Causas

Causas

Se desconoce la causa exacta de cada tipo de neuropatía. Los investigadores creen que, con el tiempo, el nivel elevado de glucosa en la sangre sin controlar daña los nervios e interfiere en su capacidad para enviar señales, lo que genera la neuropatía diabética.

El nivel elevado de glucosa en la sangre también debilita las paredes de los pequeños vasos sanguíneos (capilares) que le proporcionan oxígeno y nutrientes a los nervios.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Cualquier persona diabética puede tener una neuropatía. Sin embargo, el daño en los nervios es más probable con los siguientes factores de riesgo:

  • Poco control de la glucosa en la sangre. La glucosa en la sangre no controlada aumenta el riesgo de tener complicaciones con la diabetes, incluso daño en los nervios.
  • Antecedentes de diabetes. El riesgo de que una persona presente una neuropatía diabética aumenta cuanto más tiempo tiene diabetes, especialmente si el nivel de glucosa en la sangre no está bien controlado.
  • Enfermedad renal. La diabetes puede dañar los riñones. El daño en los riñones envía toxinas a la sangre, las cuales pueden provocar daños en los nervios.
  • Sobrepeso. Tener un índice de masa corporal (IMC) de 25 o más puede aumentar el riesgo de neuropatía diabética.
  • Fumar. Fumar produce el estrechamiento y el endurecimiento de las arterias, lo que provoca una reducción del flujo sanguíneo que va hacia las piernas y los pies.

Esto retrasa el proceso de cicatrización de las heridas y daña los nervios periféricos.

Tratamiento

Tratamiento

Hasta el momento, no hay una cura para la neuropatía diabética. Los objetivos del tratamiento son los siguientes:

  • Mantén controlada tu presión arterial. Si tienes presión arterial alta y diabetes, presentas un riesgo aún mayor de sufrir complicaciones. Intenta mantener tu presión arterial en el nivel recomendado por el proveedor de atención médica y asegúrate de que te la controle en cada consulta.
  • Elige alimentos saludables. Sigue una alimentación equilibrada que incluya diversos alimentos saludables, especialmente verduras, frutas y granos integrales. Limita el tamaño de las porciones para ayudar a alcanzar o mantener un peso saludable.
  • Mantente activo todos los días. El ejercicio ayuda a reducir la glucosa en la sangre, mejora el flujo sanguíneo y mantiene el corazón sano. Intenta realizar 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica intensa a la semana, o una combinación de ejercicio moderado e intenso. También es una buena idea ponerse de pie cada 30 minutos cuando estés sentado, para producir breves intervalos rápidos de actividad.
  • Deja de fumar. El consumo de tabaco en cualquiera de sus formas hace que sea más probable que tengas mala circulación en los pies, lo que puede causar problemas de cicatrización. Si consumes tabaco, habla con el proveedor de atención médica sobre distintas opciones para dejarlo.

Prevención

Prevención

Puedes prevenir o retrasar la neuropatía diabética y sus complicaciones si controlas de cerca el nivel de glucosa sanguínea y te cuidas mucho los pies.

Control de la glucosa en la sangre

La Asociación Americana de la Diabetes recomienda que las personas con diabetes se hagan la prueba de hemoglobina glucosilada A1c al menos dos veces al año. Esta prueba indica tu nivel promedio de glucosa sanguínea durante los últimos 2 a 3 meses.

Cuidado de los pies

Los problemas en los pies, como llagas que no sanan, úlceras e incluso amputaciones, son complicaciones comunes de la neuropatía diabética. Pero puedes prevenir muchos de estos problemas si te haces un examen completo de los pies por lo menos una vez al año. Además, haz que el proveedor de atención médica controle tus pies en cada visita al consultorio y cuida tus pies en casa.

Diagnóstico

Diagnóstico

Por lo general, el proveedor de atención médica puede diagnosticar la neuropatía diabética mediante un examen físico y la revisión cuidadosa de los síntomas y los antecedentes médicos.

Por lo general el proveedor de atención médica controla lo siguiente:

  • La fuerza y el tono muscular generales
  • Los reflejos de los tendones
  • La sensibilidad al tacto, al dolor, la temperatura y la vibración

Junto con el examen físico, es posible que el proveedor de atención médica realice o solicite análisis específicos que faciliten diagnosticar la neuropatía diabética, como los siguientes:

  • Prueba de filamentación.
  • Pruebas de sensibilidad.
  • Examen de conducción nerviosa.
  • Electromiografía.
  • Pruebas autonómicas.

Síntomas

Obesidad

La obesidad es una enfermedad compleja que consiste en tener demasiada grasa corporal. La obesidad no es solo un problema estético. Es un problema médico que aumenta el riesgo para muchas otras enfermedades y problemas de salud. Estos pueden incluir enfermedades cardíacas, diabetes, presión arterial alta, colesterol alto, enfermedad hepática, apnea del sueño y determinados tipos de cáncer.

Hay muchas razones por las que algunas personas tienen dificultad para perder peso. A menudo, la obesidad es el resultado de factores hereditarios, fisiológicos y ambientales, combinados con la alimentación, la actividad física y las opciones de ejercicio.

Síntomas

El índice de masa corporal, o IMC, se suele utilizar para diagnosticar la obesidad. Para calcular el índice de masa corporal, multiplica el peso en libras por 703, divídelo por la estatura en pulgadas y vuelve a dividirlo por la estatura en pulgadas. O divide el peso en kilogramos por la estatura en metros al cuadrado. Hay varias calculadoras en línea disponibles que ayudan a calcular el índice de masa corporal.

