Causas

Causas

El resfriado común es una infección de la nariz y la garganta (infección del tracto respiratorio superior) que puede estar causada por uno de más de 200 virus. Los rinovirus son los más comunes.

Un virus del resfriado entra en el cuerpo de tu bebé a través de la boca, los ojos o la nariz.

Una vez que se haya infectado con el virus, por lo general tu bebé será inmune a ese virus. Pero dado que muchos virus causan resfriados, tu bebé puede tener varios resfriados al año y muchos a lo largo de su vida. Además, algunos virus no producen una inmunidad duradera.

Tu bebé puede infectarse con un virus por:

  • Aire. Cuando alguien que está enfermo tose, estornuda o habla, puede propagar el virus directamente a tu bebé.
  • Contacto directo. Alguien que tenga un resfriado y toque la mano de tu bebé puede trasmitirle el virus del resfriado, y el bebé puede infectarse si se toca los ojos, la nariz o la boca.
  • Superficies contaminadas. Algunos virus viven en superficies durante dos horas o más. Tu bebé puede contagiarse del virus al tocar una superficie contaminada, como un juguete.

Prevención

Prevención

No hay vacuna para el resfriado común. La mejor defensa contra el resfriado común es tomar precauciones con sentido común y el lavado frecuente de manos.

  • Mantén a tu bebé alejado de cualquier persona que esté enferma. Si tienes un recién nacido, no permitas que nadie que esté enfermo lo visite. Si es posible, evita el transporte público y los lugares con mucha concentración de público con tu recién nacido.
  • Lávate las manos antes de alimentar o tocar a tu bebé. Lávate las manos muy bien y con frecuencia con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Si no dispones de agua ni jabón, usa un desinfectante de manos a base de alcohol que contenga por lo menos un 60 % de alcohol.
  • Limpia los juguetes y chupetes de tu bebé con frecuencia. Limpia las superficies que se tocan con frecuencia. Esto es de particular importancia si alguien en tu familia o un amiguito de tu bebé tiene un resfriado.
  • Enséñales a todos en la casa a toser o estornudar en un pañuelo desechable. Tira los pañuelos desechables usados inmediatamente y luego lávate bien las manos. Si no tienes un pañuelo desechable a tu alcance, tose o estornuda en la parte interna del codo. Luego lávate las manos.
  • Revisa las políticas del centro de cuidado infantil de tu hijo. Busca un ambiente de cuidado infantil con buenas prácticas de higiene y políticas claras acerca de mantener a los niños enfermos en el hogar.

Tratamiento

Tratamiento

No hay cura para el resfriado común. La mayoría de los casos de resfriado común mejoran sin tratamiento, normalmente en un plazo de una semana a 10 días, pero la tos puede durar una semana o más. Los antibióticos no funcionan contra los virus del resfriado.

Intenta que tu bebé esté más cómodo con medidas como asegurarte de que beba suficiente líquido, succionar moco nasal y mantener el aire húmedo. Por lo general, se debe evitar darles medicamentos de venta libre a los bebés.

Autocuidados

En muchos casos, puedes tratar el resfriado de un bebé de mayor edad en casa. Para hacer que tu bebé esté lo más cómodo posible, intenta algunas de estas sugerencias:

  • Ofrece mucho líquido. Los líquidos son importantes para evitar la deshidratación.
  • Succiona la nariz de tu bebé. Mantén los conductos nasales de tu bebé limpios con una pera de goma.
  • Usa gotas nasales de solución salina. El médico de tu bebé puede recomendar gotas nasales de solución salina para humedecer los conductos nasales y aflojar el moco espeso.
  • Humedece el aire. El uso de un humidificador de agua fría en la habitación de tu bebé puede aliviar la congestión nasal. Cambia el agua diariamente y sigue las instrucciones del fabricante para limpiar la unidad.

Causas

Causas

El síndrome metabólico se vincula estrechamente con el sobrepeso, la obesidad y la falta de actividad física.

