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No te rindas
Independientemente de qué tan preparado estés, en ocasiones comerás en exceso o consumirás alimentos que estás tratando de evitar. Más que permitir que un contratiempo haz que deje de esforzarte, acepta que el contratiempo ocurrió, y regresa al camino correcto. No esperes ser perfecto y nunca te rindas.
Lleva un registro
Además de llevar un registro de tu peso y de tu ingestión de alimentos, llevar un diario de actividad puede ayudarte a tener actividad física y a descubrir conductas que tal vez necesites mejorar. Lleva un registro de otros parámetros de salud importantes, como la presión arterial y las concentraciones de colesterol.
Obtén el apoyo de otras personas
Sólo tú puedes ayudarte a bajar de peso, y tienes que tomar la responsabilidad de tu propia conducta, pero eso no significa que tengas que hacer todo solo. Pide apoyo a tu cónyuge, tu familia y tus amigos.
Quizá sea útil hablar con un especialista en pérdida de peso o con otras personas que estén tratando de perder peso, quienes pueden ayudar a pensar en la comida y el ejercicio desde una nueva perspectiva.
Planea de antemano para circunstancias poco comunes
Piensa en estrategias eficaces para mantener tu compromiso en tanto estás en el trabajo, de vacaciones, en fiestas y durante festejos. Ensaya mentalmente este plan.
Evita los factores que desencadenan tu consumo de alimento
Almacena los alimentos fuera de la vista, y no tengas a la mano comida chatarra. Practica sustituir la comida no saludable por comida saludable. Distráete de tu deseo de comer con algo positivo, como llamar a un amigo.
Ten un plan
Trabaja en una estrategia para cambiar de modo gradual los hábitos y las actitudes que quizá hayan minado esfuerzos pasados para perder peso.
Conoce tus hábitos
Para hacerse consciente de tus conductas de alimentación, pregúntate a tí mismo si tiendes a comer cuando estás aburrido, enojado, cansado, ansioso, deprimido, o con presión social. Evalúa tu estilo de alimentación y tus técnicas de compras y de cocinado. Ve si surge cualquier modelo, e identifica posibles desencadenantes para el consumo de alimentos.
Establece objetivos realistas y pequeños
Recuerda que estás en esto para siempre. Estás haciendo cambios de estilo de vida, y los objetivos que escribes son tus primeros pasos en esa dirección. No establezcas un objetivo poco realista.
Enfócate en lo positivo
Más que pensar demasiado en lo que no puedes comer, enfócate en lo que puedes comer. Descubre nuevos gustos y actividades.
Haz un compromiso
Enfócate en todas las cosas buenas de perder peso, como tener más energía y mejorar tu salud. Luego analiza los aspectos negativos, como encontrar el tiempo para hacer ejercicio. Busca soluciones creativas para superar cualquier aspecto negativo, y después comprométete por tí mismo a bajar de peso.