Índice de masa corporal
  • Inferior a 18,5 Peso insuficiente
  • De 18,5 a 24,9 Sano
  • De 25,0 a 29,9 Sobrepeso
  • 30,0 o superior Obesidad

Para la mayoría de las personas, el índice de masa corporal brinda un cálculo aceptable de la grasa corporal. Sin embargo, el índice de masa corporal no mide directamente la grasa corporal.

¿Cuándo consultar al médico?

Si estás preocupado por tu peso o por los problemas de salud relacionados con el peso, pregúntale al profesional de la salud sobre el control de la obesidad. Con el equipo de atención médica, podrán evaluar los riesgos para tu salud y analizar tus opciones para bajar de peso.

Causas

Causas

Aunque existen influencias genéticas, conductuales, metabólicas y hormonales en el peso corporal, la obesidad ocurre cuando se ingieren más calorías de las que se queman con las actividades diarias típicas y el ejercicio. El cuerpo almacena ese exceso de calorías en forma de grasa.

Las personas con obesidad podrían comer más calorías antes de sentirse satisfechas, sentir hambre antes o comer más debido al estrés o la ansiedad.

Muchas personas que viven en países occidentales ahora tienen trabajos con muchas menos exigencias físicas, por lo que no suelen quemar tantas calorías en el trabajo. Incluso las actividades cotidianas consumen menos calorías, gracias a comodidades como los controles remotos, las escaleras mecánicas, las compras en línea y los restaurantes y bancos con ventanilla para autos.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

La obesidad suele ser el resultado de una combinación de causas y factores contribuyentes:

  • Herencia e influencias familiares. Los genes que heredas de tu padre y madre pueden afectar la cantidad de grasa corporal que almacenas y dónde se distribuye esa grasa.
  • Dieta poco saludable. Una dieta que contiene muchas calorías, mucha comida rápida, bebidas altamente calóricas y porciones demasiado grandes, pero pocas frutas y vegetales contribuye al aumento de peso.
  • Calorías líquidas. Las personas beben muchas calorías sin sentir saciedad, especialmente las calorías provenientes del alcohol. Otras bebidas altas en calorías, como los refrescos azucarados, pueden contribuir a un aumento de peso.
  • Inactividad. Si tienes un estilo sedentario de vida, fácilmente puedes ingerir al día más calorías de las que quemas a través del ejercicio y las actividades de la rutina diaria.
  • Embarazo. El aumento de peso es común durante el embarazo. Para algunas mujeres, después del nacimiento del bebé, es difícil perder ese peso que aumentaron.
  • Dejar de fumar. Con frecuencia, dejar de fumar está asociado con el aumento de peso. Para algunas personas, puede llevar a un aumento de peso suficiente para calificar como obesidad.
  • Falta de sueño. No dormir lo suficiente causa cambios hormonales que aumentan el apetito. Lo mismo ocurre al dormir demasiado.
  • Estrés. Muchos factores externos que afectan el estado de ánimo y el bienestar pueden contribuir a la obesidad. Las personas a menudo buscan más alimentos ricos en calorías cuando se enfrentan a situaciones estresantes.

Diagnóstico

Diagnóstico

Para diagnosticar la obesidad, generalmente el profesional de la salud podría realizar un examen físico y recomendar algunas pruebas.

Por lo general, estos exámenes y pruebas son los siguientes:

  • Detallar tu historial médico. Tu equipo de atención médica puede revisar tu historial de peso, tus esfuerzos para bajar de peso, tu actividad física y tus hábitos de ejercicio.
  • Realizar un examen físico general. Esto incluye medir tu estatura, verificar signos vitales como la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la temperatura, escuchar tu corazón y pulmones, y examinar tu abdomen.
  • Calcular tu IMC. El profesional de la salud revisa tu índice de masa corporal, denominado IMC. Un IMC de 30 o más se considera obesidad. Los números superiores a 30 aumentan aún más los riesgos para la salud.
  • Medir el tamaño de la cintura. La medida del contorno de la cintura se denomina circunferencia. Las mujeres con una cintura que mide más de 89 centímetros y los hombres con una cintura mayor de 102 centímetros podrían tener más riesgos para la salud que las personas con medidas más pequeñas de cintura.

Tratamiento

Tratamiento

El objetivo del tratamiento contra la obesidad es alcanzar y mantener un peso saludable. Esto mejora la salud en general y reduce el riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con la obesidad.

Es posible que necesites trabajar con un equipo de profesionales de atención médica, incluido un dietista, un consejero de comportamiento o un especialista en obesidad, para ayudarte a entender y hacer cambios en tus hábitos alimenticios y de actividad.

El primer objetivo del tratamiento suele ser una pérdida de peso modesta: entre el 5 % y el 10 % de tu peso total. Esto significa que, si pesas 91 kg, solo tendrías que bajar alrededor de 4,5 kg a 9 kg para que tu salud empiece a mejorar. Pero cuanto más peso pierdas, mayores serán los beneficios.

Todos los programas para la pérdida de peso requieren que cambies tus hábitos alimentarios y realices más actividad física. Los métodos de tratamiento adecuados para ti dependen de tu peso, de tu estado general de salud y de tu voluntad para participar en el plan de pérdida de peso.