Causas

Causas

El golpe de calor puede ocurrir como resultado de:

  • Exposición a un ambiente caluroso. El tipo de insolación denominado «insolación sin realizar esfuerzo» (clásico) se produce al estar en un ambiente caluroso que provoca un aumento de la temperatura corporal central. A menudo, este tipo de insolación ocurre después de haber estado expuesto a un clima húmedo y caluroso, en especial, durante períodos prolongados. Ocurre con mayor frecuencia en adultos mayores y en personas que padecen enfermedades crónicas.
  • Actividad extenuante. La insolación por esfuerzo ocurre por el aumento en la temperatura corporal central que provoca realizar actividad física intensa en un clima caluroso. Cualquier persona que se ejercite o que haga actividades en un clima caluroso puede sufrir un golpe de calor por esfuerzo, pero es más probable que ocurra si no estás acostumbrado a las temperaturas altas.

En cualquiera de los dos tipos de golpe de calor, la afección puede aparecer por los siguientes motivos:

  • Usar demasiada ropa, lo que evita que el sudor se evapore fácilmente y enfríe el cuerpo.
  • Beber alcohol, lo que puede afectar la capacidad del organismo de regular la temperatura.
  • Deshidratarse al no beber suficiente agua para recuperar los líquidos que se pierden al sudar.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Cualquiera puede sufrir un golpe de calor, pero hay varios factores que aumentan el riesgo:

  • Edad. Tu capacidad para afrontar el calor extremo depende de la fortaleza de tu sistema nervioso central. En los niños, el sistema nervioso central no está plenamente desarrollado y, en los adultos mayores de 65 años, comienza a deteriorarse, lo que hace que el organismo sea menos capaz de afrontar los cambios de la temperatura corporal. Estos dos grupos etarios suelen tener dificultades para mantenerse hidratados, lo que también aumenta el riesgo.
  • Esfuerzo en un clima caluroso. El entrenamiento militar y la práctica de deportes, como jugar al fútbol o correr maratones de larga distancia, en un clima caluroso son algunas de las situaciones en las que se puede sufrir un golpe de calor.
  • Exposición repentina al clima caluroso. Es posible que seas más propenso a las enfermedades relacionadas con el calor si te expones a un aumento de temperatura repentino, por ejemplo, una ola de calor al principio del verano o un viaje a una región con temperaturas más altas.
  • Falta de aire acondicionado. Durante los períodos de temperatura alta sostenida, los ventiladores pueden darte algo de alivio, pero el aire acondicionado es el sistema más eficaz para bajar la temperatura y reducir la humedad.
  • Ciertos medicamentos. Algunos medicamentos afectan la capacidad del organismo de mantenerse hidratado y responder al calor. En el clima caluroso, ten especial cuidado con los medicamentos que estrechan los vasos sanguíneos (vasoconstrictores), regulan la presión arterial al bloquear la adrenalina (betabloqueadores), hacen que el cuerpo elimine sodio y agua (diuréticos) o disminuyen los síntomas psiquiátricos (antidepresivos o antipsicóticos).
  • Algunas enfermedades. Algunas enfermedades crónicas, como las cardíacas o las pulmonares, podrían aumentar el riesgo de sufrir un golpe de calor. Lo mismo puede decirse de la obesidad, el sedentarismo y los antecedentes de haber padecido un golpe de calor.

Diagnóstico

Diagnóstico

A menudo, resulta claro para los médicos si tuviste un golpe de calor, pero los análisis de laboratorio pueden confirmar el diagnóstico, descartar otras causas para tus síntomas y evaluar las lesiones en los órganos. Estas pruebas comprenden las siguientes:

  • La temperatura rectal para verificar tu temperatura corporal central. La temperatura rectal es el modo más preciso de determinar tu temperatura corporal central, ya que es más exacta que las temperaturas de la boca y de la frente.
  • Un análisis de sangre para determinar la concentración de sodio o de potasio, así como el contenido de gases en la sangre para ver si hubo daño en el sistema nervioso central.
  • Un análisis de orina para examinar el color de la orina porque, en general, es más oscura si tienes un trastorno relacionado con el calor, y para comprobar el funcionamiento renal, que puede verse afectado por un golpe de calor.
  • Pruebas del funcionamiento de los músculos para determinar si hay lesiones graves en los tejidos de los músculos (rabdomiólisis).
  • Radiografías y otras pruebas de diagnóstico por imágenes para comprobar si existen lesiones en los órganos internos.

