Causas

Causas

El virus sincicial respiratorio ingresa al cuerpo a través de los ojos, la nariz o la boca. Se trasmite fácilmente por el aire en gotitas respiratorias infectadas. Tú y tu hijo pueden infectarse si alguien con el VRS tose o estornuda cerca de ustedes.

El virus también se trasmite a otros a través del contacto directo, como al dar la mano. Puede sobrevivir durante horas sobre los objetos duros, como las encimeras, las barandas de la cuna, y los juguetes. Si te tocas la boca, la nariz o los ojos después de tocar un objeto contaminado, es muy probable que te infectes con el virus.

La persona infectada es más contagiosa durante aproximadamente la primera semana después de la infección. Pero en los bebés y las personas con inmunidad debilitada, el virus quizás continúe propagándose aun después de que los síntomas desaparezcan, por hasta cuatro semanas.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

A los 2 años, la mayoría de los niños habrá tenido una infección por virus sincicial respiratorio, pero pueden volver a infectarse con el virus respiratorio sincicial más de una vez. Los niños que asisten a centros de cuidado infantil o tienen hermanos que van a la escuela tienen mayor riesgo de exposición y reinfecciones. La temporada para el virus sincicial respiratorio es del otoño al fin de la primavera.

Las personas con mayor riesgo de sufrir infecciones graves o que a veces ponen en riesgo la vida, con el virus incluyen:

  • los bebés, especialmente los prematuros o los de 6 meses o menores
  • los niños que tienen una enfermedad cardíaca de nacimiento (enfermedad cardíaca congénita) o enfermedad pulmonar crónica
  • los niños o adultos con el sistema inmunitario debilitado a causa de enfermedades como el cáncer o por tratamientos como la quimioterapia
  • los niños que tienen trastornos neuromusculares, como la distrofia muscular los adultos con enfermedades cardíacas o pulmonares
  • los adultos mayores, en particular aquellos de 65 años y mayores

Tratamiento

Tratamiento

El tratamiento del virus sincital respiratorio generalmente comprende medidas de cuidado personal para que tu hijo se sienta más cómodo. Sin embargo, en casos de síntomas graves, es posible que sea necesaria la atención hospitalaria.

Atención complementaria

Tu médico puede recomendarte medicamentos de venta libre para bajar la fiebre. El uso de gotas nasales salinas y de una ventosa puede ayudar a destapar una nariz congestionada. Es posible que el médico recete un antibiótico si existe una complicación bacteriana como neumonía bacteriana.

Atención hospitalaria

Si la infección con el VSR es grave, quizás sea necesaria una internación en el hospital. Los tratamientos en el hospital pueden comprender:

  • Líquidos intravenosos
  • Oxígeno húmedo
  • Un respirador (ventilación mecánica), raras veces

Autocuidados

Es posible que no logres acortar la duración de la infección por el virus, pero puedes aliviar algunos signos y síntomas.

Si tu hijo tiene el virus respiratorio sincicial, haz todo lo posible por distraerlo o reconfortarlo; abrázalo, léele un libro o juega con él a un juego tranquilo. Otros consejos para aliviar los síntomas:

  • Humidifica el aire que respira. Mantén el cuarto caliente, pero no demasiado.
  • Bebe mucho líquido. Continúa amamantando o alimentando con biberón al lactante como lo harías normalmente.
  • Prueba con gotas nasales de solución salina. Las gotas de venta libre son un método seguro y efectivo de aliviar la congestión, aun para los niños.
  • Utiliza analgésicos de venta libre. Los medicamentos de venta libre para el dolor pueden ayudar a reducir la fiebre y aliviar el dolor de garganta.

Diagnóstico

Diagnóstico

Tu médico puede sospechar que tienes el virus sincicial respiratorio según los hallazgos de una exploración física y la época del año en la que aparezcan los síntomas. Durante el examen, el médico puede escuchar los pulmones con un estetoscopio en busca de sibilancia al respirar u otro sonido anormal.

