Diagnóstico

Diagnóstico

Para diagnosticar tu afección, el médico revisará tus signos y síntomas, analizará tus antecedentes médicos y familiares, y conversará sobre cualquier exposición que hayas tenido a irritantes pulmonares, especialmente a humo de cigarrillo. El médico puede solicitar varias pruebas para diagnosticar tu afección.

Entre las pruebas, se pueden incluir las siguientes:

  • Pruebas de la función pulmonar. Estas pruebas miden la cantidad de aire que puedes inhalar y exhalar, y si tus pulmones suministran suficiente oxígeno a tu sangre. Durante la prueba más común, llamada espirometría, soplas en un tubo grande conectado a una máquina pequeña para medir cuánto aire pueden contener los pulmones y con qué rapidez pueden expulsarlo.
  • Rayos X del tórax. Una radiografía de tórax puede mostrar enfisema, una de las principales causas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Los rayos X también pueden descartar otros problemas pulmonares o insuficiencia cardíaca.
  • Tomografía computarizada. La tomografía computarizada de los pulmones puede ayudar a detectar el enfisema y determinar si la cirugía para la enfermedad pulmonar obstructiva crónica podría ser una buena opción para ti. Las tomografías computarizadas también pueden usarse para detectar el cáncer de pulmón.
  • Análisis de gas de la sangre arterial. Este análisis de sangre mide lo bien que los pulmones llevan el oxígeno a la sangre y eliminan el dióxido de carbono.

Tratamiento

Tratamiento

Muchas personas con EPOC tienen formas leves de la enfermedad para las que se necesita poca terapia aparte de dejar de fumar. Incluso en las etapas más avanzadas de la enfermedad, existe una terapia eficaz que puede controlar los síntomas, retrasar la progresión, reducir el riesgo de complicaciones y exacerbaciones, y mejorar la capacidad de llevar una vida activa.

El paso más esencial en cualquier plan de tratamiento para la EPOC es dejar de fumar. Dejar de fumar puede evitar que la EPOC empeore y reduzca tu capacidad de respirar. Pero dejar de fumar no es fácil. Y esta tarea puede parecer particularmente desalentadora si has intentado dejarlo y no has tenido éxito.

Habla con el médico sobre los productos de reemplazo de nicotina y los medicamentos que podrían ayudar, así como sobre cómo manejar las recaídas. El médico también puede recomendar un grupo de apoyo para las personas que desean dejar de fumar. Además, evita la exposición al humo de segunda mano siempre que sea posible.

Además, se utilizan varios tipos de medicamentos para tratar los síntomas y complicaciones de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Puedes tomar algunos medicamentos de forma regular y otros según sea necesario.

Causas

Causas

La causa más común de la gingivitis es el mal cuidado de los dientes y las encías, que permite que se forme placa en los dientes. Esto provoca la hinchazón de los tejidos de las encías circundantes.

Así es cómo la placa puede provocar gingivitis:

  • Se forma placa en los dientes. La placa es una película pegajosa que no tiene color. Se compone principalmente de bacterias que se forman en los dientes después de ingerir almidones y azúcares en los alimentos. Es necesario eliminar la placa todos los días porque se forma rápidamente.
  • La placa se convierte en sarro dental. La placa que permanece en los dientes puede endurecerse bajo la línea de las encías y convertirse en sarro. Este sarro dental, también conocido como cálculo, acumula bacterias. El sarro dental dificulta la eliminación de la placa, crea un escudo protector para las bacterias e irrita la línea de las encías. Necesitas una limpieza dental profesional para eliminar el sarro.
  • El tejido gingival se irrita y se hincha. El tejido gingival es la parte de la encía que rodea la base de los dientes. Cuanto más tiempo permanezcan la placa y el sarro en los dientes, más irritarán el tejido gingival. Con el tiempo, las encías se inflaman y sangran con facilidad. Esto se denomina gingivitis. Si no se trata, la gingivitis puede derivar en caries dentaria, periodontitis y pérdida de dientes.

Prevención

Prevención

A diferencia de algunas enfermedades, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica normalmente tiene una causa clara y un camino claro de prevención, y existen maneras de frenar la progresión de la enfermedad.

Si eres fumador desde hace mucho tiempo, estas simples afirmaciones podrían no parecer tan simples, especialmente si ya has tratado de dejar de fumar una, dos o muchas veces antes. Aun así, sigue intentándolo. Es esencial encontrar un programa para dejar el tabaco que pueda ayudarte a abandonar el hábito para siempre. Es tu mejor oportunidad para reducir el daño a tus pulmones.

La exposición ocupacional a gases y polvos químicos es otro factor de riesgo para la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Si trabajas con este tipo de irritantes pulmonares, habla con tu supervisor sobre las mejores formas de protegerse, como el uso de equipos de protección respiratoria.