Prevención

Prevención

El golpe de calor se puede predecir y evitar. Toma estas medidas para evitar el golpe de calor durante el tiempo de calor:

  • Usa vestimenta holgada y liviana. Usar demasiada ropa o ropa que es muy ceñida no permite que el cuerpo se enfríe de forma adecuada.
  • Protégete contra las quemaduras por el sol. Las quemaduras por el sol afectan la capacidad del cuerpo para enfriarse, por ello, debes protegerte con un sombrero de ala ancha y gafas de sol, y utilizar un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar de, al menos, 15 cuando estés al aire libre.
  • Bebe mucho líquido. Mantenerte hidratado ayudará a tu cuerpo a sudar y a mantener una temperatura normal.
  • Nunca dejes a nadie en un automóvil estacionado. Las altas temperaturas son causa frecuente en los niños de muerte asociada al calor. Cuando estacionas al sol, la temperatura en el automóvil puede elevarse 11 °C en 10 minutos.
  • Tómate las cosas con calma durante los momentos más calurosos del día. Si no puedes evitar las actividades extenuantes cuando hace calor, bebe líquido y descansa frecuentemente en lugares frescos.
  • Aclimátate. Limita el tiempo que pasas trabajando o haciendo ejercicios cuando hace calor hasta que te hayas aclimatado.
  • Toma precauciones si presentas un riesgo mayor. Si tomas medicamentos o tienes una afección que aumenta el riesgo de padecer problemas relacionados con el calor, evita la exposición y actúa rápidamente si observas síntomas de exceso de calor.

Tratamiento

Tratamiento

El tratamiento para los golpes de calor se enfoca en enfriar el cuerpo a una temperatura normal para prevenir o reducir el daño al cerebro y a los órganos vitales. Para hacerlo, el médico puede tomar estas medidas:

  • Sumergirte en agua fría. Se ha demostrado que la manera más eficaz de reducir la temperatura corporal central de forma rápida es tomar un baño de agua fría o helada. Cuanto más rápido puedan sumergirte en agua fría, menor será el riesgo de muerte o lesiones a los órganos.
  • Usar técnicas de enfriamiento por evaporación. Si no es posible sumergirte en agua fría, los trabajadores de la salud pueden intentar reducir tu temperatura corporal mediante un método por evaporación. Se vaporiza agua fría a la vez que se abanica aire caliente sobre el cuerpo, lo que hace que el agua se evapore y enfríe la piel.
  • Envolverte en hielo y mantas de enfriamiento. Otro método es envolverte en una manta especial de enfriamiento y aplicar compresas de hielo en la ingle, el cuello, la espalda y las axilas para bajar la temperatura.
  • Darte medicamentos para detener los escalofríos. Si los tratamientos para bajar la temperatura corporal te dan escalofríos, el médico puede darte un relajante muscular, como una benzodiacepina. Los escalofríos aumentan la temperatura corporal, y hacen que el tratamiento sea menos efectivo.

Síntomas

Hernia de hiato

Una hernia de hiato se presenta cuando la parte superior del estómago sobresale a través del músculo grande que separa el abdomen y el pecho. Este músculo se denomina diafragma
y tiene una pequeña abertura denominada hiato. El conducto que se usa para tragar alimentos, llamado esófago, pasa a través del hiato antes de conectarse con el estómago. Cuando hay una hernia de hiato, el estómago sube a través de esta abertura hacia el interior del pecho.

Una hernia de hiato pequeña generalmente no causa problemas. Probablemente, ni siquiera sabrías que la tienes, a no ser que el equipo de atención médica la descubra al revisar otra afección.

