Síntomas

Presión arterial elevada

La presión arterial elevada es la presión arterial ligeramente superior a la que se considera ideal.

La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg).

  • Presión arterial normal. La presión arterial es menos de 120/80 milímetros de mercurio.
  • Presión arterial elevada. El valor superior varía entre 120 y 129 milímetros de mercurio y el valor inferior está por debajo (no por encima) de 80 milímetros de mercurio.
  • Hipertensión de etapa 1. El valor superior varía entre 130 y 139 milímetros de mercurio o el valor inferior está entre 80 y 89 milímetros de mercurio.
  • Hipertensión de etapa 2. El valor superior es 140 milímetros de mercurio o más, o el valor inferior es 90 milímetros de mercurio o más.

Si la presión arterial elevada y la hipertensión no se controlan, aumentan los riesgos de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Según algunas investigaciones, la presión arterial elevada a largo plazo puede provocar cambios en la memoria, el lenguaje, el pensamiento o el juicio (deterioro cognitivo).

El síndrome metabólico es cada vez más frecuente, y hasta un tercio de los adultos estadounidenses lo tienen. Si tienes síndrome metabólico o cualquiera de sus componentes, los cambios radicales en el estilo de vida pueden demorar o incluso evitar la aparición de problemas de salud graves.

Síntomas

La presión arterial elevada no provoca síntomas. La única forma de detectarla es hacerse chequeos regulares de la presión arterial. Mídete la presión arterial cuando visites al proveedor de atención médica. También puedes controlártela en casa con un dispositivo de control de la presión arterial.

¿Cuándo consultar al médico?

En los niños, la presión arterial debe controlarse durante las citas de bienestar de rutina a partir de los 3 años. Si el niño tiene presión arterial alta, esta se debe medir en cada cita de seguimiento.

Los adultos mayores de 18 años deben hacerse un control de la presión arterial al menos cada dos años. Es posible que tú o tu hijo necesiten controles más frecuentes si tienen presión arterial elevada u otros factores de riesgo de enfermedades cardíacas.

Causas

Causas

Cualquier factor que incremente la presión contra las paredes arteriales puede provocar una presión arterial elevada. La acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las paredes arteriales (ateroesclerosis) puede provocar una presión arterial elevada. Sin embargo, también puede ocurrir lo contrario: la presión arterial alta (hipertensión) puede causar ateroesclerosis.

En ocasiones, no se identifica la causa de la presión arterial alta o elevada. Entre las afecciones y los medicamentos que pueden provocar presión arterial alta se encuentran los siguientes:

  • Trastornos de las glándulas suprarrenales
  • Problemas cardíacos presentes al nacer que afecten a los vasos sanguíneos (defecto cardíaco congénito)
  • Drogas ilícitas, como la cocaína y las anfetaminas
  • Enfermedad renal
  • Apnea obstructiva del sueño
  • Ciertos medicamentos, como las píldoras anticonceptivas, los medicamentos antigripales y descongestionantes, los analgésicos de venta libre con cafeína y algunos fármacos con receta médica
  • Enfermedad de la tiroides

Habla con tu proveedor de atención médica sobre todos los medicamentos que tomas, incluso los que hayas comprado sin receta médica.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Cualquiera puede tener presión arterial elevada, incluso los niños.Los factores de riesgo de la presión arterial elevada incluyen los siguientes:

  • Obesidad o tener sobrepeso. La obesidad aumenta las probabilidades de tener hipertensión arterial. La hipertensión arterial es un factor de riesgo para las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares.
  • Antecedentes familiares de hipertensión arterial. Si tienes un padre, una madre o hermanos con presión arterial elevada, es más probable que desarrolles la afección.
  • Falta de actividad física. La falta de ejercicio puede causar el aumento de peso. El aumento de peso puede aumentar el riesgo de padecer presión arterial elevada.
  • Dieta rica en sal (sodio) o baja en potasio. Si tienes demasiado sodio o muy poco potasio en la dieta, puedes desarrollar presión arterial elevada.
  • Consumo de tabaco. Fumar cigarrillos, mascar tabaco o estar cerca de otras personas que fuman (humo de segunda mano) puede aumentar la presión arterial.
  • Consumo excesivo de alcohol. Se ha asociado el consumo de alcohol con la presión arterial elevada, especialmente en hombres.
  • Ciertas afecciones crónicas. La enfermedad renal, la diabetes y la apnea del sueño, entre otras afecciones, pueden aumentar el riesgo de padecer presión arterial elevada.
  • Edad. El solo hecho de envejecer aumenta el riesgo de padecer presión arterial elevada.

