Causas

Causas

La causa más frecuente de la enfermedad de manos, pies y boca es la infección por el virus de Coxsackie 16. Este virus de Coxsackie pertenece al grupo de los enterovirus no polio. Otros tipos de enterovirus también pueden causar la enfermedad de manos, pies y boca.

La mayoría de las personas contraen la infección por el virus de Coxsackie (y la enfermedad de manos, pies y boca) a través de la boca. La enfermedad se trasmite por el contacto con la persona infectada, a través de lo siguiente:

  • Secreciones nasales y de la garganta
  • Saliva
  • Líquido de ampollas
  • Heces
  • Gotitas respiratorias rociadas por el aire luego de toser o estornudar

La enfermedad de manos, pies y boca es muy común en niños que asisten a la guardería. Esto se debe a que los niños pequeños necesitan ayuda para ir al baño y cambios frecuentes de pañal. Además, tienden a llevarse las manos a la boca.

El niño es más propenso a contagiar a otros durante la primera semana en que padece la enfermedad de manos, pies y boca. Sin embargo, el virus puede permanecer en el organismo durante semanas una vez que desaparecen los síntomas. Esto significa que tu hijo todavía puede infectar a otros niños.

Algunas personas, especialmente los adultos, pueden trasmitir el virus sin mostrar síntomas de la enfermedad.

Síntomas

Enfermedad de manos, pies y boca

La enfermedad de manos, pies y boca es una infección viral leve y contagiosa frecuente en los niños pequeños. Los síntomas incluyen llagas en la boca y sarpullido en las manos y los pies. La causa más frecuente de la enfermedad de manos, pies y boca es el virus de Coxsackie.

No hay un tratamiento específico para esta afección. Lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto cercano con personas que padecen la enfermedad de manos, pies y boca puede ayudar a reducir el riesgo de que tu hijo contraiga esta infección.

Síntomas

La enfermedad de manos, pies y boca puede causar todos los síntomas siguientes, o solo algunos. Por ejemplo:

  • Fiebre
  • Dolor de garganta.
  • Náuseas.
  • Lesiones dolorosas similares a ampollas en la lengua, las encías y la cara interna de las mejillas.
  • Sarpullido en las palmas de las manos, las plantas de los pies y los glúteos. El sarpullido no pica, pero a veces presenta ampollas.
  • Irritabilidad en bebés y niños pequeños.
  • Pérdida del apetito.

¿Cuándo consultar al médico?

La enfermedad de manos, pies y boca suele ser una enfermedad de poca importancia. Normalmente, solo provoca fiebre y síntomas leves durante unos días. Llama al proveedor de atención médica si tu hijo es menor de seis meses, tiene su sistema inmunitario debilitado o tiene llagas en la boca o dolor de garganta que le provoca dolor al beber líquidos. Llámalo también si los síntomas de tu hijo no mejoran luego de 10 días.

Diagnóstico

Diagnóstico

Probablemente, el médico de tu hijo determinará si padece la enfermedad de manos, pie y boca u otro tipo de infección vírica evaluando lo siguiente:

  • La edad de tu hijo
  • Los síntomas de tu hijo
  • El aspecto de las llagas o erupciones de tu hijo

El médico podría tomar una muestra de garganta o de heces, y después mandará las muestras al laboratorio para identificar el virus causante de la enfermedad.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

La edad es el principal factor de riesgo de la enfermedad de manos, pies y boca. La enfermedad afecta principalmente a niños pequeños entre 5 y 7 años. Los niños que se encuentran en centros de cuidado infantil son especialmente vulnerables porque la infección se propaga en el contacto de una persona con otra.

Por lo general, la enfermedad de manos, pies y boca afecta a niños pequeños, pero cualquiera puede contraerla.

Se cree que los niños mayores y los adultos tienen inmunidad contra la enfermedad de manos, pies y boca. Suelen producir anticuerpos después de la exposición a los virus que causan la enfermedad. Sin embargo, a veces, los adolescentes aun así contraen la enfermedad de manos, pies y boca.

Tratamiento

Tratamiento

No hay tratamiento específico para la enfermedad de manos, pies y boca. Por lo general, los síntomas de la enfermedad de manos, pies y boca desaparecen al cabo de 7 a 10 días.
Un anestésico oral tópico puede ayudar a aliviar el dolor de las llagas en la boca. Tomar analgésicos de venta libre que no contengan aspirina.