A continuación, te damos algunas medidas que puedes tomar para prevenir las complicaciones asociadas con la enfermedad pulmonar obstructiva crónica:

  • Deja de fumar para contribuir a reducir el riesgo de tener enfermedades cardíacas y cáncer de pulmón.
  • Aplícate la vacuna antigripal todos los años y la vacuna contra la neumonía neumocócica regularmente para reducir el riesgo o prevenir algunas infecciones.
  • Habla con tu médico si te sientes triste o impotente, o si piensas que puedes estar experimentando una depresión.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

La gingivitis es común y cualquiera puede desarrollarla. Algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de gingivitis son:

  • Malos hábitos de cuidado bucal.
  • Fumar o mascar tabaco.
  • Edad avanzada.
  • Sequedad en la boca.
  • Mala nutrición, incluida la falta de vitamina C.
  • Reparaciones en los dientes que no encajan correctamente o están en malas condiciones, como empastes, puentes, implantes dentales o carillas.
  • Dientes torcidos que son difíciles de limpiar.
  • Afecciones que reducen la inmunidad, como la leucemia, el VIH o el SIDA, o el tratamiento contra el cáncer.
  • Cambios hormonales, por ejemplo, aquellos relacionados con el embarazo, el ciclo menstrual o el consumo de píldoras anticonceptivas.
  • Determinados genes.
  • Afecciones médicas, como ciertas infecciones virales y fúngicas.

Síntomas

Gingivitis

La gingivitis es una forma común y leve de enfermedad de las encías, también llamada enfermedad periodontal. Provoca irritación, enrojecimiento, hinchazón y sangrado del tejido gingival, que es la parte de la encía que se encuentra alrededor de la base de los dientes. Es importante tomar en serio la gingivitis y tratarla con prontitud. La gingivitis no causa pérdida ósea. Pero si no se trata, puede provocar una enfermedad de las encías mucho más grave, llamada periodontitis, y pérdida de dientes.

La causa más común de gingivitis es no mantener los dientes y las encías limpios y sanos. Los buenos hábitos de salud bucal, como cepillarse los dientes al menos dos veces al día, usar hilo dental a diario y hacerse chequeos dentales regulares, pueden ayudar a prevenir y revertir la gingivitis.

Síntomas

Las encías sanas son firmes y de color rosa pálido. Se ajustan con firmeza alrededor de los dientes. Algunos de los síntomas de la gingivitis corresponden a los siguientes:

Reconocer los síntomas tempranos de la hiperglicemia ayuda a identificarla y tratarla de inmediato. Presta atención a lo siguiente:

  • Encías inflamadas o hinchadas.
  • Encías de color rojo vivo o rojo oscuro, o encías más oscuras de lo habitual.
  • Encías que sangran con facilidad cuando te cepillas los dientes o usas hilo dental.
  • Encías sensibles.
  • Mal aliento.

¿Cuándo consultar al médico?

Pide una cita con tu dentista lo antes posible si observas algún síntoma de gingivitis. Cuanto antes busques atención, mayores serán tus posibilidades de revertir el daño causado por la gingivitis y no contraer periodontitis. Es posible que tu dentista quiera que consultes a un periodoncista si los síntomas no mejoran. El periodoncista es un dentista con formación avanzada que se especializa en el tratamiento de enfermedades de las encías.

Diagnóstico

Diagnóstico

Los dentistas generalmente diagnostican la gingivitis basándose en:/p>

  • Una revisión de tus antecedentes médicos y dentales y de las afecciones que pueden contribuir a tus síntomas.
  • Una observación de tus dientes, encías, boca y lengua en busca de signos de placa, irritación o hinchazón.
  • Una medición de la profundidad de la bolsa del surco entre las encías y dientes. Se inserta una sonda dental al lado del diente debajo de la línea de las encías, generalmente en varios lugares de la boca. En una boca sana, la profundidad de las bolsas es de entre 0,03 y 0,11 pulgadas (1 y 3 milímetros). Las bolsas con una profundidad superior a 0,15 pulgadas (4 mm) pueden indicar enfermedad de las encías.
  • Radiografías dentales para saber si hay una pérdida ósea en las áreas donde el dentista observa bolsas de mayor profundidad.
  • Otras pruebas según sea necesario. Si la causa de la gingivitis no es clara, tu dentista puede recomendarte que te sometas a una evaluación médica para determinar la existencia de otras enfermedades. Si tu enfermedad de las encías está más avanzada, tu dentista puede remitirte a un periodoncista. El periodoncista es un dentista con formación avanzada que se especializa en el tratamiento de enfermedades de las encías.

Tratamiento

Tratamiento

El tratamiento inmediato generalmente revierte los síntomas de la gingivitis y evita que lleve a enfermedades más graves de las encías y a la pérdida de dientes. Tendrás más posibilidades de éxito en el tratamiento si también practicas un buen cuidado bucal diario y dejas de consumir tabaco.

