Síntomas

Anemia por deficiencia de hierro

La anemia por deficiencia de hierro es un tipo frecuente de anemia, trastorno en el cual la sangre no tiene la cantidad suficiente de glóbulos rojos sanos. Los glóbulos rojos transportan oxígeno a los tejidos del cuerpo.

Como su nombre lo indica, la anemia por deficiencia de hierro se debe a la falta de hierro. Sin el hierro necesario, el organismo no puede producir una cantidad suficiente de hemoglobina, sustancia presente en los glóbulos rojos que les permite transportar oxígeno. Como consecuencia, la anemia por deficiencia de hierro puede hacerte sentir cansado y con dificultad para respirar.

En general, la anemia por deficiencia de hierro se puede corregir con suplementos de hierro. A veces es necesario realizar pruebas o tratamientos adicionales para la anemia por deficiencia de hierro, especialmente, si el médico sospecha que puede haber sangrado interno.

Síntomas

Inicialmente, la anemia ferropénica puede ser tan leve que pasa desapercibida. Pero a medida que el cuerpo se vuelve más deficiente en hierro y la anemia empeora, los signos y síntomas se intensifican.

Los signos y síntomas de la anemia ferropénica pueden incluir:

  • Fatiga extrema
  • Debilidad
  • Piel pálida
  • Dolor torácico, latidos cardíacos rápidos o falta de aliento
  • Dolor de cabeza, mareos o vértigo
  • Manos y pies fríos
  • Inflamación o dolor en la lengua
  • Uñas quebradizas
  • Antojos inusuales de sustancias no nutritivas, como hielo, tierra o almidón
  • Falta de apetito, especialmente en bebés y niños con anemia ferropénica

¿Cuándo consultar al médico?

Si tú o tu hijo desarrollan signos y síntomas que sugieren la presencia de anemia ferropénica, consulta a tu médico. La anemia ferropénica no es algo que se autodiagnostica o trata. Así que consulta a tu médico para obtener un diagnóstico en lugar de tomar suplementos de hierro por tu cuenta. Sobrecargar el cuerpo con hierro puede ser peligroso porque la acumulación excesiva de hierro puede dañar el hígado y causar otras complicaciones.

Causas

Causas

La anemia por deficiencia de hierro ocurre cuando el cuerpo no tiene el hierro necesario para producir hemoglobina. La hemoglobina es la parte de los glóbulos rojos que le da a la sangre el color rojo y que les permite a los glóbulos rojos transportar la sangre oxigenada a través del cuerpo.

Si no consumes suficiente hierro, o si estás perdiendo mucho hierro, tu cuerpo no puede producir la hemoglobina necesaria, y con el tiempo se manifiesta la anemia por deficiencia de hierro.

Las causas de la anemia por deficiencia de hierro comprenden:

  • Pérdida de sangre. La sangre contiene hierro dentro de los glóbulos rojos. Si pierdes sangre, pierdes algo de hierro. Las mujeres con menstruaciones intensas tienen riesgo de padecer anemia por deficiencia de hierro porque pierden sangre durante el período menstrual.
  • Falta de hierro en tu dieta. El cuerpo obtiene regularmente el hierro de los alimentos que comes. Si consumes muy poco hierro, con el tiempo puedes llegar a tener deficiencia de hierro.
  • Incapacidad para absorber el hierro. El hierro de los alimentos se absorbe en el intestino delgado y pasa al torrente sanguíneo. Los trastornos intestinales que afectan la capacidad del intestino para absorber nutrientes de los alimentos digeridos, como la celiaquía, pueden causar anemia por deficiencia de hierro.
  • Embarazo. Si no toman suplementos de hierro, muchas mujeres embarazadas podrían tener anemia por deficiencia de hierro porque sus reservas de hierro tienen que satisfacer la demanda de un mayor volumen de sangre y proporcionar hemoglobina para el feto en desarrollo.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Los siguientes grupos de personas podrían tener un mayor riesgo de padecer anemia por deficiencia de hierro:

  • Mujeres. Debido a que las mujeres pierden sangre durante la menstruación, en general corren más riesgo de padecer anemia por deficiencia de hierro.
  • Lactantes y niños. Los bebés, especialmente los prematuros o los de bajo peso al nacer, que no obtienen el hierro suficiente de la leche materna o maternizada pueden correr riesgo de padecer deficiencia de hierro. Los niños necesitan una cantidad adicional de hierro durante los períodos de crecimiento. Si tu hijo no tiene una dieta saludable y variada, podría tener riesgo de padecer anemia.
  • Vegetarianos. Las personas que no comen carne pueden tener mayor riesgo de padecer anemia por deficiencia de hierro si no ingieren otros alimentos ricos en hierro.
  • Donantes de sangre frecuentes. Las personas que donan sangre regularmente pueden tener un mayor riesgo de padecer anemia por deficiencia de hierro debido a que donar sangre puede agotar las reservas de hierro.

