Diarrea

Diarrea

La diarrea tiene muchas causas y la mayoría no es grave. La más común es una infección viral del tracto digestivo.

Los síntomas de diarrea incluyen heces flojas y acuosas, a menudo con dolor abdominal.

La diarrea puede ser un síntoma de síndrome del intestino irritable o intolerancia a la lactosa.

Autocuidados

  • Bebe muchos líquidos claros, incluida el agua, caldos y té suave.
  • Añade alimentos semisólidos y con bajo contenido de fibra poco a poco. Prueba con galletas saladas, pan tostado, huevos, arroz o pollo.
  • Evita los productos lácteos, los alimentos grasos o muy sazonados durante algunos días.
  • Evita la cafeína, el alcohol y la nicotina.

¿Cuándo visitar al médico?

Comunícate con tu médico si la diarrea persiste por más de 1 semana o si te deshidratas (sed excesiva, boca seca, o si ves sangre en tus heces o en la taza del inodoro).

También busca atención médica si tienes dolor abdominal o rectal grave, una temperatura mayor de 38.3 °C, o signos de deshidratación a pesar de beber líquidos.

Es posible que tu doctor prescriba antibióticos para acortar la duración de la diarrea causada por algunas bacterias y parásitos.

No toda la diarrea ocasionada por bacterias requiere tratamiento con antibióticos, y estos no ayudan a la diarrea viral, que es el tipo más común de diarrea infecciosa.

Fiebre

Fiebre

La fiebre por sí misma no es una enfermedad, pero con frecuencia es signo de una. La fiebre te indica que algo pasa dentro de tu cuerpo. Lo más probable es que tu cuerpo esté luchando contra una infección ocasionada por bacterias o virus.

La fiebre incluso puede ser útil para combatir la infección. En raras ocasiones es signo de una reacción a medicamentos o a un padecimiento inflamatorio.

Si piensas que la causa es algo más que una enfermedad viral, consulta a tu médico. La temperatura promedio que se considera sana es de 37 °C; una temperatura de 38 °C o mayor se considera fiebre.

Autocuidados

  • Bebe muchos líquidos. La fiebre puede ocasionar pérdida de líquidos y deshidratación. Bebe agua, jugos o bebidas rehidratantes.
  • Reposa. El reposo es necesario para recuperarse, ya que la actividad puede elevar tu temperatura corporal.
  • Sumérgete en agua tibia. En especial para temperaturas elevadas, un baño de 5 a 10 minutos en agua tibia o darle a tu hijo un baño de esponja puede ser refrescante.

¿Cuándo consultar al médico?

Llama a tu médico si se presenta fiebre acompañada de dolor en un costado, piel enrojecida, dolor al orinar o diarrea o en cualquiera de las siguientes situaciones:

  • Temperatura de más de 40 °C
  • Temperatura de más de 38.9 °C por 48 horas o más.
  • Fiebre mayor de 38 °C por más de 3 días o que regresa luego de desaparecer por 24 horas.

Dolor

Dolor

El dolor no es solo una experiencia física, sino también emocional. Las personas pueden percibir el dolor de distintas maneras y reaccionar en formas diferentes.

El dolor puede ser agudo o crónico.

  • Dolor agudo: puede ser leve y durar solo un momento, como el de una picadura de insecto, o puede ser grave y prolongarse durante semanas o meses, según la gravedad de la lesión
  • Dolor crónico: es persistente y dura largo tiempo después del proceso de sanado, o cuando no parece haber ninguna lesión anterior o daño corporal que cause dolor continuo. Por lo general, se considera que el dolor crónico es el que dura más de 3 a 6 meses.

Autocuidados

  • Mantente físicamente activo. Prueba nuevos pasatiempos y actividades recreativas. Ejercítate a diario.
  • Mantente conectado con los demás. Las personas con un sistema de apoyo sólido, ya sean amigos o familiares, por lo general afrontan mejor que otros el dolor crónico.
  • Enfócate en el bienestar. Mantén un peso sano, duerme lo suficiente e incrementa tu consumo de verduras, frutas y granos enteros y limita lo más posible las grasas.
  • Aprende a estresarte menos. Cuando tienes dolor, es menor tu capacidad para manejar el estrés de la vida diaria. El estrés también puede provocar que hagas cosas que intensifiquen tu dolor, como tensar los músculos.

¿Cuándo visitar a al médico?

