho (esternón). El dolor a menudo es peor cuando el estómago está vacío, y por lo tanto comer, beber o tomar un antiácido a menudo alivia el dolor.

Úlcera péptica. Muchas úlceras son causadas por la bacteria Helicobacter pylori, la cual vive y se multiplica dentro de la capa mucosa que cubre y protege el recubrimiento del estómago y el intestino delgado.

Factores de riesgo

No está exactamente claro cómo se disemina H. pylori. Se puede transmitir de una persona a otra por contacto cercano, como besarse. Las personas también podrían contraer H. pylori por medio de los alimentos y el agua.
Otros factores:

  • Tabaquismo. La nicotina presente en el tabaco aumenta el volumen y la concentración de ácido gástrico, aumentando el riesgo de formar una úlcera.
  • Consumo excesivo de alcohol. El alcohol puede irritar y erosionar el recubrimiento mucoso del estómago, y aumenta la cantidad de ácido gástrico que se produce.

Tratamiento

Una úlcera no es algo que debas tratar tú solo. Los antiácidos de venta sin receta y los bloqueadores de ácido pueden aliviar el dolor, pero el alivio dura poco tiempo. Con la ayuda de tu médico, puedes encontrar alivio rápido para el dolor ulceroso, así como una cura de la enfermedad para toda la vida.

Debido a que la mayoría de las úlceras son originadas por la bacteria H. pylori, el tratamiento por lo general está enfocado en lograr dos objetivos. El primero es matar a la bacteria. El segundo es reducir el nivel de ácido en el sistema digestivo para aliviar el dolor y favorecer la curación.

La cirugía puede ser una opción en casos en los cuales la úlcera no responde al tratamiento o cuando surgen complicaciones importantes, como hemorragia, obstrucción o perforación. Con el advenimiento de medicamentos más recientes y la mejor comprensión de lo que causa la mayoría de las úlceras, el tratamiento quirúrgico de la úlcera péptica es poco común ahora.

¿Qué puedes hacer?

  • Cuida lo que comes y controla el estrés. Los alimentos ácidos o condimentados pueden aumentar el dolor ulceroso. Lo mismo sucede con el estrés.
  • No fumes y limita o evita el alcohol. El uso del tabaco y consumir cantidades excesivas de alcohol contribuyen con el desarrollo de úlceras, y retardan o evitan la curación en personas que tienen una úlcera.
  • Si tienes antecedente de úlceras, menciónalo cuando debas tomar un nuevo medicamento. El médico puede prescribir un segundo medicamento para reducir el riesgo de una úlcera recurrente.

Dispepsia no ulcerosa

Dispepsia no ulcerosa

Aspectos básicos

Algunas veces, las personas verán al médico por lo que ellas piensan que es una úlcera, pero no lo es.
Aunque podrían tener dolor corrosivo en la parte superior del abdomen, las pruebas diagnósticas no revelan una úlcera u otro problema digestivo. Muchas de estas personas tienen dispepsia no ulcerosa.

La dispepsia no ulcerosa es un trastorno del tracto gastrointestinal superior. Los signos y síntomas podrían incluir distensión, eructos, gas, náusea y sensación pronta de saciedad con las comidas. Se desconoce la causa exacta
de la dispepsia no ulcerosa.

En algunos casos, el culpable puede ser un problema temporal, como comer demasiado rápido, sobrealimentarse o enfrentar un evento
estresante. La dispepsia no ulcerosa puede ser una condición crónica, pero para muchas personas sus síntomas son de corta duración y prevenibles.

Dispepsia no ulcerosa. Su síntoma más común es el dolor, o una sensación incómoda en el abdomen superior.

Factores de riesgo

Ciertos factores de estilo de vida pueden aumentar el riesgo de esta condición:

  • Comer demasiado rápido, algunas veces deglutiendo aire.
  • Sobrealimentarse.
  • Tomar bebidas carbonatadas.
  • Consumir alimentos condimentados.
  • Consumir alimentos grasosos.
  • Consumir demasiada cafeína o alcohol.
  • Fumar.
  • Tomar ciertos medicamentos, en especial antibióticos y antiinflamatorios no esteroideos.
  • Estrés.

Tratamiento

La dispepsia no ulcerosa se trata más a menudo cambiando los hábitos diarios. Esto puede incluir evitar alimentos que parecen empeorar los síntomas y controlar el estrés.

Algunas personas encuentran que tener comidas más frecuentes, de porciones menores, y alimentos de bajo contenido graso también mejora los síntomas.

