Síntomas

Obesidad

La obesidad es una enfermedad compleja que consiste en tener demasiada grasa corporal. La obesidad no es solo un problema estético. Es un problema médico que aumenta el riesgo para muchas otras enfermedades y problemas de salud. Estos pueden incluir enfermedades cardíacas, diabetes, presión arterial alta, colesterol alto, enfermedad hepática, apnea del sueño y determinados tipos de cáncer.

Hay muchas razones por las que algunas personas tienen dificultad para perder peso. A menudo, la obesidad es el resultado de factores hereditarios, fisiológicos y ambientales, combinados con la alimentación, la actividad física y las opciones de ejercicio.

Síntomas

El índice de masa corporal, o IMC, se suele utilizar para diagnosticar la obesidad. Para calcular el índice de masa corporal, multiplica el peso en libras por 703, divídelo por la estatura en pulgadas y vuelve a dividirlo por la estatura en pulgadas. O divide el peso en kilogramos por la estatura en metros al cuadrado. Hay varias calculadoras en línea disponibles que ayudan a calcular el índice de masa corporal.

Índice de masa corporal
  • Inferior a 18,5 Peso insuficiente
  • De 18,5 a 24,9 Sano
  • De 25,0 a 29,9 Sobrepeso
  • 30,0 o superior Obesidad

Para la mayoría de las personas, el índice de masa corporal brinda un cálculo aceptable de la grasa corporal. Sin embargo, el índice de masa corporal no mide directamente la grasa corporal.

¿Cuándo consultar al médico?

Si estás preocupado por tu peso o por los problemas de salud relacionados con el peso, pregúntale al profesional de la salud sobre el control de la obesidad. Con el equipo de atención médica, podrán evaluar los riesgos para tu salud y analizar tus opciones para bajar de peso.

Causas

Causas

Aunque existen influencias genéticas, conductuales, metabólicas y hormonales en el peso corporal, la obesidad ocurre cuando se ingieren más calorías de las que se queman con las actividades diarias típicas y el ejercicio. El cuerpo almacena ese exceso de calorías en forma de grasa.

Las personas con obesidad podrían comer más calorías antes de sentirse satisfechas, sentir hambre antes o comer más debido al estrés o la ansiedad.

Muchas personas que viven en países occidentales ahora tienen trabajos con muchas menos exigencias físicas, por lo que no suelen quemar tantas calorías en el trabajo. Incluso las actividades cotidianas consumen menos calorías, gracias a comodidades como los controles remotos, las escaleras mecánicas, las compras en línea y los restaurantes y bancos con ventanilla para autos.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

La obesidad suele ser el resultado de una combinación de causas y factores contribuyentes:

  • Herencia e influencias familiares. Los genes que heredas de tu padre y madre pueden afectar la cantidad de grasa corporal que almacenas y dónde se distribuye esa grasa.
  • Dieta poco saludable. Una dieta que contiene muchas calorías, mucha comida rápida, bebidas altamente calóricas y porciones demasiado grandes, pero pocas frutas y vegetales contribuye al aumento de peso.
  • Calorías líquidas. Las personas beben muchas calorías sin sentir saciedad, especialmente las calorías provenientes del alcohol. Otras bebidas altas en calorías, como los refrescos azucarados, pueden contribuir a un aumento de peso.
  • Inactividad. Si tienes un estilo sedentario de vida, fácilmente puedes ingerir al día más calorías de las que quemas a través del ejercicio y las actividades de la rutina diaria.
  • Embarazo. El aumento de peso es común durante el embarazo. Para algunas mujeres, después del nacimiento del bebé, es difícil perder ese peso que aumentaron.
  • Dejar de fumar. Con frecuencia, dejar de fumar está asociado con el aumento de peso. Para algunas personas, puede llevar a un aumento de peso suficiente para calificar como obesidad.
  • Falta de sueño. No dormir lo suficiente causa cambios hormonales que aumentan el apetito. Lo mismo ocurre al dormir demasiado.
  • Estrés. Muchos factores externos que afectan el estado de ánimo y el bienestar pueden contribuir a la obesidad. Las personas a menudo buscan más alimentos ricos en calorías cuando se enfrentan a situaciones estresantes.

Diagnóstico

Diagnóstico

Para diagnosticar la obesidad, generalmente el profesional de la salud podría realizar un examen físico y recomendar algunas pruebas.

Por lo general, estos exámenes y pruebas son los siguientes:

  • Detallar tu historial médico. Tu equipo de atención médica puede revisar tu historial de peso, tus esfuerzos para bajar de peso, tu actividad física y tus hábitos de ejercicio.
  • Realizar un examen físico general. Esto incluye medir tu estatura, verificar signos vitales como la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la temperatura, escuchar tu corazón y pulmones, y examinar tu abdomen.
  • Calcular tu IMC. El profesional de la salud revisa tu índice de masa corporal, denominado IMC. Un IMC de 30 o más se considera obesidad. Los números superiores a 30 aumentan aún más los riesgos para la salud.
  • Medir el tamaño de la cintura. La medida del contorno de la cintura se denomina circunferencia. Las mujeres con una cintura que mide más de 89 centímetros y los hombres con una cintura mayor de 102 centímetros podrían tener más riesgos para la salud que las personas con medidas más pequeñas de cintura.

Tratamiento

Tratamiento

El objetivo del tratamiento contra la obesidad es alcanzar y mantener un peso saludable. Esto mejora la salud en general y reduce el riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con la obesidad.

Es posible que necesites trabajar con un equipo de profesionales de atención médica, incluido un dietista, un consejero de comportamiento o un especialista en obesidad, para ayudarte a entender y hacer cambios en tus hábitos alimenticios y de actividad.

El primer objetivo del tratamiento suele ser una pérdida de peso modesta: entre el 5 % y el 10 % de tu peso total. Esto significa que, si pesas 91 kg, solo tendrías que bajar alrededor de 4,5 kg a 9 kg para que tu salud empiece a mejorar. Pero cuanto más peso pierdas, mayores serán los beneficios.

Todos los programas para la pérdida de peso requieren que cambies tus hábitos alimentarios y realices más actividad física. Los métodos de tratamiento adecuados para ti dependen de tu peso, de tu estado general de salud y de tu voluntad para participar en el plan de pérdida de peso.

Prevención

Prevención

Adoptar hábitos de alimentación saludables y un estilo de vida activo pueden ayudar a prevenir y superar la obesidad.

  • Reducir las calorías. La clave para perder peso es reducir la cantidad de calorías que ingieres, y el primer paso es revisar tus hábitos de comida y bebida. Puedes ver cuántas calorías sueles consumir y cómo puedes reducirlas.
  • Elegir opciones más saludables. Para que tu dieta sea más saludable, come más alimentos de origen vegetal. Entre ellos, están las frutas, las verduras y los granos o cereales integrales.
  • Restringe ciertos alimentos. Determinadas dietas limitan la cantidad de un grupo de alimentos en particular, como los alimentos que tienen un contenido alto de hidratos de carbono o de grasa
  • Haz ejercicio. Realiza al menos 150 minutos a la semana de actividad física de intensidad moderada. Esto puede ayudar a prevenir un mayor aumento de peso o a mantener la pérdida de una cantidad modesta de peso.
  • Mantente en movimiento. Aunque el ejercicio aeróbico es la manera más eficiente de quemar calorías y perder el exceso de peso, todo movimiento adicional ayuda a quemar calorías.