Causas

Causas

Se desconoce con exactitud la causa del síndrome premenstrual, pero varios factores pueden contribuir con la afección:

La mayoría de las alergias alimentarias se desencadenan a causa de ciertas proteínas presentes en los siguientes alimentos:

  • Los cambios cíclicos en las hormonas. Los signos y síntomas del síndrome premenstrual cambian con las variaciones hormonales y desaparecen con el embarazo y la menopausia.
  • Cambios químicos en el cerebro. Las variaciones de serotonina, un químico del cerebro (neurotransmisor) que se cree que cumple una función esencial en los cambios de humor, pueden desencadenar los síndrome premenstrual. Las cantidades insuficientes de serotonina pueden contribuir con la depresión premenstrual, así como con la fatiga, los antojos de comida y los problemas del sueño.
  • Depresión. Algunas mujeres con síndrome premenstrual grave tienen depresión sin diagnosticar, aunque la depresión por sí sola no causa todos los síntomas

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Los factores de riesgo del síndrome premenstrual (SPM) no están totalmente claros, pero se cree que están relacionados con los cambios hormonales que ocurren durante el ciclo menstrual. Algunas mujeres pueden tener un mayor riesgo de desarrollar SPM si:

  • Tienen antecedentes familiares de SPM o trastorno disfórico premenstrual (TDPM)
  • Tienen antecedentes personales o familiares de depresión, depresión posparto u otros trastornos del estado de ánimo
  • Tienen altos niveles de estrés
  • Son alcohólicas o consumen alcohol con asiduidad
  • Fuman

Prevención

Prevención

A veces se pueden controlar o reducir los síntomas del síndrome premenstrual mediante cambios en la alimentación, el ejercicio y el enfoque con respecto a la vida cotidiana. Prueba estos consejos:

Cambia tu dieta

Si sabes que tienes una alergia alimentaria, sigue estos pasos:

  • Come menos y de manera más frecuente para reducir la hinchazón y la sensación de saciedad.
  • Limita el consumo de sal y de alimentos salados para reducir la hinchazón y la retención de líquidos.
  • Consume alimentos con hidratos de carbono complejos, como las frutas, las verduras y los granos integrales.
  • Consume alimentos ricos en calcio. Si no toleras los lácteos o no obtienes la cantidad adecuada de calcio en su dieta, puedes consumir un suplemento de calcio a diario.
  • Evita el consumo de cafeína y alcohol.

Incorpora el ejercicio a tu rutina diaria

Camina al menos 30 minutos a paso ligero, anda en bicicleta, nada o realiza alguna otra actividad aeróbica la mayoría de los días de la semana. El ejercicio diario regular puede ayudar a mejorar tu estado de salud general y aliviar ciertos síntomas, como la fatiga y el estado de ánimo deprimido.

Reduce el estrés
  • Duerme mucho.
  • Practica la relajación muscular progresiva o realiza ejercicios de respiración profunda para ayudar a reducir los dolores de cabeza, la ansiedad o los problemas para dormir (insomnio).
  • Prueba con yoga o masajes para relajarte y aliviar el estrés.

Diagnóstico

Diagnóstico

No existen manifestaciones físicas únicas ni análisis de laboratorio para diagnosticar positivamente el síndrome premenstrual. El médico puede atribuir un síntoma particular al síndrome premenstrual si es parte de tu patrón premenstrual predecible.

Para ayudar a establecer un patrón premenstrual, es posible que el médico te pida que anotes tus signos y síntomas en un calendario o en un diario durante al menos dos ciclos menstruales. Registra el día que notes por primera vez los síntomas del síndrome premenstrual, así como el día que desaparecen. Asegúrate también de marcar qué día comienza tu período y qué día finaliza.

Algunas afecciones pueden asemejarse al síndrome premenstrual, incluido el síndrome de fatiga crónica, los trastornos tiroideos y los trastornos del estado de ánimo, como depresión y ansiedad. El proveedor de atención médica puede solicitar pruebas, como la prueba de la función tiroidea o la prueba de detección del estado de ánimo, para ayudar a brindar un diagnóstico claro.

