Tratamiento

Tratamiento

Es posible que el tratamiento del trastorno obsesivo compulsivo no tenga como resultado una cura. Sin embargo, puede ayudar a controlar los síntomas para que no dominen tu vida diaria. Según la gravedad del trastorno obsesivo compulsivo, puede que necesites un tratamiento a largo plazo, continuo o más intensivo.

Los dos tratamientos principales para el trastorno obsesivo compulsivo son la psicoterapia y los medicamentos. La psicoterapia también se conoce como terapia de conversación. A menudo, lo más eficaz es una combinación de ambos tratamientos.

La terapia cognitivo conductual, un tipo de psicoterapia es eficaz para muchas personas con trastorno obsesivo compulsivo. La exposición con prevención de respuesta, una parte de la terapia cognitivo conductual, implica exponerte durante un tiempo a un objeto u obsesión temido, como la suciedad. Luego aprendes formas de no realizar tus rituales compulsivos.

La exposición con prevención de respuesta requiere esfuerzo y práctica, pero es posible que disfrutes de una mejor calidad de vida una vez que aprendas a controlar tus obsesiones y compulsiones.

Causas

Causas

No se comprende completamente qué causa el trastorno obsesivo compulsivo. Las principales teorías son:

  • Factores biológicos. El trastorno obsesivo compulsivo puede deberse a cambios en la química natural del cuerpo o en las funciones cerebrales.
  • Genética. El trastorno obsesivo compulsivo puede tener un componente genético, pero aún no se han identificado los genes específicos.
  • Aprendizaje. Los miedos obsesivos y los comportamientos compulsivos se pueden aprender observando a familiares o se pueden aprender con el tiempo.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo de presentar un trastorno obsesivo compulsivo incluyen:

  • Antecedentes familiares. Tener padres u otros familiares con el trastorno puede aumentar el riesgo de padecer el trastorno obsesivo compulsivo.
  • Acontecimientos estresantes de la vida. Si has pasado por acontecimientos traumáticos o estresantes, tu riesgo puede aumentar. Esta reacción puede causar pensamientos intrusivos, rituales y sufrimiento emocional que se observan en el trastorno obsesivo compulsivo.
  • Otros trastornos mentales. El trastorno obsesivo compulsivo puede estar relacionado con otras enfermedades mentales, como trastornos de ansiedad, depresión, abuso de sustancias o trastornos de tics.

Diagnóstico

Diagnóstico

Los pasos para ayudar a diagnosticar el trastorno obsesivo compulsivo pueden incluir:

  • Evaluación psicológica. Esto incluye hablar sobre tus pensamientos, sentimientos, síntomas y patrones de conducta para descubrir si tienes obsesiones o conductas compulsivas que interfieren en tu calidad de vida. Si lo permites, esto puede incluir hablar con tu familia o amigos.
  • Examen físico. Esto se puede hacer para descartar otros problemas que podrían estar causando síntomas y para revisar cualquier complicación relacionada.

Prevención

Prevención

No hay una forma segura de prevenir el trastorno obsesivo compulsivo. Sin embargo, recibir tratamiento lo antes posible puede ayudar a evitar que el trastorno obsesivo compulsivo empeore y altere las actividades y la rutina diaria.

Síntomas

Virus Sincicial Respiratorio (VSR)

El virus sincicial respiratorio causa infecciones de los pulmones y en el aparato respiratorio. Es tan frecuente que la mayoría de los niños ya se han infectados con el virus cuando rondan los 2 años de edad. El virus también puede infectar a los adultos.

En los adultos y en los niños mayores y sanos, los síntomas del virus sincicial respiratorio son leves y generalmente se parecen al resfriado común.

Puede causar una infección grave en algunas personas, incluyendo a los bebés de 12 meses y más pequeños, especialmente los prematuros, y en los adultos mayores, en la gente con enfermedades cardíacas y pulmonares, o cualquiera con un sistema inmunitario débil.

Síntomas

Los signos y síntomas con más frecuencia aparecen entre cuatro y seis días después de la exposición al virus. En los adultos y los niños mayores, el VRS generalmente causa signos y síntomas parecidos a los del resfriado. Estos síntomas pueden incluir:

  • nariz congestionada o que gotea
  • tos seca
  • fiebre baja
  • dolor de garganta
  • estornudos
  • dolor de cabeza

En casos graves el virus puede extenderse al aparato respiratorio inferior, causando neumonía o bronquiolitis. Los signos y síntomas pueden incluir:

  • fiebre
  • tos intensa
  • sibilancia al respirar, un sonido agudo que, generalmente, se escucha al exhalar respiración rápida o dificultad al respirar
  • color azulado de la piel a causa de falta de oxígeno (cianosis)

¿Cuándo consultar al médico?

