Síntomas

Intolerancia a la lactosa

Las personas que tienen intolerancia a la lactosa no pueden digerir el azúcar (lactosa) que contiene la leche. A raíz de esto, tienen diarrea, gases e hinchazón después de ingerir productos lácteos. Esta afección, que también se llama absorción insuficiente de la lactosa, no suele causar grandes problemas, pero los síntomas pueden ser molestos.

Por lo general, la intolerancia a la lactosa se debe a la escasez de una enzima que se produce en el intestino delgado (la lactasa). Una persona puede tener niveles bajos de lactasa y aun así ser capaz de digerir productos lácteos. Sin embargo, si los niveles son muy bajos, se produce la intolerancia a la lactosa, y los síntomas comenzarán a aparecer después de ingerir productos lácteos. La mayoría de las personas que tienen intolerancia a la lactosa pueden vivir con esta afección sin tener que renunciar a todos los productos lácteos.

Síntomas

Los signos y síntomas de la intolerancia a la lactosa suelen comenzar entre 30 minutos y 2 horas después de comer o beber alimentos que contienen lactosa. Los siguientes son signos y síntomas comunes:

  • Diarrea
  • Náuseas y, a veces, vómitos
  • Cólicos estomacales
  • Hinchazón
  • Gases
¿Cuándo consultar al médico?

Programa una cita con el médico si sueles tener síntomas de intolerancia a la lactosa después de consumir productos lácteos, en especial, si te preocupa recibir el calcio suficiente.

Causas

Causas

Un absceso dental periapical se produce cuando las bacterias invaden la pulpa dental. La pulpa dental es la parte más profunda del diente que contiene vasos sanguíneos, nervios y tejido conectivo.

Las bacterias ingresan a través de una caries o por una grieta o rajadura en el diente y se extienden hasta llegar a la raíz. La infección bacteriana puede provocar hinchazón e inflamación en la punta de la raíz.

Un absceso dental no desaparecerá a menos que lo trates. Si el absceso se rompe, el dolor puede mejorar mucho y te hará creer que el problema se ha ido, pero aún necesitas recibir tratamiento dental.

Si el absceso no drena, la infección puede extenderse a la mandíbula y a otras áreas de la cabeza y el cuello. Si el diente se encuentra cerca de los senos maxilares (dos espacios grandes debajo de los ojos y detrás de las mejillas), también puedes desarrollar una abertura entre el absceso y los senos paranasales. Esto puede causar una infección en la cavidad de los senos paranasales. Incluso podrías desarrollar una septicemia, que es una infección potencialmente mortal que se propaga por todo el cuerpo.

Si tienes un sistema inmunitario debilitado y dejas un absceso dental sin tratar, el riesgo de que se propague una infección aumenta aún más.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Los siguientes son factores que pueden hacer que tú o tu hijo sean más propensos a tener intolerancia a la lactosa:

  • Edad avanzada. La intolerancia a la lactosa suele aparecer en la edad adulta. Esta afección es poco frecuente en bebés y en niños pequeños.
  • Origen étnico. La intolerancia a la lactosa es más frecuente en personas de origen africano, asiático, hispano o nativo americano.
  • Nacimiento prematuro. Los bebés prematuros pueden tener niveles reducidos de lactasa debido a que el intestino delgado no genera células productoras de lactasa hasta fines del tercer trimestre.
  • Enfermedades que afectan el intestino delgado. Algunos de los problemas del intestino delgado que pueden provocar intolerancia a la lactosa son el crecimiento bacteriano excesivo, la enfermedad celíaca y la enfermedad de Crohn.
  • Ciertos tratamientos oncológicos. Si has recibido radioterapia contra el cáncer de estómago o presentas complicaciones intestinales a partir de la quimioterapia, tienes mayor riesgo de presentar intolerancia a la lactosa.