Generalmente no se necesitan análisis de laboratorio ni pruebas por imágenes. Pero pueden ayudar en el diagnóstico de las complicaciones del virus sincicial respiratorio o descartar otras enfermedades que puedan causar síntomas similares. Algunas de las pruebas son:

  • Análisis de sangre para controlar el recuento de los glóbulos blancos o determinar si hay virus, bacterias y otros microbios presentes
  • Radiografías de tórax para verificar si tienes inflamación de los pulmones
  • Exudados de secreciones del interior de la boca o la nariz para ver si hay signos del virus
  • Oximetría de pulso, un monitor indoloro en la piel, para detectar niveles de oxígeno más bajos de lo normal en la sangre

Prevención

Prevención

Estos hábitos pueden ayudar a prevenir el contagio con esta infección:

  • Lavarse las manos con frecuencia. Enseña a tus hijos la importancia de lavarse las manos.
  • Evitar la exposición. Cúbrete la boca y la nariz al toser o estornudar. Limita el contacto que tenga tu bebé con las personas que tienen fiebre o están resfriadas.
  • Mantener todo limpio. Asegúrate de limpiar las superficies en la cocina y el baño, los pestillos de las puertas, y cualquier asa o mango que se toque. Pon los pañuelos descartables usados en la basura inmediatamente.
  • No compartir el vaso para beber con otros. Usa tu propio vaso o usa vasos desechables cuando estés enfermo o lo esté otra persona. Escribe el nombre de cada persona en su vaso.
  • No fumar. Los bebés que están expuestos al humo de tabaco corren más riesgo de tener el virus respiratorio sincitial con la probabilidad de síntomas de más gravedad. Si fumas, nunca lo hagas dentro de la casa ni en el automóvil.
  • Lavar los juguetes de manera regular. Lávalos especialmente si tu hijo está enfermo, o lo está un compañero suyo de juegos.

Síntomas

Anemia por deficiencia de hierro

La anemia por deficiencia de hierro es un tipo frecuente de anemia, trastorno en el cual la sangre no tiene la cantidad suficiente de glóbulos rojos sanos. Los glóbulos rojos transportan oxígeno a los tejidos del cuerpo.

Como su nombre lo indica, la anemia por deficiencia de hierro se debe a la falta de hierro. En general, se puede corregir con suplementos de hierro. A veces es necesario realizar pruebas o tratamientos adicionales para la anemia por deficiencia de hierro, especialmente, si el médico sospecha que puede haber sangrado interno.

Síntomas

Inicialmente, la anemia ferropénica puede ser tan leve que pasa desapercibida. Pero a medida que el cuerpo se vuelve más deficiente en hierro y la anemia empeora, los signos y síntomas se intensifican.

Los signos y síntomas de la anemia ferropénica pueden incluir:

  • Fatiga extrema
  • Debilidad
  • Piel pálida
  • Dolor torácico, latidos cardíacos rápidos o falta de aliento
  • Dolor de cabeza, mareos o vértigo
  • Manos y pies fríos
  • Inflamación o dolor en la lengua
  • Uñas quebradizas
  • Antojos inusuales de sustancias no nutritivas, como hielo, tierra o almidón
  • Falta de apetito, especialmente en bebés y niños con anemia ferropénica
¿Cuándo consultar al médico?

Si tú o tu hijo desarrollan signos y síntomas que sugieren la presencia de anemia ferropénica, consulta a tu médico. La anemia ferropénica no es algo que se autodiagnostica o trata. Así que consulta a tu médico para obtener un diagnóstico en lugar de tomar suplementos de hierro por tu cuenta. Sobrecargar el cuerpo con hierro puede ser peligroso porque la acumulación excesiva de hierro puede dañar el hígado y causar otras complicaciones.

Causas

Causas

La anemia por deficiencia de hierro ocurre cuando el cuerpo no tiene el hierro necesario para producir hemoglobina. La hemoglobina es la parte de los glóbulos rojos que le da a la sangre el color rojo y que les permite a los glóbulos rojos transportar la sangre oxigenada a través del cuerpo.

Si no consumes suficiente hierro, o si estás perdiendo mucho hierro, tu cuerpo no puede producir la hemoglobina necesaria, y con el tiempo se manifiesta la anemia por deficiencia de hierro.

Las causas de la anemia por deficiencia de hierro comprenden:

  • Pérdida de sangre. La sangre contiene hierro dentro de los glóbulos rojos. Si pierdes sangre, pierdes algo de hierro. Las mujeres con menstruaciones intensas tienen riesgo de padecer anemia por deficiencia de hierro porque pierden sangre durante el período menstrual. La pérdida lenta y continua de sangre dentro del cuerpo (por ejemplo, por una úlcera péptica, hernia de hiato, pólipo en el colon o cáncer colorrectal) puede causar anemia por deficiencia de hierro.
  • Falta de hierro en tu dieta. El cuerpo obtiene regularmente el hierro de los alimentos que comes. Si consumes muy poco hierro, con el tiempo puedes llegar a tener deficiencia de hierro. Algunos ejemplos de alimentos ricos en hierro son carnes, huevos, vegetales de hojas verdes y alimentos fortificados con hierro. Para un buen crecimiento y desarrollo, los lactantes y los niños también necesitan hierro en la dieta.
  • Incapacidad para absorber el hierro. El hierro de los alimentos se absorbe en el intestino delgado y pasa al torrente sanguíneo. Los trastornos intestinales que afectan la capacidad del intestino para absorber nutrientes de los alimentos digeridos, como la celiaquía, pueden causar anemia por deficiencia de hierro. Si has tenido un bypass intestinal o si te han extirpado una parte del intestino delgado mediante cirugía, es posible que se haya afectado tu capacidad de absorber el hierro y otros nutrientes.
  • Embarazo. Si no toman suplementos de hierro, muchas mujeres embarazadas podrían tener anemia por deficiencia de hierro porque sus reservas de hierro tienen que satisfacer la demanda de un mayor volumen de sangre y proporcionar hemoglobina para el feto en desarrollo.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Los siguientes grupos de personas podrían tener un mayor riesgo de padecer anemia por deficiencia de hierro:

  • Mujeres. Debido a que las mujeres pierden sangre durante la menstruación, en general corren más riesgo de padecer anemia por deficiencia de hierro.
  • Lactantes y niños. Los bebés, especialmente los prematuros o los de bajo peso al nacer, que no obtienen el hierro suficiente de la leche materna o maternizada pueden correr riesgo de padecer deficiencia de hierro. Los niños necesitan una cantidad adicional de hierro durante los períodos de crecimiento.
  • Vegetarianos. Las personas que no comen carne pueden tener mayor riesgo de padecer anemia por deficiencia de hierro si no ingieren otros alimentos ricos en hierro.
  • Donantes de sangre frecuentes. Las personas que donan sangre regularmente pueden tener un mayor riesgo de padecer anemia por deficiencia de hierro debido a que donar sangre puede agotar las reservas de hierro. Un nivel bajo de hemoglobina relacionado con la donación de sangre puede ser un problema temporal que se soluciona comiendo más alimentos ricos en hierro.

Diagnóstico

Diagnóstico

Para diagnosticar la anemia por deficiencia de hierro, el médico puede hacer pruebas para detectar lo siguiente:

  • Tamaño y color de los glóbulos rojos. En la anemia por deficiencia de hierro, los glóbulos rojos son más pequeños y de color más pálido de lo normal.
  • Hematocrito. Este es el porcentaje de tu volumen sanguíneo compuesto por glóbulos rojos. Los niveles normales varían generalmente entre 35,5 y 44,9 % en las mujeres adultas y entre 38,3 y 48,6 % en los hombres adultos. Estos valores pueden cambiar según la edad.
  • Hemoglobina. Los niveles de hemoglobina inferiores a los normales indican anemia. El rango normal de hemoglobina varía generalmente de 13,2 a 16,6 gramos (g) de hemoglobina por decilitro (dL) de sangre en los hombres y de 11,6 a 15 gramos por decilitro en las mujeres.
  • Ferritina. Esta proteína ayuda a almacenar hierro en el cuerpo, y un nivel bajo de ferritina, por lo general, indica un nivel bajo de reservas de hierro.

Tratamiento

Tratamiento

Para tratar la anemia por deficiencia de hierro, el médico puede recomendarte que tomes suplementos de hierro. El médico también tratará la causa de fondo de la deficiencia de hierro si fuera necesario.

  • Toma los comprimidos de hierro con el estómago vacío. Si es posible, toma los comprimidos de hierro con el estómago vacío. Sin embargo, debido a que los comprimidos de hierro pueden causar malestar estomacal, es posible que debas tomarlos con las comidas.
  • No tomes hierro con antiácidos. Los medicamentos que alivian inmediatamente los síntomas de la acidez estomacal pueden interferir con la absorción de hierro. Toma el hierro dos horas antes o cuatro horas después de tomar los antiácidos.
  • Toma los comprimidos de hierro con vitamina C. La vitamina C mejora la absorción del hierro. Tu médico podría recomendarte tomar los comprimidos de hierro con un vaso de jugo de naranja o con un suplemento de vitamina C.

Los suplementos de hierro pueden causar estreñimiento, por lo que el médico también puede recomendar un laxante emoliente. El hierro puede hacer que tus heces se vuelvan negras, lo cual es un efecto secundario inofensivo.

La deficiencia de hierro no se puede corregir de la noche a la mañana. Es posible que necesites tomar suplementos de hierro durante varios meses o más para reponer tus reservas de hierro. Generalmente, comenzarás a sentirte mejor después de una semana de tratamiento.