Tratamiento
En las personas con intolerancia a la lactosa causada por una afección preexistente, el tratamiento de la afección podría restaurar la capacidad del cuerpo para digerir la lactosa, aunque ese proceso puede llevar meses. Por otras causas, puedes evitar las molestias de la intolerancia a la lactosa si sigues una dieta baja en lactosa.
Para reducir la cantidad de lactosa en tu dieta:
- Limita el consumo de leche y otros productos lácteos
- Incluye pequeñas porciones de productos lácteos en tus comidas habituales
- Come y bebe helado y leche con contenido reducido de lactosa
- Añade una enzima de lactasa líquida o en polvo a la leche para descomponer la lactosa
Autocuidados
Mediante algunos métodos de ensayo y error, podrías ser capaz de predecir la respuesta de tu cuerpo a los alimentos que contienen lactosa y calcular cuánto puedes comer o beber sin sentir molestias. Son pocas las personas que tienen una intolerancia tan grave a la lactosa que se ven obligadas a eliminar todos los productos lácteos y a tener cuidado con los alimentos o medicamentos sin lácteos que contienen lactosa.
Mantener una buena alimentación
Reducir productos lácteos no significa que no puedas obtener el calcio suficiente. El calcio se encuentra en muchos otros alimentos, tales como los siguientes:
- Brócoli y verduras de hoja verde
- Productos enriquecidos con calcio, como cereales y jugos
- Salmón o sardinas enlatados
- Sustitutos de la leche, como leche de soja y de arroz
- Naranjas
- Almendras, nueces de Brasil y frijoles secos
Asimismo, asegúrate de obtener suficiente vitamina D, la puedes encontrar en la leche fortificada. Los huevos, el hígado y el yogurt también contienen vitamina D, y cuando tomas sol tu cuerpo genera vitamina D.
Incluso, muchas personas adultas que consumen productos lácteos no obtienen suficiente vitamina D. Consulta con el médico sobre el consumo de esta vitamina y de suplementos de calcio para sacarte la duda.