¿Estás listo para jubilarte?

¿Estás listo para jubilarte?

Después de todos los planes y preparaciones viene la decisión de retirarse. ¿Estás listo? Además de estar preparado en cuestión de finanzas, ¿estás psicológicamente preparado para el cambio? Es probable que en algún punto desees o necesites dejar tu trabajo.

Si es posible, establece una fecha clara de retiro. La incertidumbre acerca de cuándo te retirarás produce ansiedad. Otra opción es elegir un trabajo de menor responsabilidad o realizar una transición gradual, hacia el retiro.

Muchas personas piensan que deben retirarse a los 65 años, cuando pueden obtenerse los beneficios completos de la seguridad social, pero ésta es una noción anticuada.

Preguntas que te ayudarán:

  • ¿Están en orden mis finanzas? Si te sientes seguro de que has planeado de manera efectiva y puedes manejar unos cuantos baches en el camino, entonces mantente tranquilo.
  • ¿Puedo solventar mis gastos médicos? Los gastos médicos más caros de tu vida pueden estar por venir. Una parte clave para estar listo para el retiro es tener una cobertura de salud adecuada.
  • ¿Estoy psicológicamente listo? Cambiar tu rutina después de muchos años de trabajo te afecta emocional y psicológicamente. Tener un plan para lo que quieres hacer después del retiro puede ayudarte a hacer la transición.

Nunca es tarde para aprender

Nunca es tarde para aprender

La creatividad, la diversión y los amigos pueden contribuir a la felicidad y la resiliencia durante toda la vida. Aprende a conectar con tu lado lúdico a cualquier edad.

Existen distintas maneras de ser alegre, divertirse y aprender. Muchas personas disfrutan de hablar y relajarse con amigos. Otras disfrutan de la actividad física, como el yoga o la gimnasia acuática.

Los investigadores que estudian los beneficios del juego señalan que tiene más que ver con tu actitud que con lo que estás haciendo en realidad: cosas como vivir el momento, encontrar regocijo en los detalles cotidianos o encontrar diversión en la resolución de problemas.

Comienza a aprender:

  • Sueña con las cosas que te gustaría hacer. Presta atención en tu voz interna preguntándote: ¿Cómo puedo usar mis talentos?”
  • Escribe las actividades que te ves haciendo, desde trabajar medio tiempo hasta ser voluntario o tener pasatiempos.
  • Programa tiempo para un pasatiempo. ¿Siempre quisiste aprender carpintería? ¿Te encanta la jardinería? Encuentra tiempo para hacer las cosas que disfrutas. Pero ponte como meta divertirte en el proceso y no te enfoques únicamente en el producto final.
  • Disfruta del momento presente. Practica la atención plena.

¿Estilo de vida inactivo?

¿Estilo de vida inactivo?

Un estilo de vida inactivo es un factor de riesgo importante para enfermedad cardiovascular. Un estudio encontró que la inactividad es un indicador más importante de muerte que cualquier otro factor de riesgo de enfermedad cardiovascular.

Los varones y mujeres que estaban menos en forma en el estudio fueron casi el doble de susceptibles de morir por enfermedad cardiovascular que las personas en forma. La mala condición física fue un factor de riesgo cardiovascular más importante que la presión arterial alta, el colesterol alto, la obesidad y los antecedentes familiares.

La mejor condición física también mostró contrarrestar los efectos negativos de otros factores de riesgo cardiovascular. Los fumadores que estaban moderadamente en forma con colesterol alto, por ejemplo, vivieron más que los no fumadores que estaban sanos pero que eran inactivos.

Al introducir una cantidad moderada de actividad física en la vida diaria, se puede mejorar significativamente la salud general, el bienestar y la calidad de vida. El tipo de actividad que elijas hacer depende de ti. Ten en mente: mientras más se ejercite, más se podrá beneficiar.

Muchas de las funciones corporales básicas empiezan a decaer un 2% al año después de los 30 años.

Consejos para eliminar el estrés

Consejos para eliminar el estrés

El estrés es la reacción del cuerpo a las exigencias del mundo. En pequeñas dosis, el estrés puede estimularte a actuar, impulsarte y motivarte. Pero el estrés que no se controla puede conducir a problemas de salud, como presión arterial alta, enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes.