Diagnóstico

Diagnóstico

Una prueba de presión arterial sirve para diagnosticar una presión arterial elevada. Es posible que se haga una prueba de la presión arterial como parte de un control médico de rutina o como un examen de detección de presión arterial alta (hipertensión).

La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg). La medición de la presión arterial tiene dos valores:

  • El valor superior (sistólica) es la presión del flujo sanguíneo cuando el músculo cardíaco se contrae (aprieta) y bombea sangre.
  • El valor inferior (diastólica) es la presión en las arterias medida entre los latidos del corazón.

El diagnóstico de presión arterial elevada se basa en el promedio de dos o más lecturas de la presión arterial. Las mediciones deben tomarse en diferentes ocasiones de la misma manera. La primera vez que te controles la presión arterial, debes hacerlo en ambos brazos para determinar si hay alguna diferencia. Después de ello, se debe usar el brazo que arrojó la lectura más alta.

Se puede hacer una prueba de control de la presión arterial más prolongada para controlar la presión arterial en horarios regulares durante seis o 24 horas. Esto se denomina control ambulatorio de la presión arterial. Sin embargo, los dispositivos que se utilizan para la prueba no están disponibles en todos los centros médicos.

Tratamiento

Tratamiento

Se recomienda a todas las personas con presión arterial alta o elevada hacer cambios para llevar un estilo de vida saludable. Si tienes presión arterial elevada y diabetes, enfermedad renal o enfermedad cardíaca, el proveedor de atención médica puede recomendarte medicamentos para la presión arterial.

Si tienes presión arterial elevada y no tienes factores de riesgo por otras enfermedades cardíacas, los beneficios de los medicamentos no son tan evidentes.
El tratamiento para la hipertensión de grado 1 o grado 2 suele incluir medicamentos para la presión arterial y cambios para llevar un estilo de vida saludable.

Autocuidados

Prueba estos consejos:

  • Come alimentos saludables. Elige frutas, verduras, granos integrales, carne de aves, pescado y productos lácteos descremados. Consume mucho potasio de fuentes naturales, lo que puede ayudar a bajar la presión arterial.
  • Consume menos sal (sodio). Las carnes procesadas, los alimentos enlatados, las sopas comerciales, las cenas congeladas y ciertos panes pueden ser fuentes ocultas de sal.
  • Controla el peso. Perder peso si tienes sobrepeso u obesidad puede ayudarte a controlar la presión arterial y disminuir el riesgo de tener complicaciones.
  • Incrementa la actividad física. H semana, intenta hacer al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa, o una combinación de ambas.
  • Limita el consumo de alcohol. Si eliges beber alcohol, hazlo con moderación. En los adultos sanos, beber con moderación significa una bebida al día en el caso de las mujeres y hasta dos bebidas al día en el caso de los hombres.
  • No fumes. El tabaco daña las paredes de los vasos sanguíneos y acelera el proceso de endurecimiento de las arterias.
  • Controla el estrés. Busca maneras de reducir el estrés emocional. Hacer más ejercicio, practicar la atención plena y conectarte con otros en grupos de apoyo son algunas maneras de reducir el estrés.

Prevención

Prevención

Los mismos cambios saludables en el estilo de vida que se recomiendan para tratar la presión arterial alta también ayudan a prevenirla. Come comida saludable, consume menos sal, no fumes, haz ejercicio regularmente, mantén un peso saludable, evita o limita el consumo de alcohol y controla el estrés.