Si estas prácticas no ayudan, el médico podría recomendar la terapia farmacológica. Muchos de los mismos medicamentos usados para tratar las úlceras se recomiendan para la dispepsia no ulcerosa.

¿Qué puedes hacer?

  • Consume comidas más frecuentes, con porciones menores. Tener el estómago vacío puede algunas veces producir signos y síntomas similares a los de la dispepsia no ulcerosa.
  • Evita alimentos desencadenantes. Algunos alimentos pueden desencadenar la dispepsia no ulcerosa, como los alimentos grasosos o condimentados, bebidas carbonatadas, cafeína y alcohol.
  • Come lentamente. Mastica la comida lenta y minuciosamente.
  • Intenta no deglutir aire excesivo cuando comas.
  • No fumes, masques chicle, no tomes bebidas carbonatadas o comas demasiado rápido. Esto puede ayudar a reducir el exceso de gas y eructo.
  • No te acuestes después de la comida. Espera un par de horas.
  • Mantén un peso saludable. El exceso de kilos aplica presión en el abdomen, empujando al estómago hacia arriba y produciendo reflujo ácido.
  • Aprende a manejar el estrés. Experimenta con ejercicio, música suave, técnicas de relajación o actividades, como los pasatiempos.

Enfermedad por reflujo gastroesofágico

Enfermedad por reflujo gastroesofágico

Aspectos básicos

Casi todos hemos experimentado agruras, esa sensación quemante en el tórax o garganta por el ácido gástrico que se regresa hacia el esófago.
Un episodio ocasional de agruras por lo general no es algo para preocuparse. Sin embargo, las agruras frecuentes pueden ser un problema importante, y requieren atención médica.

Cuando comes, el alimento desciende por el esófago hacia una válvula muscular llamada esfínter esofágico inferior, el cual se abre para permitir que el alimento pase hacia el estómago y se cierra nuevamente. Algunas veces, esta válvula se relaja de manera anormal o se debilita, permitiendo que el ácido gástrico se regrese hacia la parte inferior del esófago, produciendo agruras frecuentes. Con el tiempo, este retorno constante de ácido puede irritar el recubrimiento del esófago, haciendo que se inflame (esofagitis).

La mayoría de las personas presentan malestares como reflujo ácido y agruras. Pero también se puede presentar lo siguiente:

  • Dolor en el pecho, en especial después de un alimento pesado o en la noche mientras está acostado.
  • Dificultad para deglutir (disfagia).
  • Tos, sibilancias, asma, ronquera o dolor de garganta.
  • Sangre regurgitada.
  • Heces negras, lo cual podría significar que contiene sangre parcialmente digerida.

Si presenta agruras por lo menos dos veces a la semana durante varias semanas o los síntomas parecen empeorar, vea al médico.

Reflujo. Con el tiempo, el retorno constante de ácido puede irritar al recubrimiento del esófago, haciendo que se inflame (esofagitis).

Factores de riesgo

  • Hernia hiatal. En esta condición, parte del estómago protruye hacia la parte inferior del tórax. Si la protrusión es grande, puede empeorar las agruras al debilitar más al esfínter esofágico inferior.
  • Ciertos alimentos. La cafeína, la grasa o los alimentos condimentados, el chocolate, la cebolla, la menta y la goma de mascar pueden contribuir.
  • Tener sobrepeso. El exceso de peso aplica presión extra en el estómago y el diafragma, obligando a abrir el esfínter esofágico inferior.
  • Exceso de alcohol. El alcohol reduce la presión del esfínter esofágico inferior, dejando que se relaje y se abra.
  • Tabaquismo. Puede aumentar la producción de ácido y agravar el reflujo.

Tratamiento

El primer paso en el tratamiento es hacer cambios de estilo de vida saludables, como reducir los alimentos grasosos, consumir comidas menos abundantes y perder peso. Para las personas con síntomas más graves, los medicamentos son por lo general la principal línea de tratamiento. Los medicamentos utilizados incluyen:

  • Antiácidos. Los antiácidos de venta sin receta disponibles neutralizan el ácido gástrico y brindan alivio rápido temporal. Pero no curan la causa del reflujo.
  • Inhibidores de la bomba de protones. Estos medicamentos, más a menudo prescritos para los síntomas graves, son el tratamiento más efectivo. Los inhibidores de la bomba de protones inhiben la producción de ácido y dan tiempo para que el tejido esofágico dañado se cure.

¿Qué puedes hacer?