El estrés puede ser el resultado de eventos y situaciones que te suceden y sentimientos y pensamientos en los que piensas y que te causan malestar.

El estrés puede afectar cómo te sientes, tu forma de pensar y la manera de actuar, aunque no siempre seas consciente de ello.

Elimina el estrés:

  • Haz una lista. Escribe una lista de tareas. Prioriza lo que debes hacer y ocúpate de un asunto a la vez.
  • Cuídate. Duerme lo suficiente y sigue una dieta saludable.
  • No asumas demasiadas responsabilidades ni aceptes asistir a muchos eventos sociales.
  • Haz ejercicio con regularidad. Cualquier tipo de actividad física puede mejorar el estado de ánimo y combatir el estrés.
  • Aprende a relajarte. La meditación, los ejercicios de respiración profunda y el yoga son buenas técnicas para probar.
  • Diviértete. Pasa tiempo con personas que te hagan reír o dedícale tiempo a un pasatiempo u otra actividad que te guste.

¿Cómo cambiar conductas?

¿Cómo cambiar conductas?

Tomar la decisión de adoptar un estilo de vida más saludable no es fácil. Pero el reto real es poner las palabras en acción.

De acuerdo con los psicólogos que estudian cambios de conducta, dejar una conducta no saludable puede tomarle a cualquiera de tres a 30 intentos. Y no hay una fórmula mágica para adoptar hábitos más saludables.

Al planear con cuidado un cambio de conducta y dar pequeños pasos, aumenta tu probabilidad de éxito. Considera las siguientes estrategias:

  • Sé específico. Establece con exactitud lo que quieres hacer, cómo lo vas a hacer y cuándo quieres lograrlo.
  • Comparte. Hacerlo público puede darte el apoyo que necesitas para tener éxito.

  • Programa. Existe una mejor probabilidad de lograr una meta si estableces una fecha en el calendario.
  • Encuentra un compañero. Es más probable que asistas a una clase o a una reunión si un amigo está ahí esperándote.
  • Registrar el progreso en un diario o tabla de actividades. Las personas que escriben sus logros tienen más probabilidad de seguir avanzando hacia sus metas.
  • Recompénsate. Una noche en el cine o un masaje puede alentarte a seguir con el buen trabajo.

Ten en mente que puedes tardar cerca de tres meses en desarrollar un hábito saludable. No te des por vencido.

Practica la meditación

Practica la meditación

La meditación es un tipo de medicamento para el cuerpo y la mente. Se ha practicado por miles de años. Durante la meditación, desarrollas una concentración intencional y minimizas los pensamientos casuales sobre el pasado o el futuro.

Según las investigaciones, la meditación puede ayudar a reducir síntomas de ansiedad y depresión. Cuando se combina con la medicina convencional, la meditación puede mejorar la salud física.

Existen muchas formas de meditación. En la mayoría de las formas de meditación se recomienda:

  • Un lugar tranquilo
  • Una posición cómoda
  • Un foco de atención
  • Una actitud abierta

Si el estrés te tiene ansioso, tenso y preocupado, considera intentar la meditación.
Pasar unos cuantos minutos en meditación puede restaurar tu calma y paz interior. Cualquiera puede practicar la meditación. Es sencilla y económica y no requiere de equipo especial.

Puedes practicar la meditación donde estés, ya sea mientras caminas, en el autobús, esperando en el consultorio del médico o incluso en medio de una difícil
reunión de negocios.

En este portal podrás encontrar meditaciones guiadas que puedes usar.

Beneficios de la actividad física

Beneficios de la actividad física

La lista de beneficios para la salud que tiene la actividad física regular continúa creciendo. Conoce algunas maneras en las que el ejercicio puede mejorar tu vida.

  • La actividad física puede ayudar a prevenir el aumento de peso o a mantener la pérdida de peso. Cuando realizas actividad física, quemas calorías. Mientras más intensa sea la actividad, más calorías quemarás.
  • El ejercicio reduce la presión arterial. Y más allá de tu peso actual, estar activo aumenta la lipoproteína de alta densidad, o colesterol «bueno», y disminuye los triglicéridos no saludables.