Tratamiento

Tratamiento

Para muchas mujeres, los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a aliviar los síntomas del síndrome premenstrual. Sin embargo, según la gravedad de los síntomas, el médico podría recetarte uno o más medicamentos para el síndrome premenstrual.

  • Antidepresivos. Por lo general, estos medicamentos se toman diariamente. Sin embargo, en algunas mujeres con síndrome premenstrual, el uso de antidepresivos puede limitarse a las dos semanas anteriores al inicio de la menstruación.
  • Fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE). Si se toman antes de la menstruación o cuando esta comienza, los fármacos antiinflamatorios no esteroides pueden aliviar los calambres y las molestias en las mamas.
  • Diuréticos. Cuando hacer ejercicio y limitar el consumo de sal no son suficientes para reducir el aumento de peso, la inflamación y la hinchazón que causa el síndrome premenstrual, tomar píldoras de agua (diuréticos) puede ayudar a eliminar el exceso de líquido a través de los riñones.
  • Anticonceptivos hormonales. Estos medicamentos de venta con receta suspenden la ovulación, lo cual puede aliviar los síntomas del síndrome premenstrual.

Síntomas

Trastornos de ansiedad

Sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias.

Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar, son desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden durar un largo tiempo. Con el propósito de prevenir estos sentimientos, puede suceder que evites ciertos lugares o situaciones. Los síntomas pueden empezar en la infancia o la adolescencia y continuar hasta la edad adulta.

Síntomas

Los signos y síntomas de la ansiedad más comunes incluyen los siguientes:

  • Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
  • Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe
  • Aumento del ritmo cardíaco
  • Respiración acelerada (hiperventilación)
  • Sudoración
  • Temblores
  • Sensación de debilidad o cansancio
  • Tener dificultades para controlar las preocupaciones
  • Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad

Existen varios tipos de trastornos de ansiedad:

  • La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad en el que temes a lugares y situaciones que pueden causarte pánico o hacerte sentir atrapado.
  • El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por una ansiedad y una preocupación persistentes y excesivas por actividades o eventos, incluso asuntos comunes de rutina.
  • El trastorno de pánico implica episodios repetidos de sensaciones repentinas de ansiedad y miedo o terror intensos que alcanzan un nivel máximo en minutos (ataques de pánico).
  • El trastorno de ansiedad social (fobia social) implica altos niveles de ansiedad, miedo o rechazo a situaciones sociales debido a sentimientos de vergüenza, inseguridad y preocupación por ser juzgado o percibido de manera negativa por otras personas.
  • Las fobias específicas se caracterizan por una notable ansiedad cuando la persona se ve expuesta a un objeto o situación específicos, y un deseo por evitarlos.

En casos de anafilaxia, el tratamiento de emergencia es fundamental. Si no se trata, la anafilaxia puede causar un estado de coma o incluso la muerte.

¿Cuándo consultar al médico?

Consulta con el médico en los siguientes casos:

  • Sientes que te estás preocupando demasiado y que esto interfiere en tu trabajo, tus relaciones y otros aspectos de tu vida
  • Tu miedo, tu preocupación o tu ansiedad te causan malestar y te resulta difícil controlarlos
  • Te sientes deprimido, tienes problemas con el consumo de alcohol o drogas, o tienes otros problemas de salud mental junto con ansiedad
  • Piensas que tu ansiedad podría estar vinculada a un problema de salud física
  • Tienes pensamientos o conductas suicidas (de ser así, procura tratamiento de urgencia inmediatamente)

Causas

Causas

No está del todo claro cuáles son las causas de los trastornos de ansiedad. Ciertas experiencias de vida, como acontecimientos traumáticos, parecen provocar los trastornos de ansiedad en personas que ya son propensas a la ansiedad. Los rasgos heredados también pueden ser un factor.

Causas médicas

Para algunas personas, la ansiedad puede estar relacionada con un problema de salud oculto. En algunos casos, los signos y síntomas de ansiedad son los primeros indicadores de una enfermedad. Si el médico sospecha que la ansiedad que tienes puede tener una causa médica, quizás te indique análisis para buscar los signos del problema.