Si tu dolor cambia sus características, aumenta su intensidad o desarrollas nuevos síntomas como hormigueo o adormecimiento, podría ser una buena idea consultar a tu médico para que reevalúe tu afección.

Fatiga

Fatiga

La fatiga puede ser el resultado de problemas físicos y emocionales. La fatiga física suele ser más pronunciada más tarde en el día, y a menudo se resuelve con dormir bien por la noche.

Por lo general, la fatiga emocional alcanza su máximo al inicio de la mañana y mejora al avanzar el día. Si te sientes cansado todo el tiempo, o si el agotamiento es agobiante, es posible que empieces a preocuparte de que tu problema es más grave que solo fatiga.

Causas

  • Malos hábitos alimenticios
  • Falta de sueño
  • Deshidratación
  • Fármacos de prescripción como tranquilizantes, relajantes musculares, sedantes, pastillas para el control de la natalidad

Tratamiento

  • Duerme lo suficiente durante la noche, de 7 a 8 horas de sueño ininterrumpido.
  • Organiza tu día y prioriza tus actividades.
  • Realiza actividad física y ejercicio, pero comienza de forma paulatina.
  • Consume una dieta balanceada con muchas frutas, verduras y granos enteros. Aléjate de los alimentos con alto contenido de grasa.
  • Deja de fumar y reduce o elimina el uso de alcohol, cafeína u otras sustancias que se sabe afectan el sueño o causan fatiga.

¿Cuándo visitar al médico?

Si la fatiga persiste incluso cuando descansas lo suficiente y dura 2 semanas o más, quizá tengas un problema que requiere atención médica. Consulta a tu médico.

Reacciones alérgicas

Reacciones alérgicas

Una alergia es una reacción del sistema inmunitario hacia una sustancia extraña (alérgeno).

La reacción puede tomar muchas formas, incluidas erupciones, congestión nasal, asma y, en raras ocasiones, una reacción grave que puede conducir al choque y la muerte.

Alergia a los alimentos

Se produce por ciertas proteínas en la leche, los huevos, el trigo, el pescado, los mariscos y las nueces, pero casi todos los alimentos tienen el potencial para causar una reacción alérgica.

Síntomas

  • Dolor abdominal, diarrea, náusea y vómito
  • Urticaria o hinchazón en ojos, labios, cara, lengua o garganta.
  • Congestión nasal, asma e incluso desmayos.

Alergia a fármacos

Muchas alergias que se cree son alergias a fármacos de hecho son efectos secundarios de un medicamento. Aunque son raras, las reacciones como erupciones o dificultad para respirar pueden ser una respuesta alérgica al medicamento.

Síntomas

  • Dolor abdominal, diarrea, náusea y vómito
  • Erupción, urticaria, comezón generalizada.
  • Sibilancia y dificultad para respirar, hinchazón en la cara.

¿Cuándo visitar al médico?

Consulta a tu médico si desarrollas una erupción, comezón, urticaria o si sospechas que otros síntomas que presentas puedan deberse a un medicamento que tomas.

Para reacciones que amenacen tu vida, como la dificultad para respirar, llama al número de urgencias.

Traumatismos

Traumatismos

El traumatismo es cualquier lesión que resulta de una fuerza externa o de la violencia.

Las fracturas, los esguinces graves, las dislocaciones y otras lesiones importantes en los huesos y las articulaciones son emergencias por traumatismo y por lo general requieren cuidados médicos.

Dislocaciones

Una dislocación es una lesión en la que los extremos de los huesos en una articulación se salen de sus posiciones normales.

Tratamiento

  • Entablilla la articulación afectada en la posición en que se encuentra.
  • Trátala como si fuera una fractura.
  • Busca atención inmediata.

Fractura

Una fractura es un hueso roto. Requiere atención médica inmediata. Si sospechas que hay una fractura, protege el área afectada contra daños mayores.

Tratamiento

  • No intentes realinear el hueso roto. En lugar de ello, inmovilízalo con una almohada o con algún objeto firme.
  • Si hay sangrado con la fractura ósea, aplica presión para detener el sangrado. Si es posible, eleva el sitio del sangrado para reducir el flujo sanguíneo.
  • Si la persona parece débil, está pálida o respira de modo superficial y rápido: recuesta a la persona, eleva sus piernas y cúbrela con una cobija para mantenerla caliente.
  • No muevas a la persona. Mantenla acostada. Observa si su respiración es normal y si la persona está alerta.