Diagnóstico

Diagnóstico

Para diagnosticar la anemia por deficiencia de hierro, el médico puede hacer pruebas para detectar lo siguiente:

  • Tamaño y color de los glóbulos rojos. En la anemia por deficiencia de hierro, los glóbulos rojos son más pequeños y de color más pálido de lo normal.
  • Análisis de laboratorio. Por ejemplo, el médico puede realizarte un análisis de sangre llamado «hemograma completo» o analizar la glándula tiroides para asegurarse de que funcione correctamente.
  • Hematocrito. Este es el porcentaje de tu volumen sanguíneo compuesto por glóbulos rojos. Los niveles normales varían generalmente entre 35,5 y 44,9 % en las mujeres adultas y entre 38,3 y 48,6 % en los hombres adultos. Estos valores pueden cambiar según la edad.
  • Hemoglobina. Los niveles de hemoglobina inferiores a los normales indican anemia. El rango normal de hemoglobina varía generalmente de 13,2 a 16,6 gramos (g) de hemoglobina por decilitro (dL) de sangre en los hombres y de 11,6 a 15 gramos por decilitro en las mujeres.
  • Ferritina. Esta proteína ayuda a almacenar hierro en el cuerpo, y un nivel bajo de ferritina, por lo general, indica un nivel bajo de reservas de hierro.

Tratamiento

Tratamiento

Para tratar la anemia por deficiencia de hierro, el médico puede recomendarte que tomes suplementos de hierro. El médico también tratará la causa de fondo de la deficiencia de hierro si fuera necesario.

El médico puede recomendar comprimidos de hierro de venta libre para reponer las reservas de hierro en el cuerpo. Tu médico te hará saber la dosis correcta para ti. El hierro también está disponible en forma líquida para bebés y niños. Para mejorar las posibilidades de que tu cuerpo absorba el hierro en comprimidos, es posible que se te indique lo siguiente:

  • Toma los comprimidos de hierro con el estómago vacío. Si es posible, toma los comprimidos de hierro con el estómago vacío. Sin embargo, debido a que los comprimidos de hierro pueden causar malestar estomacal, es posible que debas tomarlos con las comidas.
  • No tomes hierro con antiácidos. Los medicamentos que alivian inmediatamente los síntomas de la acidez estomacal pueden interferir con la absorción de hierro. Toma el hierro dos horas antes o cuatro horas después de tomar los antiácidos.
  • Antidepresivos atípicos
  • Toma los comprimidos de hierro con vitamina C. La vitamina C mejora la absorción del hierro. Tu médico podría recomendarte tomar los comprimidos de hierro con un vaso de jugo de naranja o con un suplemento de vitamina C.

Los suplementos de hierro pueden causar estreñimiento, por lo que el médico también puede recomendar un laxante emoliente. El hierro puede hacer que tus heces se vuelvan negras, lo cual es un efecto secundario inofensivo.

La deficiencia de hierro no se puede corregir de la noche a la mañana. Es posible que necesites tomar suplementos de hierro durante varios meses o más para reponer tus reservas de hierro. Generalmente, comenzarás a sentirte mejor después de una semana de tratamiento.

Prevención

Prevención

Puedes reducir tu riesgo de anemia por deficiencia de hierro eligiendo alimentos ricos en hierro.

Elige alimentos ricos en hierro. Los siguientes son algunos alimentos ricos en hierro:

  • Carne roja, carne de cerdo y aves de corral
  • Mariscos
  • Porotos
  • Vegetales de hojas verdes oscuras, como la espinaca
  • Frutas desecadas, como uvas pasas y chabacanos (albaricoques, damascos)
  • Cereales, panes y fideos fortificados con hierro
  • Arvejas (guisantes, chícharos)

Tu cuerpo absorbe más hierro de la carne que de otras fuentes. Si eliges no comer carne, es posible que necesites aumentar el consumo de alimentos vegetales ricos en hierro para absorber la misma cantidad de hierro que alguien que come carne.

Elige alimentos que contengan vitamina C para mejorar la absorción de hierro.

Puedes mejorar la absorción de hierro en el cuerpo tomando jugo de cítricos o comiendo otros alimentos ricos en vitamina C al mismo tiempo que ingieres alimentos ricos en hierro. La vitamina C en los jugos cítricos, como el jugo de china (naranja), ayuda al cuerpo a absorber mejor el hierro de la dieta.