  • La actividad física estimula varias sustancias químicas en el cerebro que pueden dejarte más contento y relajado. Una sesión de entrenamiento en el gimnasio o una caminata a paso ligero de 30 minutos pueden ayudarte.
  • La actividad física regular puede mejorar la fuerza muscular y aumentar la resistencia.
  • Realizar actividad física en forma regular puede ayudarte a conciliar el sueño con más rapidez y a tener un sueño más profundo.
  • El ejercicio te da la oportunidad de relajarte, disfrutar del aire libre o simplemente participar en actividades que te hacen feliz.

Alimentación consciente

Alimentación consciente

La alimentación consciente es una estrategia eficaz que te motiva a desacelerarte y a prestar atención a la comida, a cada sorbo o a cada bocado.

Ayuda a centrar los sentidos en explorar, saborear y disfrutar la comida, y te enseña a seguir tus señales de hambre.

Si puedes practicar la alimentación consciente de forma regular, puede ayudarte a alcanzar tus metas de alimentación saludable y calidad de vida.

Practica la alimentación consciente

  • Evita las distracciones. Siéntate a comer en una mesa. Apaga el televisor, mantén el teléfono, el trabajo, los libros y las revistas alejados mientras comes.
  • Aprecia la comida. Al comenzar tus comidas, tómate un momento para expresar gratitud por la comida que tienes frente a ti.
  • Respira. Antes y durante la comida, realiza algunas respiraciones profundas de forma consciente.
  • Utiliza todos tus sentidos. Siente los olores, las texturas, los sonidos, los colores y los sabores.
  • Disfruta las porciones pequeñas. Toma una cantidad menor a la que piensas que vas a consumir.

Dedica tiempo a la familia

Dedica tiempo a la familia

Mantener fuertes los lazos familiares es a veces un desafío. Pero los lazos familiares afectuosos y de apoyo son un salvavidas durante los momentos de estrés intenso.

Es en familia en donde aprendes quién eres y cómo relacionarte con los demás. La familia juega un papel vital para llenar la necesidad humana de pertenecer y tener relaciones y de largo plazo.

Sin importar si eres un niño, un adolescente o un adulto, las experiencias familiares pueden promover o retrasar tu bienestar.

Tips para fomentar el bienestar familiar:

  • Planeen, compren y consuman alimentos saludables.
  • Ejercítense como familia si es posible o fomenten la actividad física adecuada para cada miembro de la familia.
  • Realicen por lo menos una comida juntos al día. Hagan que cada persona hable sobre su día, como señalar la mejor y la peor parte.
  • Pasen tiempo juntos. Asistan a los eventos importantes para cada miembro de la familia.
  • Expresen cuidado y preocupación. Estén disponibles para ayudarse entre sí. Escúchense.
  • Expresen afecto. Digan “Te amo”, “Me preocupo por ti” y “Significas mucho para mí”.

El sueño y tu salud emocional

El sueño y tu salud emocional

El sueño y la salud mental están estrechamente vinculados y pueden provocar un ciclo vicioso de sueño deficiente. Si estás estresado, dormirse o permanecer dormido puede resultar difícil. Si no duermes lo suficiente, es probable que te estreses más.

Una preocupación ocasional puede mantenerte despierto. Sin embargo, a veces, un cambio en los hábitos del sueño es signo de un problema de salud mental (como la depresión) que requiere tratamiento.

De igual manera, un trastorno del sueño, como el insomnio o el síndrome de las piernas inquietas, puede afectar tu descanso y desencadenar o empeorar un trastorno del estado de ánimo.

¿Cómo la salud mental afecta el sueño?

  • Depresión. Es posible que duermas más de lo habitual o que te cueste conciliar el sueño o permanecer dormido. La depresión es común entre quienes sufren de insomnio.
  • Trastorno de ansiedad. Preocuparse mucho todo el tiempo dificulta conciliar el sueño. También es posible que te despiertes durante la noche y que te cueste volver a dormirte.
  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Los adolescentes que padecen el trastorno por déficit de atención e hiperactividad son más propensos a tener dificultades para dormir. El trastorno por déficit de atención e hiperactividad también provoca problemas de sueño en los adultos.