Categoría: Remedios caseros

Diarrea

La diarrea ocasionada por infecciones generalmente desaparece sola sin medicamentos. Los productos antidiarreicos que se venden sin receta médica, pueden disminuir las evacuaciones, pero no aceleran la recuperación. Centra tu atención en prevenir la deshidratación y aliviar los síntomas de diarrea a medida que te recuperas:

• Toma muchos líquidos claros, como agua, bebidas sin cafeína y caldos.
• Agrega alimentos semisólidos y con poca fibra gradualmente a medida que las evacuaciones regresan a la normalidad. Prueba con galletas saladas, pan tostado, huevo, arroz o pollo.
• Evita comer productos lácteos, grasosos o muy condimentados durante algunos días.
• Evita la cafeína, el alcohol y la nicotina.
• Los probióticos pueden ayudar a mantener un equilibrio microorgánico adecuado en el tubo digestivo.

Cortaduras y raspones

Si tú estás atendiendo una herida, es importante que te laves primero las manos con agua y jabón o que te apliques un desinfectante de manos para ayudar a prevenir una infección u otras complicaciones.

• Detén la hemorragia. Las cortaduras menores y los raspones suelen dejar de sangrar por sí solos. Si no es así, aplica presión suave con una tela o venda limpia.
• Mantén la herida limpia. Enjuaga la herida con agua purificada. Limpia el área que
• Prevén una infección. Después de limpiar la herida, si lo deseas, puedes aplicar una capa delgada de una crema antibiótica.
• Cubre la herida. La exposición al aire acelerará la cicatrización, pero las vendas pueden ayudar a mantener la herida limpia, sin bacterias y protegerla de una irritación adicional.
• Las ampollas que están abiertas y drenando son vulnerables a la infección y deben cubrirse hasta que se forme una costra.

Calambres

Si te da un calambre, estas medidas pueden ofrecer alivio:

• Estira con suavidad y da masaje al músculo en el que tienes el calambre.
• Para los calambres en la pantorrilla, pon tu peso sobre la pierna y dobla la rodilla un poco.
• Cuando el calambre es en la parte superior de la pierna (tendón de la corva), estira las piernas e inclínate hacia adelante a la altura de la cintura. Apóyate en una silla para estabilizarte.
• Aplica calor para relajar los músculos tensos y rígidos.
• Aplica frío en los músculos adoloridos o sensibles.
• Bebe mucha agua. El líquido ayuda a que tus músculos funcionen de manera normal.

Dolor de cabeza

Para los dolores de cabeza tipo tensión:

• Prueba con masaje, compresas calientes o frías, duchas tibias, descanso o alguna otra técnica de relajación.
• El ejercicio moderado puede ayudar en caso de dolor de cabeza tipo tensión.
• La mala postura puede conducir a dolores de cabeza de tensión en algunas personas. Cuando te sientes, no dejes caer la cabeza hacia adelante. Cuando te pongas de pie, sostén los hombros atrás y la cabeza en alto.

Para migrañas:

• Comienza el tratamiento en cuanto sientas que se acerca la migraña —es tu mejor oportunidad de detener el dolor de cabeza pronto—. Usa paracetamol, ibuprofeno o aspirina (adultos solamente) en la dosis recomendada.
• Algunas personas pueden abortar una migraña si se van a dormir en un cuarto oscuro o si consumen cafeína.
• Prueba con ejercicios de relajación muscular, como meditación, yoga y relajación muscular progresiva. O dedica por lo menos media hora al día a hacer algo que encuentres relajante.

Dolor de garganta

En tanto el dolor de garganta sigue su curso, prueba con estos consejos:

• Consume el doble de líquidos. Líquidos como agua, jugo, té y sopa caliente ayudan a mantener el moco delgado y fácil de expulsar.
• Haz gárgaras con agua salada tibia. Mezcla ½ cucharadita de sal en un vaso de agua caliente y haz gárgaras. Esto ayuda a aliviar tu garganta y eliminar el moco.
• Chupa una pastilla para la garganta o un caramelo. Estas acciones estimulan la producción de saliva, que lava y limpia tu garganta.
• Bebe miel mezclada con té caliente o agua de limón caliente. Este es un método tradicional de aliviar el dolor de garganta.
• Toma analgésicos. Medicamentos que se venden sin receta médica, como paracetamol, ibuprofeno y aspirina, alivian el dolor de garganta durante 4 a 6 horas.
• Descansa la voz. Si el dolor de garganta afecta tu laringe, hablar puede irritarla más y puedes perder en forma temporal la voz.