Autocuidados

Algunos alimentos y bebidas pueden irritar las ampollas de la lengua, la boca o la garganta. Prueba estos consejos para disminuir el dolor en las ampollas que tiene tu hijo. Estos consejos también pueden hacer que comer y beber sea más fácil.

  • Chupa paletas heladas o trozos de hielo.
  • Toma helado o sorbetes con un poco de lácteo.
  • Bebe bebidas frías, como agua.
  • Bebe bebidas calientes, como té.
  • Evita los alimentos y bebidas ácidos, como las frutas cítricas, las bebidas de fruta y las gaseosas.
  • Come alimentos blandos que no requieran masticar demasiado.

Si tu hijo puede enjuagarse la boca sin tragar, dile que lo haga con agua salada y tibia para que lo alivie. Haz que tu hijo se enjuague varias veces al día para aliviar el dolor y la inflamación de las llagas de la boca y la garganta.

Prevención

Prevención

Puedes reducir el riesgo de que tu hijo desarrolle una afección de manos, pies y boca de diversas maneras:

  • Lavarse las manos a menudo. Lávate las manos durante al menos 20 segundos. Asegúrate de lavar tus manos después de ir al baño o cambiar un pañal. Lávate las manos antes de preparar o comer alimentos, y después de limpiarte la nariz, toser o estornudar. Si no dispones de agua ni de jabón, utiliza un desinfectante de manos.
  • Enseña buenos hábitos de higiene. Enseña a tus hijos a lavarse las manos y ayúdalos a hacerlo con frecuencia. Enséñales a poner en práctica buenos hábitos de higiene en general. Explícales por qué conviene no ponerse los dedos, las manos u otros objetos en la boca.
  • Desinfecta las áreas comunes. Limpia las áreas y superficies de gran circulación primero con agua y jabón. Luego, aplica con una solución diluida de lejía y agua. Si te encuentras en un centro de cuidado infantil, sigue un cronograma estricto de limpieza y desinfección. Un virus puede sobrevivir varios días en las superficies de las áreas comunes, incluidos los picaportes, y en objetos de uso compartido, como los juguetes.
  • Evita el contacto cercano. Mantén a los niños con la enfermedad de manos, pies y boca alejados del centro de cuidado infantil o de la escuela hasta que la fiebre desaparezca y las llagas en la boca se hayan curado. Si tienes la enfermedad, permanece en casa sin ir a trabajar.

Prevención

Prevención

Puedes reducir el riesgo de que tu hijo desarrolle una afección de manos, pies y boca de diversas maneras:

  • Lavarse las manos a menudo. Lávate las manos durante al menos 20 segundos. Asegúrate de lavar tus manos después de ir al baño o cambiar un pañal. Lávate las manos antes de preparar o comer alimentos, y después de limpiarte la nariz, toser o estornudar. Si no dispones de agua ni de jabón, utiliza un desinfectante de manos.
  • Enseña buenos hábitos de higiene. Enseña a tus hijos a lavarse las manos y ayúdalos a hacerlo con frecuencia. Enséñales a poner en práctica buenos hábitos de higiene en general. Explícales por qué conviene no ponerse los dedos, las manos u otros objetos en la boca.
  • Desinfecta las áreas comunes. Limpia las áreas y superficies de gran circulación primero con agua y jabón. Luego, aplica con una solución diluida de lejía y agua. Si te encuentras en un centro de cuidado infantil, sigue un cronograma estricto de limpieza y desinfección. Un virus puede sobrevivir varios días en las superficies de las áreas comunes, incluidos los picaportes, y en objetos de uso compartido, como los juguetes.
  • Evita el contacto cercano. Mantén a los niños con la enfermedad de manos, pies y boca alejados del centro de cuidado infantil o de la escuela hasta que la fiebre desaparezca y las llagas en la boca se hayan curado. Si tienes la enfermedad, permanece en casa sin ir a trabajar.