La vitamina C también se encuentra en los siguientes alimentos:

  • Brócoli
  • Pomelo
  • Kiwi
  • Hortalizas de hoja verde
  • Melones
  • Naranjas
  • Pimientos
  • Fresas
  • Mandarinas
  • Tomates

Síntomas

Apendicitis

La apendicitis es una inflamación del apéndice. El apéndice es una bolsa en forma de dedo que sobresale del colon en la parte inferior derecha del vientre, también llamada abdomen.

La apendicitis causa dolor en la parte inferior derecha del abdomen. Sin embargo, en la mayoría de las personas, el dolor comienza alrededor del ombligo y luego se desplaza. A medida que empeora la inflamación, suele aumentar el dolor de la apendicitis, y, con el tiempo, se agrava.

Aunque cualquier persona puede padecer apendicitis, lo más frecuente es que se produzca en personas de entre 10 y 30 años. El tratamiento de la apendicitis suele consistir en antibióticos y cirugía para extirpar el apéndice.

Síntomas

Los síntomas de la apendicitis pueden incluir:

  • Dolor repentino que comienza en el lado derecho en la parte inferior del abdomen
  • Dolor repentino que comienza alrededor del ombligo y a menudo se desplaza a la parte inferior derecha del abdomen
  • Dolor que empeora al toser, caminar o realizar otros movimientos bruscos
  • Náuseas y vómitos
  • Pérdida de apetito
  • Fiebre baja que puede aumentar a medida que empeora la enfermedad
  • Estreñimiento o diarrea
  • Hinchazón abdominal
  • Gases

El lugar del dolor puede variar en función de la edad y la posición del apéndice. En el embarazo, puede parecer que el dolor procede de la parte superior del abdomen, ya que el apéndice está más alto durante el embarazo.

¿Cuándo consultar al médico?

Si tú o tu hijo tienen síntomas, programa una cita médica con el equipo de atención médica. Un dolor abdominal terrible requiere atención médica inmediata.

Causas

Causas

Una obstrucción en el revestimiento del apéndice es la causa probable de la apendicitis. Esta obstrucción puede causar una infección. Las bacterias se multiplican rápidamente, lo que causa que el apéndice se inflame, se hinche y se llene de pus. Si no se trata de inmediato, el apéndice puede romperse y abrirse.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Aunque la apendicitis puede ocurrir en personas de cualquier edad, hay ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta condición. A continuación, se describen algunos de los principales factores de riesgo para padecer apendicitis:

  • La apendicitis es más común en personas de entre 10 y 30 años, aunque puede ocurrir a cualquier edad.
  • Infecciones bacterianas o virales en el tracto gastrointestinal pueden inflamar el apéndice y aumentar el riesgo de apendicitis.
  • La obstrucción del apéndice por heces endurecidas, conocidas como fecalitos, es una causa común de apendicitis.
  • Una dieta baja en fibra puede conducir a un tránsito intestinal lento y a la formación de heces más duras, lo que puede aumentar el riesgo de obstrucción del apéndice y, por ende, de apendicitis.
  • Un estilo de vida sedentario puede contribuir a problemas digestivos, como el estreñimiento, que a su vez puede aumentar el riesgo de obstrucción del apéndice.

Diagnóstico

Diagnóstico

Para ayudar a diagnosticar la apendicitis, es probable que tu equipo de atención médica haga un historial de tus síntomas y te examine el abdomen.

Las pruebas utilizadas para diagnosticar la apendicitis incluyen:

  • Examen físico. Un miembro del equipo de atención médica puede aplicar una suave presión sobre la zona dolorida. Cuando la presión se libera repentinamente, el dolor de apendicitis suele empeorar. Esto se debe a la inflamación del revestimiento de la cavidad abdominal, llamado peritoneo.
  • Análisis de sangre. Esta prueba comprueba si el recuento de glóbulos blancos es elevado. Un recuento elevado de glóbulos blancos puede indicar una infección.
  • Análisis de orina. Es posible que tengas que someterte a un análisis de orina, también llamado urianálisis. Un análisis de orina garantiza que el dolor no se debe a una infección de las vías urinarias o a un cálculo renal.
  • Estudios por imágenes. También es posible que te hagan estudios por imágenes para confirmar la apendicitis o encontrar otras causas del dolor. Estas pruebas pueden incluir una radiografía abdominal, una ecografía abdominal, una tomografía computarizada o una resonancia magnética.