Algunos ejemplos de problemas médicos que pueden estar relacionados con la ansiedad incluyen los siguientes:

  • Enfermedad cardíaca
  • Diabetes
  • Problemas de tiroides, como el hipertiroidismo
  • Trastornos respiratorios, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma
  • Uso inadecuado de sustancias o abstinencia
  • Abstinencia del alcohol, de medicamentos contra la ansiedad (benzodiazepinas) o de otros medicamentos
  • Dolor crónico o síndrome de intestino irritable
  • Tumores poco frecuentes que producen hormonas de reacción de “luchar o huir”

En ocasiones, la ansiedad puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Los siguientes factores pueden incrementar el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad:

  • Trauma. Los niños que soportaron maltratos o traumas o que presenciaron eventos traumáticos tienen mayor riesgo de manifestar un trastorno de ansiedad en algún momento de sus vidas. Los adultos que atraviesan un evento traumático también pueden manifestar trastornos de ansiedad.
  • Estrés debido a una enfermedad. Tener un problema de salud o una enfermedad grave puede causar gran preocupación acerca de cuestiones como el tratamiento y el futuro.
  • Acumulación de estrés. Un evento importante o una acumulación de situaciones estresantes más pequeñas de la vida pueden provocar ansiedad excesiva, por ejemplo, la muerte de algún familiar, estrés en el trabajo o preocupaciones continuas por la situación financiera.
  • Personalidad. Las personas con determinados tipos de personalidad son más propensas a sufrir trastornos de ansiedad que otras personas.
  • Otros trastornos mentales. Las personas que padecen otros trastornos mentales, como depresión, a menudo también padecen un trastorno de ansiedad.
  • Tener familiares consanguíneos que padecen un trastorno de ansiedad. Los trastornos de ansiedad pueden ser hereditarios.
  • Drogas o alcohol. El consumo o el uso indebido o la abstinencia de drogas o alcohol pueden provocar o empeorar la ansiedad.

Diagnóstico

Diagnóstico

Para diagnosticar un trastorno de ansiedad, tu proveedor de salud mental puede:

  • Realizarte un examen psicológico. Esto implica hablar sobre tus pensamientos, sentimientos y comportamientos para ayudar a identificar un diagnóstico y detectar las complicaciones relacionadas. Los trastornos de ansiedad a menudo se producen junto con otros problemas de salud mental, como la depresión o el abuso de sustancias, lo que puede complicar la determinación del diagnóstico.
  • Compara tus síntomas con los criterios del DSM-5. Muchos médicos utilizan los criterios del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM-5), publicado por American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría), para diagnosticar un trastorno de ansiedad.

Tratamiento

Tratamiento

Los dos tratamientos principales para los trastornos de ansiedad son la psicoterapia y los medicamentos. Es posible que obtengas los mayores beneficios con una combinación de ambos. Puede que sea necesario probar para descubrir cuáles tratamientos funcionan mejor para ti.

La psicoterapia incluye el trabajo con un terapeuta para reducir los síntomas de ansiedad. Puede ser un tratamiento eficaz para la ansiedad.Los cambios en el estilo de vida también pueden marcar la diferencia. Puedes hacer lo siguiente:

  • Permanecer activo físicamente. Desarrolla una rutina para estar activo físicamente la mayoría de los días de la semana. El ejercicio es una herramienta muy potente para reducir el estrés.
  • Evita el alcohol y las drogas recreativas. Estas sustancias pueden causar o empeorar la ansiedad. Si no puedes dejarlas por tu cuenta, consulta con tu médico o busca un grupo de apoyo para recibir ayuda.
  • Deja de fumar y reduce o deja de consumir bebidas con cafeína. Tanto la nicotina como la cafeína puede empeorar la ansiedad.
  • Usa técnicas de control del estrés y de relajación. Las técnicas de visualización, la meditación y el yoga son ejemplos de técnicas de relajación que pueden aliviar la ansiedad.
  • Que dormir sea una prioridad. Haz lo que puedas para asegurarte de que estés durmiendo lo suficiente como para estar descansado. Si no estás durmiendo bien, consulta con tu médico.
  • Come alimentos saludables. Comer sano, como focalizarse en vegetales, frutas, granos integrales y pescado, puede estar relacionado con menor ansiedad; sin embargo, se necesita más investigación.