También se vincula con una afección denominada resistencia a la insulina. En condiciones normales, el sistema digestivo descompone los alimentos que ingieres y los transforma en azúcar. La insulina es una hormona generada por el páncreas que ayuda al ingreso del azúcar a las células para utilizarla como combustible.

En las personas con resistencia a la insulina, las células no responden normalmente a la insulina y la glucosa no puede ingresar a las células con tanta facilidad. Como resultado, los niveles de glucemia aumentan incluso cuando tu cuerpo produce más insulina para intentar disminuir la glucemia.

Síntomas

Síndrome metabólico

El síndrome metabólico es un grupo de trastornos que se presentan al mismo tiempo y aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2. Estos trastornos incluyen aumento de la presión arterial, niveles altos de azúcar en sangre, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura y niveles anormales de colesterol o triglicéridos.

Tener solo uno de estos trastornos no significa que tienes síndrome metabólico. Pero sí significa que tienes un mayor riesgo de contraer una enfermedad grave. Y si desarrollas más de estos trastornos, tu riesgo de complicaciones, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas, aumenta aún más.

El síndrome metabólico es cada vez más frecuente, y hasta un tercio de los adultos estadounidenses lo tienen. Si tienes síndrome metabólico o cualquiera de sus componentes, los cambios radicales en el estilo de vida pueden demorar o incluso evitar la aparición de problemas de salud graves.

Síntomas

La mayoría de los trastornos asociados con el síndrome metabólico no tiene signos ni síntomas evidentes. Un signo que es visible es la circunferencia grande de la cintura. Si el azúcar en sangre es alto, podrías notar los signos y los síntomas de la diabetes, como aumento de la sed y la orina, cansancio y visión borrosa.

¿Cuándo consultar al médico?

Si sabes que presentas al menos un componente del síndrome metabólico, consulta al médico para ver si debes realizarte análisis para detectar otros componentes.

Diagnóstico

Diagnóstico

Según las pautas de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), padeces el síndrome metabólico si tienes tres o más de estos rasgos, incluidos los rasgos para los que puedes estar tomando medicamentos para controlarlos:

  • Circunferencia grande de cintura: una cintura que mide al menos 35 pulgadas (89 centímetros) en el caso de las mujeres y 40 pulgadas (102 centímetros) en el caso de los hombres.
  • Niveles elevados de triglicéridos: 150 miligramos por decilitro (mg/dl) o 1,7 milimoles por litro (mmol/l) o niveles superiores de este tipo de grasa en sangre.
  • Colesterol «bueno» o de Lipoproteína de alta densidad reducido: menos de 40 miligramos por decilitro (1,04 milimoles por litro) en los hombres o menos de 50 miligramos por decilitro (1,3 milimoles por litro) en las mujeres.
  • Una prueba cutánea. Una prueba de punción epidérmica puede determinar tu reacción a un alimento en particular. Para esta prueba, se coloca sobre la piel del antebrazo o la espalda una pequeña cantidad del alimento del que se sospecha que podría causar una reacción alérgica. Si eres alérgico a la sustancia que se está probando, te aparecerá un pequeño bulto o una reacción. Sin embargo, una reacción positiva a esta prueba no es suficiente para confirmar una alergia al alimento en cuestión.
  • Hipertensión arterial: 130/85 milímetros de mercurio (mm Hg) o más.
  • Glucosa sanguínea en ayunas elevada: 100 miligramos por decilitro (5,6 milimoles por litro) o más.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Los siguientes factores aumentan las posibilidades de tener síndrome metabólico:

  • Edad. El riesgo de padecer síndrome metabólico aumenta con la edad.
  • Origen étnico. En los Estados Unidos, los hispanos, en especial las mujeres hispanas, parecen tener el mayor riesgo de desarrollar el síndrome metabólico. Las razones de esto no están del todo claras.
  • Obesidad. Tener sobrepeso, especialmente en el abdomen, aumenta el riesgo de síndrome metabólico.
  • Diabetes. Es más probable que tengas síndrome metabólico si tuviste diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional) o si tienes antecedentes familiares de diabetes tipo 2.
  • Otras enfermedades. Tienes más riesgo de experimentar síndrome metabólico si alguna vez tuviste la enfermedad del hígado graso no alcohólico, el síndrome de ovario poliquístico o una apnea del sueño.