Síndrome de Intestino Irritable

Cambios sencillos en el estilo de vida pueden proporcionar cierto alivio para el síndrome de intestino irritable (SII):

• Experimenta con fibra. La fibra puede ofrecer beneficios a medias. Aunque ayuda a reducir el estreñimiento, también puede empeorar los problemas de gases y cólicos. La mejor estrategia consiste en aumentar de manera gradual la fibra en tu dieta durante un periodo de semanas.
• Evita los alimentos problema. Si ciertos alimentos empeoran tus signos y síntomas, no los comas. Los factores causales comunes son alcohol, chocolate, bebidas con cafeína, como café y refrescos y medicamentos que contienen cafeína.
• Haz ejercicio periódico. El ejercicio estimula las contracciones intestinales normales y ayuda a aliviar el estrés. Si has estado inactivo, comienza de manera lenta y gradual.
• Prueba con la yerbabuena. En algunos estudios, los síntomas del SII mejoraron en forma significativa entre las personas que tomaban yerbabuena.

Tos

Sigue estos pasos para ayudar a aliviar la tos persistente:

• Bebe muchos líquidos. Los líquidos ayudan a limpiar tu garganta. Bebe agua o jugos de fruta —no refrescos ni café—.
• Usa un humidificador. El aire de tu casa puede llegar a ser muy seco, en especial durante el invierno. El aire seco irrita la garganta cuando tienes un resfriado. Si utilizas un humidificador para humedecer el aire, será más fácil respirar.
• Chupa un caramelo macizo o pastillas. El caramelo macizo o las pastillas medicadas para la garganta pueden ayudar a aliviar la irritación simple de la garganta y prevenir la tos si tienes la garganta seca o inflamada.
• Prueba con miel. Bebe una taza de té caliente o agua de limón caliente endulzados con miel. Mezcla 2 cucharaditas de miel con el líquido caliente.
• Eleva la cama. Duerme con la cabecera de la cama elevada. Levanta la cama unos 10 a 14 cm si tu tos se debe al regreso del ácido estomacal.

Tapón de cerilla

Si crees que puedes tener un tapón de cerilla —y no tienes una sonda en el tímpano ni un orificio (perforación)— este procedimiento puede ayudar a retirar el exceso de cerilla:

• Suaviza la cerilla con unas gotas de aceite de bebé, aceite mineral o glicerina colocadas con un gotero dos veces al día, durante no más de 4 a 5 días.
• Cuando la cerilla se haya suavizado, llena un tazón con agua caliente, a la temperatura corporal. Si el agua está más fría o más caliente, puede hacer que te sientas mareado durante el procedimiento.
• Con la cabeza vertical, toma la parte superior de la oreja y jala hacia arriba. Con la otra mano, aplica el agua suavemente en el conducto auditivo con una perilla de goma de 90 mL. Luego, ladea la cabeza y drena el agua en el tazón o el lavabo.
• Tal vez sea necesario que repitas este procedimiento varias veces antes de que salga la cerilla extra.

Quemaduras

Para quemaduras menores, incluidas las de segundo grado limitadas a un área no mayor de 7.5 cm de ancho, lleva a cabo las siguientes acciones:

• Enfría la quemadura. Mantén el área quemada debajo del chorro de agua fría hasta que ceda el dolor.
• Considera aplicar una loción. Una vez que la quemadura se ha enfriado por completo, aplicar una loción que contenga aloe vera o un humectante.
• Coloca una venda en la quemadura. Cubre la quemadura con un vendaje con gasa estéril (no algodón esponjado).
• Toma un analgésico que se venda sin receta médica. Entre éstos está la aspirina, el ibuprofeno, naproxeno o paracetamol.
• No apliques hielo. El hielo sobre una quemadura puede ocasionar congelamiento y causar más daño.
• No rompas las ampollas. Las ampollas llenas de líquido protegen contra la infección. Si las ampollas se rompen, limpia el área todos los días enjuagando con agua (un jabón suave es opcional).

Resfriado común

No puedes curar el resfriado común, pero puedes sentirte más cómodo con estos consejos:

• Bebe muchos líquidos. Agua, jugo y té son buenas elecciones. Ayudan a reponer los líquidos perdidos durante la producción de moco o la fiebre.
• Evita el alcohol y la cafeína, que pueden ocasionar deshidratación, y el humo del cigarro, que puede agravar tus síntomas.
• Prueba con el caldo de pollo. Generaciones de padres han dado caldo de pollo a sus hijos enfermos y los científicos han descubierto que al parecer sí ayuda a aliviar los síntomas.
• Descansa un poco. El descanso es importante para acelerar la recuperación.
• Seda tu garganta. Hacer gárgaras con agua tibia con sal varias veces al día o beber agua de limón tibia mezclada con miel de abeja, puede ayudar.
• Toma vitamina C. A pesar de la creencia generalizada, no hay evidencias de que tomar grandes dosis de vitamina C reduzcan el riesgo de tener un resfriado.