
Cómo evitar el sobreendeudamiento

La anemia por deficiencia de hierro ocurre cuando el cuerpo no tiene el hierro necesario para producir hemoglobina. La hemoglobina es la parte de los glóbulos rojos que le da a la sangre el color rojo y que les permite a los glóbulos rojos transportar la sangre oxigenada a través del cuerpo.
Si no consumes suficiente hierro, o si estás perdiendo mucho hierro, tu cuerpo no puede producir la hemoglobina necesaria, y con el tiempo se manifiesta la anemia por deficiencia de hierro.
Las causas de la anemia por deficiencia de hierro comprenden:
Los siguientes grupos de personas podrían tener un mayor riesgo de padecer anemia por deficiencia de hierro:
Para diagnosticar la anemia por deficiencia de hierro, el médico puede hacer pruebas para detectar lo siguiente:
La anemia por deficiencia de hierro es un tipo frecuente de anemia, trastorno en el cual la sangre no tiene la cantidad suficiente de glóbulos rojos sanos. Los glóbulos rojos transportan oxígeno a los tejidos del cuerpo.
Como su nombre lo indica, la anemia por deficiencia de hierro se debe a la falta de hierro. Sin el hierro necesario, el organismo no puede producir una cantidad suficiente de hemoglobina, sustancia presente en los glóbulos rojos que les permite transportar oxígeno. Como consecuencia, la anemia por deficiencia de hierro puede hacerte sentir cansado y con dificultad para respirar.
En general, la anemia por deficiencia de hierro se puede corregir con suplementos de hierro. A veces es necesario realizar pruebas o tratamientos adicionales para la anemia por deficiencia de hierro, especialmente, si el médico sospecha que puede haber sangrado interno.
Inicialmente, la anemia ferropénica puede ser tan leve que pasa desapercibida. Pero a medida que el cuerpo se vuelve más deficiente en hierro y la anemia empeora, los signos y síntomas se intensifican.
Los signos y síntomas de la anemia ferropénica pueden incluir:
Si tú o tu hijo desarrollan signos y síntomas que sugieren la presencia de anemia ferropénica, consulta a tu médico. La anemia ferropénica no es algo que se autodiagnostica o trata. Así que consulta a tu médico para obtener un diagnóstico en lugar de tomar suplementos de hierro por tu cuenta. Sobrecargar el cuerpo con hierro puede ser peligroso porque la acumulación excesiva de hierro puede dañar el hígado y causar otras complicaciones.
Para tratar la anemia por deficiencia de hierro, el médico puede recomendarte que tomes suplementos de hierro. El médico también tratará la causa de fondo de la deficiencia de hierro si fuera necesario.
El médico puede recomendar comprimidos de hierro de venta libre para reponer las reservas de hierro en el cuerpo. Tu médico te hará saber la dosis correcta para ti. El hierro también está disponible en forma líquida para bebés y niños. Para mejorar las posibilidades de que tu cuerpo absorba el hierro en comprimidos, es posible que se te indique lo siguiente:
Los suplementos de hierro pueden causar estreñimiento, por lo que el médico también puede recomendar un laxante emoliente. El hierro puede hacer que tus heces se vuelvan negras, lo cual es un efecto secundario inofensivo.
La deficiencia de hierro no se puede corregir de la noche a la mañana. Es posible que necesites tomar suplementos de hierro durante varios meses o más para reponer tus reservas de hierro. Generalmente, comenzarás a sentirte mejor después de una semana de tratamiento.
Puedes reducir tu riesgo de anemia por deficiencia de hierro eligiendo alimentos ricos en hierro.
Elige alimentos ricos en hierro. Los siguientes son algunos alimentos ricos en hierro:
Tu cuerpo absorbe más hierro de la carne que de otras fuentes. Si eliges no comer carne, es posible que necesites aumentar el consumo de alimentos vegetales ricos en hierro para absorber la misma cantidad de hierro que alguien que come carne.
Elige alimentos que contengan vitamina C para mejorar la absorción de hierro.
Puedes mejorar la absorción de hierro en el cuerpo tomando jugo de cítricos o comiendo otros alimentos ricos en vitamina C al mismo tiempo que ingieres alimentos ricos en hierro. La vitamina C en los jugos cítricos, como el jugo de china (naranja), ayuda al cuerpo a absorber mejor el hierro de la dieta.
La vitamina C también se encuentra en los siguientes alimentos:
La apendicitis es una inflamación del apéndice. El apéndice es una bolsa en forma de dedo que sobresale del colon en la parte inferior derecha del vientre, también llamada abdomen.
La apendicitis causa dolor en la parte inferior derecha del abdomen. Sin embargo, en la mayoría de las personas, el dolor comienza alrededor del ombligo y luego se desplaza. A medida que empeora la inflamación, suele aumentar el dolor de la apendicitis, y, con el tiempo, se agrava.
Aunque cualquier persona puede padecer apendicitis, lo más frecuente es que se produzca en personas de entre 10 y 30 años. El tratamiento de la apendicitis suele consistir en antibióticos y cirugía para extirpar el apéndice.
Los síntomas de la apendicitis pueden incluir:
El lugar del dolor puede variar en función de la edad y la posición del apéndice. En el embarazo, puede parecer que el dolor procede de la parte superior del abdomen, ya que el apéndice está más alto durante el embarazo.
Si tú o tu hijo tienen síntomas, programa una cita médica con el equipo de atención médica. Un dolor abdominal terrible requiere atención médica inmediata.
Una obstrucción en el revestimiento del apéndice es la causa probable de la apendicitis. Esta obstrucción puede causar una infección. Las bacterias se multiplican rápidamente, lo que causa que el apéndice se inflame, se hinche y se llene de pus. Si no se trata de inmediato, el apéndice puede romperse y abrirse.
El tratamiento de la apendicitis suele consistir en una intervención quirúrgica para extirpar el apéndice. Antes de la intervención, es posible que te administren antibióticos para tratar la infección.
La apendicectomía es una intervención quirúrgica para extirpar el apéndice. La apendicectomía puede realizarse como cirugía abierta mediante un corte abdominal de entre 2 y 4 pulgadas (de 5 a 10 cm) de longitud. Esto se conoce como laparotomía. La cirugía también puede realizarse a través de unos pequeños cortes abdominales. Eso se conoce como cirugía laparoscópica. Durante la apendectomía laparoscópica, el cirujano coloca instrumentos quirúrgicos especiales y una cámara de video en el abdomen para extirpar el apéndice.
En general, la cirugía laparoscópica permite tener una recuperación más rápida y una fase de curación con menos dolor y cicatrices. Puede ser mejor para los adultos mayores y las personas con obesidad.
Pero este tipo de cirugía no es el más adecuado para todos los casos. Es posible que necesites una apendicectomía abierta si el apéndice se ha roto y la infección se ha extendido más allá del apéndice, o si tienes un absceso. La apendicectomía abierta permite al cirujano limpiar la cavidad abdominal.
Si el apéndice ha reventado y se ha formado un absceso a su alrededor, es posible drenarlo. Para drenarlo, se coloca una sonda a través de la piel hasta el absceso. La apendicectomía puede realizarse varias semanas después, una vez controlada la infección.
Si la apendicitis no es grave y no requiere cirugía, pueden utilizarse solo antibióticos. Sin embargo, si no se extirpa el apéndice, hay más probabilidades de que la apendicitis reaparezca.