
Qué hábito de vida me gustaría cambiar

¿Cuál es el mejor estilo de crianza?
La crianza de los niños no es tarea sencilla. Y muchas veces no sabemos cómo encontrar un equilibrio. ¡No te preocupes! Existen múltiples herramientas para abordar este tema.
La combinación de estos factores determinará el tipo de crianza o patrón educativo. ¿Cuál es mejor? Aquel que logre un equilibrio entre la sensibilidad y la firmeza.
Los estilos de crianza que llevemos a cabo con nuestros hijos van a influenciar de modo determinante en su desarrollo.
Elige el mejor estilo de crianza
Es importante prestar atención a nuestro estilo de crianza y fomentar estilos de crianza positivos que contribuyan a un desarrollo sano. Los estilos de crianza negativos pueden tener consecuencias negativas en el desarrollo de los niños.
El estilo de crianza autoritario emplea la firmeza, pero lo hace desde un lugar desmesurado y falto de sensibilidad.
La crianza permisiva opta por la sensibilidad, pero no establece límites claros y saludables.
El estilo pasivo es distante y poco amoroso. Por lo tanto, deja al pequeño a la deriva y falto de afecto y contención.
La mejor crianza, por lo tanto, es la democrática. Resulta el estilo que mejor logra combinar sensibilidad y firmeza.
Padres democráticos
Los estilos de crianza que llevemos a cabo con nuestros hijos van a influenciar de modo determinante en su desarrollo.
Los padres democráticos son cariñosos y ofrecen su apoyo al niño, pero al mismo tiempo establecen límites firmes para sus hijos.
Intentan controlar el comportamiento de sus hijos a través de reglas, diálogo y razonamientos con ellos. Escuchan la opinión de sus hijos, aunque no estén de acuerdo con esa opinión.
Características de los niños:
Son niños más seguros, confiados, autónomos, curiosos y empáticos
Creen en ellos mismos, pero no subestiman ni compiten con los demás pequeños
Educación democrática
El desempeño académico de los niños está vinculado con su personalidad y coeficiente intelectual. Sin embargo, la crianza también juega un papel decisivo en el rendimiento escolar de los pequeños y adolescentes. Por ejemplo:
Estos niños suelen encarar la vida con seguridad y confianza. Estas cualidades también son trasladadas al ámbito educativo. Por ello, más allá de su personalidad y capacidades académicas, suelen fluir con mayor facilidad y armonía en el estudio.
Saben que las derrotas no son el fin del mundo. Pero también entienden que la escuela es su responsabilidad. Por ello, deben afrontar este desafío con voluntad, dedicación y ayuda externa (en caso de que sea necesario).
Padres pasivos
Los padres pasivos son indiferentes, poco accesibles y tienden al rechazo; y a veces pueden ser ausentes. Entonces los niños tienden a tener poca autoestima, poca confianza en sí mismos, poca ambición y buscan, muchas veces, modelos inapropiados a seguir para sustituir a los padres negligentes.
Los niveles de exigencia son bajos y también la sensibilidad.
Características de los niños:
Estos pequeños crecen con la sensación de no ser queridos
Suelen tener baja autoestima y son inseguros
Educación pasiva
El desempeño académico de los niños está vinculado con su personalidad y coeficiente intelectual. Sin embargo, la crianza también juega un papel decisivo en el rendimiento escolar de los pequeños y adolescentes. Por ejemplo:
En este caso, los niños pueden presentar diversos comportamientos académicos en función de su personalidad. Algunos son rebeldes y otros extremadamente vulnerables.
Aunque parezcan conductas opuestas, están unidas por un factor común: la baja autoestima causada por el déficit afectivo. Esto, claramente, influye en su rendimiento académico. Así también en el vínculo con sus profesores y compañeros.
Padres autoritarios
Los estilos de crianza que llevemos a cabo con nuestros hijos van a influenciar de modo determinante en su desarrollo.
En el estilo de crianza autoritario los padres son inflexibles, exigentes y severos cuando se trata de controlar el comportamiento. Tienen muchas reglas. Exigen obediencia y autoridad. Están a favor del castigo como forma de controlar el comportamiento de sus hijos. El diálogo, por lo general, no forma parte del vínculo con sus hijos.
Características de los niños:
Suelen tener baja autoestima
Pueden ser hostiles, agresivos o temerosos
Sumisos, irritables, autoexigentes, vulnerables e inseguros
Educación autoritaria
El desempeño académico de los niños está vinculado con su personalidad y coeficiente intelectual. Sin embargo, la crianza también juega un papel decisivo en el rendimiento escolar de los pequeños y adolescentes. Por ejemplo:
Los niños criados bajo una educación autoritaria suelen ser inseguros y autoexigentes. La baja autoestima y la falta de confianza en sí mismos afectarán su rendimiento escolar.
La sobreexigencia, por su parte, puede ser beneficiosa para los estudios, pero incrementará su ansiedad, estrés y competitividad. Estos niños, por lo general, son como adultos en miniatura. Por lo tanto, pierden la naturalidad, espontaneidad, simpleza, inocencia y despreocupación propias de su edad.
Padres permisivos
Los estilos de crianza que llevemos a cabo con nuestros hijos van a influenciar de modo determinante en su desarrollo.