La atención profesional de la gingivitis incluye lo siguiente:

  • Limpieza dental. Tu primera limpieza profesional incluirá la eliminación de todo rastro de placa, sarro dental y productos bacterianos. Este procedimiento se conoce como raspado y alisado radicular. El raspado elimina el sarro dental y las bacterias de la superficie de los dientes y debajo de las encías. El alisado radicular quita los productos bacterianos producidos por la hinchazón y la irritación, y alisa las superficies de las raíces. Esto desalienta una mayor acumulación de sarro dental y bacterias, y permite una recuperación adecuada. El procedimiento puede realizarse con instrumentos, un láser o un dispositivo ultrasónico.
  • Cualquier reparación dental necesaria. Los dientes torcidos o las coronas, los puentes y otras reparaciones dentales con ajuste deficiente pueden irritar las encías y dificultar la eliminación de placa durante el cuidado bucal diario. Si existen problemas con los dientes o las reparaciones dentales que sean parte de tu gingivitis, el dentista podría recomendarte arreglar estos problemas.
  • Atención continua. A menudo, la gingivitis se cura después de una limpieza profesional profunda, siempre que continúes con un buen cuidado bucal en casa. Tu dentista te ayudará a planificar un programa eficaz en casa y un cronograma de controles y limpiezas regulares.

Si sigues las sugerencias de tu dentista, te cepillas los dientes y utilizas hilo dental regularmente, el tejido sano de las encías debería regresar en unos días o semanas.

Prevención

Prevención

Para prevenir la gingivitis:

  • Practica un buen cuidado bucal. Eso significa cepillarte los dientes durante dos minutos al menos dos veces al día, por la mañana y antes de ir a dormir, y usar hilo dental al menos una vez al día. Mejor aún, cepíllate después de cada comida o colación o como te recomiende tu dentista. Usar hilo dental antes de cepillarte los dientes limpia las partículas de comida sueltas y las bacterias.
  • Asiste al dentista con regularidad. Visita a tu dentista o higienista dental con regularidad para realizarte una limpieza, generalmente cada 6 a 12 meses. Si tienes factores de riesgo que aumentan tus probabilidades de desarrollar periodontitis, como tener boca seca, tomar ciertos medicamentos o fumar, es posible que necesites realizarte una limpieza profesional con más frecuencia. Las radiografías dentales anuales pueden ayudar a identificar enfermedades que no se detectan mediante un examen dental visual y observar cambios en tu salud dental.
  • Toma medidas para llevar un estilo de vida saludable. Prácticas como una alimentación saludable y controlar el nivel de glucosa en la sangre si tienes diabetes, por ejemplo, también son importantes para apoyar la salud de las encías.

Síntomas

Golpe de calor

El golpe de calor es un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas. El golpe de calor es la forma más grave de lesión por calor y puede ocurrir si la temperatura del cuerpo alcanza los 104 °F (40 °C) o más. Esta afección es más frecuente en los meses de verano.

El golpe de calor requiere tratamiento de urgencia. El golpe de calor sin tratar puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. El daño empeora cuanto más se retrasa el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o la muerte.

Síntomas
  • Temperatura corporal elevada. Una temperatura corporal de 40 °C o más, es el principal signo de insolación.
  • Alteración del estado mental o del comportamiento. La insolación puede provocar confusión, agitación, dificultad para hablar, irritabilidad, delirio, convulsiones y coma.
  • Alteración de la sudoración. En caso de insolación provocada por el clima cálido, la piel se sentirá caliente y seca al tacto. Sin embargo, en caso de insolación provocada por un ejercicio extenuante, la piel puede sentirse seca o ligeramente húmeda.
  • Náuseas y vómitos. Es posible que el paciente sienta malestar estomacal o vómito.
  • Piel enrojecida. La piel puede enrojecerse a medida que aumenta la temperatura del cuerpo.
  • Respiración rápida. La respiración puede volverse rápida y superficial.
  • Ritmo cardíaco acelerado. El pulso puede aumentar significativamente porque el estrés por calor supone una carga tremenda para el corazón para ayudar a enfriar el cuerpo.

¿Cuándo consultar al médico?

Si crees que una persona puede estar sufriendo un golpe de calor, busca ayuda médica de inmediato. Llama al 911 o al número local de servicios de emergencia.

Toma medidas de inmediato para enfriar a la persona afectada mientras espera el tratamiento de emergencia.

  • Lleva a la persona a la sombra o a un ambiente cerrado.
  • Enfría a la persona con cualquier medio disponible: colócala en una bañera con agua fría o en una ducha fresca, rocíala con una manguera de jardín, pásale una esponja con agua fresca, abanícala mientras la rocías con agua fresca, o colócale compresas de hielo o toallas húmedas y frías sobre la cabeza, el cuello, las axilas y la ingle.