Diagnóstico

Diagnóstico

El médico podría sospechar una intolerancia a la lactosa basándose en tus síntomas y en tu respuesta a la reducción de la cantidad de alimentos lácteos en la dieta. Tu médico puede confirmar el diagnóstico mediante la realización de una o más de las siguientes pruebas:

  • Estudio de hidrógeno en aliento. Después de beber un líquido que contiene altos niveles de lactosa, el médico mide la cantidad de hidrógeno en tu aliento a intervalos regulares. Exhalar demasiado hidrógeno indica que no estás digiriendo y absorbiendo completamente la lactosa.
  • Prueba de tolerancia a la lactosa. Dos horas después de beber un líquido que contiene altos niveles de lactosa, te harán un análisis de sangre para medir la cantidad de glucosa en el torrente sanguíneo. Si el nivel de glucosa no se eleva, significa que el cuerpo no digiere ni absorbe adecuadamente la bebida con lactosa.

Tratamiento

Tratamiento

En las personas con intolerancia a la lactosa causada por una afección preexistente, el tratamiento de la afección podría restaurar la capacidad del cuerpo para digerir la lactosa, aunque ese proceso puede llevar meses. Por otras causas, puedes evitar las molestias de la intolerancia a la lactosa si sigues una dieta baja en lactosa.

Para reducir la cantidad de lactosa en tu dieta:

  • Limita el consumo de leche y otros productos lácteos
  • Incluye pequeñas porciones de productos lácteos en tus comidas habituales
  • Come y bebe helado y leche con contenido reducido de lactosa
  • Añade una enzima de lactasa líquida o en polvo a la leche para descomponer la lactosa

Autocuidados

Mediante algunos métodos de ensayo y error, podrías ser capaz de predecir la respuesta de tu cuerpo a los alimentos que contienen lactosa y calcular cuánto puedes comer o beber sin sentir molestias. Son pocas las personas que tienen una intolerancia tan grave a la lactosa que se ven obligadas a eliminar todos los productos lácteos y a tener cuidado con los alimentos o medicamentos sin lácteos que contienen lactosa.

Mantener una buena alimentación

Reducir productos lácteos no significa que no puedas obtener el calcio suficiente. El calcio se encuentra en muchos otros alimentos, tales como los siguientes:

  • Brócoli y verduras de hoja verde
  • Productos enriquecidos con calcio, como cereales y jugos
  • Salmón o sardinas enlatados
  • Sustitutos de la leche, como leche de soja y de arroz
  • Naranjas
  • Almendras, nueces de Brasil y frijoles secos

Asimismo, asegúrate de obtener suficiente vitamina D, la puedes encontrar en la leche fortificada. Los huevos, el hígado y el yogurt también contienen vitamina D, y cuando tomas sol tu cuerpo genera vitamina D.

Incluso, muchas personas adultas que consumen productos lácteos no obtienen suficiente vitamina D. Consulta con el médico sobre el consumo de esta vitamina y de suplementos de calcio para sacarte la duda.

Prevención

Prevención

La mayoría de las personas con intolerancia a la lactosa pueden disfrutar de algunos productos lácteos sin presentar síntomas.

Estas son algunas maneras de cambiar tu dieta para reducir los síntomas de la intolerancia a la lactosa:

  • Elige porciones más pequeñas de lácteos. Bebe pequeñas porciones de leche de a sorbos, hasta 4 onzas por vez. Cuanto más pequeña sea la porción, menos probabilidades habrá de que cause problemas gastrointestinales.
  • Reserva la leche para las comidas. Bebe leche junto con otros alimentos. Esto desacelera el proceso digestivo y puede reducir los síntomas de la intolerancia a la lactosa.
  • Prueba consumir varios productos lácteos diferentes. No todos los productos lácteos tienen la misma cantidad de lactosa. Por ejemplo, los quesos duros, como el queso suizo o el cheddar, tienen pequeñas cantidades de lactosa y no suelen provocar síntomas.
  • Compra productos con contenido reducido en lactosa o sin lactosa. Puedes encontrar estos productos en la mayoría de los supermercados en la sección de productos lácteos.