Busca atención médica inmediata si tu hijo o cualquiera que esté en riesgo de una infección grave con el virus respiratorio sincicial, tiene dificultad para respirar, fiebre alta, o la piel de color azulado, especialmente los labios o el área alrededor de las uñas.

Causas

Causas

El virus sincicial respiratorio ingresa al cuerpo a través de los ojos, la nariz o la boca. Se trasmite fácilmente por el aire en gotitas respiratorias infectadas. Tú y tu hijo pueden infectarse si alguien con el VRS tose o estornuda cerca de ustedes.

El virus también se trasmite a otros a través del contacto directo, como al dar la mano. Puede sobrevivir durante horas sobre los objetos duros, como las encimeras, las barandas de la cuna, y los juguetes. Si te tocas la boca, la nariz o los ojos después de tocar un objeto contaminado, es muy probable que te infectes con el virus.

La persona infectada es más contagiosa durante aproximadamente la primera semana después de la infección. Pero en los bebés y las personas con inmunidad debilitada, el virus quizás continúe propagándose aun después de que los síntomas desaparezcan, por hasta cuatro semanas.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

A los 2 años, la mayoría de los niños habrá tenido una infección por virus sincicial respiratorio, pero pueden volver a infectarse con el virus respiratorio sincicial más de una vez. Los niños que asisten a centros de cuidado infantil o tienen hermanos que van a la escuela tienen mayor riesgo de exposición y reinfecciones. La temporada para el virus sincicial respiratorio es del otoño al fin de la primavera.

Las personas con mayor riesgo de sufrir infecciones graves o que a veces ponen en riesgo la vida, con el virus incluyen:

  • los bebés, especialmente los prematuros o los de 6 meses o menores
  • los niños que tienen una enfermedad cardíaca de nacimiento (enfermedad cardíaca congénita) o enfermedad pulmonar crónica
  • los niños o adultos con el sistema inmunitario debilitado a causa de enfermedades como el cáncer o por tratamientos como la quimioterapia
  • los niños que tienen trastornos neuromusculares, como la distrofia muscular los adultos con enfermedades cardíacas o pulmonares
  • los adultos mayores, en particular aquellos de 65 años y mayores

Tratamiento

Tratamiento

El tratamiento del virus sincital respiratorio generalmente comprende medidas de cuidado personal para que tu hijo se sienta más cómodo. Sin embargo, en casos de síntomas graves, es posible que sea necesaria la atención hospitalaria.

Atención complementaria

Tu médico puede recomendarte medicamentos de venta libre para bajar la fiebre. El uso de gotas nasales salinas y de una ventosa puede ayudar a destapar una nariz congestionada. Es posible que el médico recete un antibiótico si existe una complicación bacteriana como neumonía bacteriana.

Atención hospitalaria

Si la infección con el VSR es grave, quizás sea necesaria una internación en el hospital. Los tratamientos en el hospital pueden comprender:

  • Líquidos intravenosos
  • Oxígeno húmedo
  • Un respirador (ventilación mecánica), raras veces

Autocuidados

Es posible que no logres acortar la duración de la infección por el virus, pero puedes aliviar algunos signos y síntomas.

Si tu hijo tiene el virus respiratorio sincicial, haz todo lo posible por distraerlo o reconfortarlo; abrázalo, léele un libro o juega con él a un juego tranquilo. Otros consejos para aliviar los síntomas:

  • Humidifica el aire que respira. Mantén el cuarto caliente, pero no demasiado.
  • Bebe mucho líquido. Continúa amamantando o alimentando con biberón al lactante como lo harías normalmente.
  • Prueba con gotas nasales de solución salina. Las gotas de venta libre son un método seguro y efectivo de aliviar la congestión, aun para los niños.
  • Utiliza analgésicos de venta libre. Los medicamentos de venta libre para el dolor pueden ayudar a reducir la fiebre y aliviar el dolor de garganta.

Diagnóstico

Diagnóstico

Tu médico puede sospechar que tienes el virus sincicial respiratorio según los hallazgos de una exploración física y la época del año en la que aparezcan los síntomas. Durante el examen, el médico puede escuchar los pulmones con un estetoscopio en busca de sibilancia al respirar u otro sonido anormal.

Generalmente no se necesitan análisis de laboratorio ni pruebas por imágenes. Pero pueden ayudar en el diagnóstico de las complicaciones del virus sincicial respiratorio o descartar otras enfermedades que puedan causar síntomas similares. Algunas de las pruebas son:

  • Análisis de sangre para controlar el recuento de los glóbulos blancos o determinar si hay virus, bacterias y otros microbios presentes
  • Radiografías de tórax para verificar si tienes inflamación de los pulmones
  • Exudados de secreciones del interior de la boca o la nariz para ver si hay signos del virus
  • Oximetría de pulso, un monitor indoloro en la piel, para detectar niveles de oxígeno más bajos de lo normal en la sangre