Sin embargo, una hernia de hiato grande puede permitir que la comida y el ácido refluyan al esófago, lo que puede causar acidez estomacal. Las medidas de autocuidado o los medicamentos generalmente pueden aliviar estos síntomas. Una hernia de hiato muy grande quizás requiera cirugía.

Síntomas

En su mayoría, las hernias de hiato pequeñas no causan síntomas, pero las más grandes pueden causar lo siguiente:

  • Acidez estomacal
  • Regurgitación, que es el retroceso del flujo de alimentos o líquidos que ya tragaste a la boca
  • Reflujo ácido, que es el retroceso de ácido estomacal al esófago
  • Dificultad para tragar
  • Dolor abdominal o en el pecho
  • Sensación de saciedad poco después de comer
  • Falta de aire
  • Vómitos con sangre o heces de color negro, lo que podría indicar que hay un sangrado en el tubo digestivo
¿Cuándo consultar al médico?

Programa una cita con tu médico u otro profesional de atención médica si tienes algún síntoma persistente que te preocupa.

Causas

Causas

Una hernia de hiato se genera cuando el tejido muscular debilitado permite que el estómago forme una protuberancia a través del diafragma. No está claro por qué ocurre esto. A continuación, se presentan algunas causas posibles de la hernia de hiato:

  • Cambios en el diafragma por la edad
  • Lesiones en esta parte del cuerpo, por ejemplo, después de un traumatismo o ciertas clases de cirugía.
  • Nacimiento con un hiato muy grande
  • Presión constante e intensa en los músculos circundantes, que puede ocurrir por toser, vomitar, hacer mucho esfuerzo durante la defecación, hacer ejercicio o levantar objetos pesados

Factores de riesgo

Factores de riesgo

La hernia de hiato es más común en estos casos:

  • La incidencia de hernia de hiato aumenta con la edad, especialmente después de los 50 años.
  • El exceso de peso corporal puede aumentar la presión en el abdomen, lo que puede contribuir al desarrollo de una hernia de hiato.
  • Fumar puede debilitar el diafragma y otros músculos, aumentando el riesgo de hernia.
  • Levantar objetos pesados o realizar esfuerzos físicos intensos puede aumentar la presión intraabdominal.
  • El aumento de la presión abdominal durante el embarazo puede contribuir al desarrollo de una hernia de hiato.
  • Condiciones que debilitan los músculos del diafragma pueden facilitar el desarrollo de una hernia de hiato.

Diagnóstico

Diagnóstico

Por lo general, una hernia de hiato se descubre durante una prueba o un procedimiento para determinar la causa de la acidez estomacal o del dolor en el pecho o en la parte superior del abdomen. Dichas pruebas o procedimientos incluyen los siguientes:

  • Radiografía del aparato digestivo superior. Para estas radiografías, el paciente debe beber un líquido blanquecino que recubre la mucosa interna del tubo digestivo. El líquido le permite al equipo de atención médica ver el contorno del esófago, del estómago y del intestino delgado.
  • Endoscopia, que es un procedimiento para observar el esófago y el estómago. La endoscopia consiste en examinar el sistema digestivo con un endoscopio, que es un tubo largo y delgado que tiene una cámara diminuta. El endoscopio se introduce por la garganta para observar el interior de tu esófago y estómago y verificar si hay inflamación.
  • Manometría esofágica, una prueba para medir las contracciones musculares del esófago. Esta prueba mide las contracciones musculares rítmicas del esófago al tragar. La manometría esofágica también mide la coordinación y la fuerza que usan los músculos del esófago.

Prevención

Prevención

Realizar algunos cambios en el estilo de vida puede ayudar a prevenir o controlar los síntomas causados por una hernia de hiato. Intenta hacer lo siguiente:

  • Realiza varias comidas pequeñas durante el día en lugar de pocas comidas abundantes.
  • No comas alimentos que te provoquen acidez estomacal. Estos incluyen alimentos grasosos o frituras, salsa de tomate, alcohol, chocolate, menta, ajo, cebolla y cafeína.
  • Evita recostarte después de comer o comer tarde en el día.
  • Mantén un peso saludable.
  • Deja de fumar.
  • Eleva la cabecera de la cama 20 cm.