Prevención

Prevención

Un compromiso de por vida con un estilo de vida saludable puede prevenir las afecciones que causan el síndrome metabólico. Un estilo de vida saludable incluye lo siguiente:

  • Hacer actividad física al menos 30 minutos la mayoría de los días
  • Comer muchas verduras, frutas, proteínas magras y cereales integrales
  • Limitar la sal y las grasas saturadas en tu dieta
  • Mantener un peso saludable
  • No fumar

Síntomas

Síndrome premenstrual (SPM)

El síndrome premenstrual (SPM) tiene una amplia variedad de signos y síntomas, incluidos los cambios de humor, sensibilidad en los senos, antojos de comida, fatiga, irritabilidad y depresión. Se calcula que 3 de cada 4 mujeres que menstrúan han experimentado alguna forma de síndrome premenstrual.

Los síntomas suelen volver a aparecer y siguen un patrón predecible. Los cambios físicos y emocionales que experimentas con el síndrome premenstrual pueden variar desde apenas notorios hasta intensos.

Síntomas

La lista de los posibles signos y síntomas del síndrome premenstrual es larga, pero la mayoría de las mujeres presentan solo algunos de estos problemas.

Anafilaxia
  • Tensión o ansiedad
  • Estado de ánimo deprimido
  • Episodios de llanto
  • Cambios de humor e irritabilidad o enojo
  • Cambios en el apetito y antojos de comidas
Signos y síntomas físicos
  • Dolor articular o muscular
  • Dolor de cabeza
  • Fatiga
  • Mareos, aturdimiento o pérdida del conocimiento
  • Fatiga
  • Hinchazón abdominal
  • Sensibilidad en los senos
  • Brotes de acné
  • Estreñimiento o diarrea

Para algunas personas, el dolor físico y el estrés emocional son lo suficientemente graves como para afectar la vida cotidiana. Independientemente de la gravedad de los síntomas, los signos y síntomas generalmente desaparecen en el transcurso de los cuatro días posteriores al inicio del período menstrual para la mayoría de las mujeres.

Sin embargo, una pequeña cantidad de mujeres con síndrome premenstrual padece síntomas incapacitantes todos los meses. Este tipo de síndrome premenstrual se denomina trastorno disfórico premenstrual (TDPM).

¿Cuándo consultar al médico?

Si no has podido controlar tu síndrome premenstrual (SPM) con cambios en el estilo de vida, y los síntomas de síndrome premenstrual están afectando tu salud y tus actividades diarias, consulta con tu médico.

Tratamiento

Tratamiento

Si los cambios radicales en el estilo de vida como dieta y ejercicio no son suficientes, tu médico puede sugerir medicamentos para ayudar a controlar la presión arterial, el colesterol y el nivel de glucosa en la sangre.

Autocuidados
  • Actividad física regular. Los expertos en salud recomiendan hacer al menos 30 minutos de ejercicio, como caminar a paso ligero, todos los días. Pero no tienes que hacer toda esa actividad a la vez.
  • Bajar de peso. Perder el 7 % de tu peso corporal puede reducir la resistencia a la insulina y la presión arterial y disminuir el riesgo de diabetes. De hecho, cualquier reducción de peso ayuda.
  • Alimentación sana. Planes de alimentación saludable, como la dieta de enfoques dietéticos para detener la hipertensión (DASH, por sus siglas en inglés) y la dieta mediterránea, hacen hincapié en comer vegetales, frutas, cereales integrales con alto contenido de fibra y proteínas magras.
  • Dejar de fumar. Dejar el cigarrillo mejorará en gran medida tu estado de salud general. Habla con el médico si necesitas ayuda para dejar de fumar.
  • Reducción o control del estrés. La actividad física, la meditación, el yoga y otros programas pueden ayudarte a enfrentar el estrés y a mejorar tu salud emocional y física.