Estos padres son cariñosos y comprensivos, pero no establecen límites claros en la educación de sus hijos. Tampoco aplican reglas firmes. Por lo general, sus hijos los ven más como amigos que como progenitores. No controlan de cerca las actividades de sus hijos ni les exigen un comportamiento adecuado ante ciertas situaciones.
Características de los niños:
Suelen ser niños rebeldes, dominantes e impulsivos
Consentidos, inmaduros, inseguros e inconformes
Educación permisiva
El desempeño académico de los niños está vinculado con su personalidad y coeficiente intelectual. Sin embargo, la crianza juega un papel decisivo en el rendimiento escolar de los pequeños y adolescentes. Por ejemplo:
Estos niños, debido a su falta de límites, tienden a ser más irresponsables. Esta característica suele verse reflejada en el estudio. Por lo general, no se comprometen con las actividades escolares ni tienen metas definidas con relación a lo académico.
Por otra parte, la falta de reglas les dificulta su organización y disciplina. En muchos casos, presentan problemas de conducta en la escuela. No aceptan las normativas de sus maestros ni las negativas de sus compañeros.
Brotes de crecimiento
Llamamos crisis o brotes de crecimiento a las situaciones donde el bebé parece no estar conforme con la producción de leche de su madre.
Por suerte la mayoría de los bebés experimentan estas situaciones a una edad similar, lo que nos permite entender su comportamiento.
¿Cuándo se producen las crisis o brote de crecimiento?
Crisis a los 17-20 días
Crisis a las 6-7 semanas
Crisis a los 3 meses
Crisis al primer año
No se deben confundir con etapas propias de tu bebé como su desarrollo a los 4 meses donde pedirá más leche, pero sin reclamar o la angustia por separación a los 8 meses.
Señales
Algunas de las señales que indican que el bebé está pasando por un brote de crecimiento son las siguientes:
Pareciera estar hambriento todo el día: la única manera que el bebé tiene de modificar su alimentación y satisfacer sus requerimientos de crecimiento es reclamando más alimentos
Se muestra más somnoliento de lo habitual: sus patrones de sueño cambian debido a los gastos de energía del crecimiento. Durante el sueño, la hormona del crecimiento hace su trabajo
Mayor irritación y llanto: puede estar más irritable ya que quizás no se acostumbra a tener más hambre
Los brotes de crecimiento suelen durar pocos días, y lo único que podrás hacer es tener paciencia.
Desarrollo del bebé de 9 meses
Tu bebé requerirá toda tu atención en los próximos meses. Los hitos del desarrollo infantil en un bebé entre los 9 y 12 meses incluyen gatear y una mejor coordinación de manos y ojos.
La mayoría de los bebés de esta edad se pueden sentar sin ayuda y pararse por sí solos
Los bebés de esta edad se pueden alimentar tomando comida con las manos, sujetando los alimentos entre el pulgar y el índice
La mayoría de los bebés de esta edad responden a pedidos verbales simples
A medida que el bebé vaya comprendiendo mejor la permanencia de los objetos, será capaz de encontrar fácilmente objetos ocultos
Promueve el desarrollo de tu bebé
Seguramente, la incipiente curiosidad de tu bebé te mantendrá en movimiento. Mantén a tu bebé a salvo mientras lo desafías a aprender a través del juego.
Cubre los tomacorrientes, usa puertas en las escaleras, y coloca trabas para niños en las puertas y los armarios
Haz que la lectura sea más interesante agregándoles expresiones faciales, efectos sonoros y voces a los personajes
Ayuda a tu bebé a controlar sus sentimientos. Prevé episodios de frustración cuando tu bebé se esfuerce por comprender y controlar su entorno
Los bebés no tienen la noción de lo que está bien o mal. Elogia a tu bebé por las buenas elecciones y haz que se aleje de las situaciones peligrosas
Desarrollo del bebé de 6 meses
A medida que tu bebé adquiere más movilidad y se vuelve más curioso, el desarrollo infantil comienza. Parece que el bebé aprende algo nuevo todos los días.
Comprende los próximos hitos del desarrollo de tu bebé y qué puedes hacer para promover su crecimiento.
Algunos bebés pueden sentarse solos, mientras que otros necesitan un poco de apoyo
La mayoría de los bebés a esta edad pueden pasarse objetos de una mano a la otra o llevárselos directo a la boca
Tu bebé se comunicará contigo a través de sonidos, gestos y expresiones faciales
Puedes esperar que su primer diente aparezca en cualquier momento
Promueve el desarrollo de tu bebé
Para los bebés de todas las edades, aprender y jugar son inseparables. Para apoyar al incipiente aventurero:
Mantén únicamente objetos seguros al alcance de tu bebé
Mantén la comunicación. Narra lo que estás haciendo, y espera un tiempo para que el bebé responda
Enséñale la relación de causa y efecto. La confianza de tu bebé aumentará a medida que se dé cuenta de que puede lograr sus objetivos
Tómate tiempo para jugar. Sé creativo. Coloca almohadones y almohadas sobre una alfombra y anima a tu bebé a trepar o gatear sobre ellos
Dedica tiempo a la lectura todos los días, aunque sea solo unos minutos