Causas

Causas

Estas pueden ser las causas de las enfermedades infecciosas:

  • Bacterias. Estos organismos unicelulares son responsables de enfermedades como faringitis estreptocócica, infecciones del tracto urinario y tuberculosis.
  • Virus. Incluso más pequeños que las bacterias, los virus causan una multitud de enfermedades que van desde el resfriado común hasta el SIDA.
  • Hongos. Los hongos causan muchas enfermedades de la piel, como la tiña y el pie de atleta. Otros tipos de hongos pueden infectar los pulmones o el sistema nervioso.
  • Parásitos. Un pequeño parásito que se transmite por la picadura de un mosquito causa la malaria. Otros parásitos pueden transmitirse a los seres humanos a través de las heces de los animales.

Una manera fácil de contraer la mayoría de las enfermedades infecciosas es entrar en contacto con una persona o un animal infectado.

  • De una persona a otra. Las enfermedades infecciosas normalmente se transmiten a través de la transferencia directa de bacterias, virus u otros gérmenes de una persona a otra. Esto puede suceder cuando una persona con la bacteria o el virus toca o besa a alguien que no está infectado, o tose o estornuda muy cerca de este.
  • De animal a persona. Si te muerde o araña un animal infectado (incluso una mascota), te puede enfermar y, en circunstancias extremas, puede ser mortal. La manipulación de los desechos de los animales también puede ser peligrosa. Por ejemplo, puedes infectarte de toxoplasmosis al recoger la caja sanitaria de tu gato.
  • De la madre al feto. Una mujer embarazada puede transmitir gérmenes que causan enfermedades infecciosas al feto. Algunos gérmenes pueden pasar a través de la placenta o de la leche materna.

Los organismos causantes de enfermedades también se pueden transmitir por contacto indirecto. Muchos gérmenes permanecen en objetos inanimados, como mesas, perillas de puertas o llaves de grifo.

Al tocar un picaporte que tocó alguien que, por ejemplo, padecía influenza o resfrío, puedes llevar contigo los gérmenes que dejó esa persona. Si te tocas los ojos, la boca o la nariz antes de lavarte las manos, es posible que te infectes.

Los gérmenes que causan enfermedades también pueden infectarte a través de alimentos y agua contaminados.

Síntomas

Enfermedades infecciosas

Las enfermedades infecciosas son trastornos causados por organismos, como bacterias, virus, hongos o parásitos. Muchos organismos viven dentro y fuera de nuestros cuerpos.

Normalmente son inofensivos o incluso útiles. Pero bajo ciertas condiciones, algunos organismos pueden causar enfermedades.

Algunas enfermedades infecciosas pueden transmitirse de persona a persona. Algunas son transmitidas por insectos u otros animales. Y puedes contagiar a otras personas consumiendo alimentos o agua contaminados o estando expuesto a organismos en el medio ambiente.

Los signos y síntomas varían dependiendo del organismo causante de la infección, pero a menudo incluyen fiebre y fatiga. Las infecciones leves pueden responder al reposo y a los remedios caseros, mientras que algunas infecciones potencialmente mortales pueden requerir hospitalización.

Síntomas

Cada enfermedad infecciosa tiene sus signos y síntomas específicos. Entre los signos y síntomas generales que son frecuentes en muchas enfermedades infecciosas se incluyen:

  • Fiebre
  • Diarrea
  • Fatiga
  • Dolores musculares
  • Tos

¿Cuándo consultar al médico?

Busca atención médica si:

  • Te ha mordido un animal
  • Tienes problemas para respirar
  • Has estado tosiendo por más de una semana
  • Tienes dolor de cabeza intenso con fiebre
  • Presentas un sarpullido o hinchazón
  • Tienes fiebre inexplicable o prolongada
  • Tienes problemas de visión repentinos

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Si bien, cualquiera puede contraer enfermedades infecciosas, es más probable que te enfermes si tu sistema inmunológico no funciona correctamente. Esto puede ocurrir si:

  • Estás tomando esteroides u otros medicamentos que inhiben tu sistema inmunológico, como medicamentos contra el rechazo de un órgano trasplantado.
  • Tienes VIH o SIDA.
  • Tienes ciertos tipos de cáncer u otros trastornos que afectan tu sistema inmunológico.
  • Además, ciertas otras condiciones médicas pueden predisponerlo a una infección, incluidos los dispositivos médicos implantados, la desnutrición y la edad extrema, entre otras.