  • Los cambios en el estilo de vida son una parte importante de la prevención.
  • No fumes. El tabaquismo aumenta el reflujo ácido.
  • Consume porciones pequeñas de alimentos. Esto disminuye la presión sobre el esfínter esofágico inferior, reduciendo el reflujo ácido.
  • Limita los alimentos grasosos. Éstos relajan al esfínter esofágico inferior y hacen más lento el vaciamiento gástrico, ambos contribuyen al reflujo ácido.
  • Limita o evita el alcohol. El alcohol relaja al esfínter esofágico inferior y puede irritar al esófago, empeorando los síntomas.
  • Pierde peso. El exceso de peso aplica presión extra en el abdomen, empujando hacia arriba al estómago y haciendo que el ácido se regrese al esófago.
  • Eleva la cabecera de la cama. Esto ayuda a evitar que el ácido se regrese hacia el esófago cuando se duerme.

Diabetes

Diabetes

Aspectos básicos

Más personas que nunca antes tienen diabetes. Esto se debe a que la diabetes se puede desarrollar de manera gradual durante muchos años, a menudo sin síntomas.

La diabetes es una condición que afecta la manera en la que el cuerpo utiliza la glucosa sanguínea, la principal fuente de energía. Normalmente la glucosa es capaz de entrar a las células con la ayuda de la insulina, una hormona secretada por el páncreas. Pero en la diabetes este proceso está alterado. En lugar de ser transportada hacia las células, la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo y finalmente se excreta en la orina.

La diabetes principalmente se presenta en dos formas. La diabetes tipo 1 se desarrolla cuando el páncreas fabrica poco o nada de insulina.
La diabetes tipo 2 se presenta cuando el cuerpo es resistente a los efectos de la insulina o cuando el páncreas produce algo de insulina, pero no lo suficiente para mantener un nivel de glucosa normal.

A menudo, la diabetes produce signos y síntomas que se pasan por alto fácilmente. Esto es más común con la diabetes tipo 2. Otras veces se pueden desarrollar signos y síntomas de manera súbita. Éstos pueden incluir:

  • Aumento de sed.
  • Diuresis frecuente.
  • Apetito.
  • Una sensación semejante a gripe, incluyendo debilidad y fatiga.
  • Pérdida de peso inexplicable.
  • Visión borrosa.
  • Irritabilidad.
  • Curación lenta de cortadas y moretones.
  • Hormigueo o entumecimiento de manos o pies.
  • Infecciones recurrentes de las encías, piel, vagina o vejiga.
Diabetes. La acumulación de glucosa en la sangre puede dañar a casi todos los órganos principales del cuerpo.

Factores de riesgo

  • Historia familiar. Las probabilidades de desarrollar diabetes tipo 1 o tipo 2 aumentan si uno de los padres o hermanos tiene la enfermedad.
  • Tener sobrepeso. Mientras más tejido graso se tenga, las células se hacen más resistentes a la propia insulina.
  • Inactividad. Mientras menos activo seas, mayor es el riesgo de diabetes.
  • Edad. El riesgo de diabetes tipo 2 aumenta conforme se incrementa la edad en especial después de los 45 años.

Tratamiento

Algunas personas pueden controlar su diabetes con dieta, ejercicio y pérdida de peso. Pero si estos cambios de estilo de vida no son suficientes, es posible que necesiten la ayuda de los medicamentos. Los fármacos utilizados para tratar la diabetes incluyen:

  • Insulina. Todas las personas con diabetes tipo 1 y algunas con diabetes tipo 2 deben aplicarse insulina todos los días para sustituir lo que su páncreas es incapaz de producir.
  • Medicamentos orales. Además de la insulina, hay cinco familias diferentes de medicamentos orales para tratar la diabetes. Cada una tiene su propio método de reducir la glucosa sanguínea.

¿Qué puedes hacer?

  • No fumes. Las personas con diabetes que fuman tienen una probabilidad tres veces mayor de morir por enfermedad cardiovascular que los no fumadores.
  • Mantén un peso saludable. Para algunas personas con diabetes tipo 2, la pérdida de peso es todo lo que necesitan para restablecer la glucosa sanguínea al nivel normal.
  • Come bien. Come más frutas, verduras y granos enteros, y menos alimentos con alto contenido en grasa y azúcar.
  • Haz por lo menos 30 minutos de ejercicio la mayoría de los días de la semana.
Vigila tus niveles de glucosa. Si tienes diabetes, hacer pruebas es crucial para mantener tus niveles de glucosa en un rango seguro.