Lesiones oculares

Lesiones oculares

Las lesiones oculares son comunes, y algunas son graves. Por fortuna, puedes prevenir la mayoría de las lesiones mediante pasos simples.

Objeto extraño en el ojo

  • No talles el ojo ni apliques parches o paquetes de hielo sobre él.
  • Lava bien tus manos y coloca abundante agua tibia en tu ojo.
  • Con los dedos abre los párpados y mueve el ojo en diferentes direcciones .
  • Si el objeto es muy grande para retirarlo o está incrustado, acude a emergencias.

Rasguño en la córnea

  • En caso de lesión busca de inmediato atención médica.
  • El lagrimeo excesivo, la visión borrosa, la sensibilidad a la luz, el dolor o el enrojecimiento en o alrededor del ojo pueden indicar una abrasión en la córnea.
  • No te talles el ojo. Esta acción puede empeorar una abrasión en la córnea.
  • Si tienes una lesión y no hay un cuerpo extraño en tu ojo, no lo enjuagues con agua.

¿Cuándo visitar al médico?

Busca ayuda de emergencia cuando:

  • No puedas retirar el objeto.
  • El objeto esté incrustado en el globo ocular.
  • La persona con el objeto en el ojo sufra visión anormal.
  • El dolor, los problemas de visión o el enrojecimiento persistan.

Evento vascular cerebral

Evento vascular cerebral

Un evento vascular cerebral es un “ataque cerebral”. Ocurre cuando la provisión de sangre hacia una parte de tu cerebro se interrumpe o se reduce gravemente, lo cual priva al tejido cerebral de oxígeno y nutrientes.

Un evento vascular cerebral es una emergencia médica, y el pronto tratamiento es crucial. El tratamiento oportuno puede minimizar el daño a tu cerebro y reducir tu riesgo de complicaciones.

Síntomas

  • Dificultad para caminar.
  • Dificultad para hablar y cara flácida
  • Un lado del cuerpo se siente débil o insensible.
  • Dolor de cabeza repentino y perdida total o parcial de la vista.
 

Prevención

  • Prevén o controla la hipertensión arterial. La presión arterial elevada aumenta tu riesgo de evento vascular cerebral.
  • Consume menos colesterol y grasas saturadas. Así podrás disminuir las placas en tus arterias.
  • Mantén un peso saludable y cuida tu alimentación. El sobrepeso contribuye a padecimientos como hipertensión arterial, enfermedad cardiaca y diabetes.
  • Realiza actividad física con regularidad. La actividad física y el ejercicio reducen tu presión arterial y mejoran la salud general de tus vasos sanguíneos y tu corazón.
  • Limita o evita el consumo de alcohol y tabaco. El consumo abundante de alcohol o tabaco aumenta tu riesgo de hipertensión

Desmayo

Desmayo

El desmayo es una pérdida repentina y breve de la conciencia. Ocurre cuando tu cerebro no recibe suficiente sangre ni el oxígeno que esta transporta.

Una vez que te recuestas, la sangre fluye a tu cerebro y recuperas la conciencia en un lapso cercano a un minuto.

Posiblemente, los desmayos no tengan importancia médica. O bien, la causa puede ser un trastorno grave, que por lo general involucra al corazón.

Por lo tanto, debes tratar la pérdida del conocimiento como si fuera una emergencia médica hasta que se alivien los signos y síntomas, y se identifique la causa.

Autocuidados

Si te sientes débil o mareado, recuéstate o siéntate. Si te acuestas, eleva tus piernas ligeramente para devolver la sangre a tu corazón.

Si no puedes recostarte, entonces siéntate, inclínate hacia delante y coloca tu cabeza entre tus rodillas.

  • Levántate y cambia de posiciones poco a poco, en particular cuando voltees de un lado a otro o cuando cambies de estar acostado a estar de pie.
  • No manejes un auto ni operes equipo peligroso si te sientes mareado.
  • Evita la cafeína, el tabaco, el alcohol y las drogas ilegales.

Cortaduras

Cortaduras

Las cortaduras, las heridas y los raspones cotidianos con frecuencia no requieren un viaje a la sala de urgencias. No obstante, el cuidado apropiado es esencial para evitar infecciones u otras complicaciones.

Heridas simples

  • Detén el sangrado. Aplica presión con un trapo limpio o un vendaje
  • Mantén limpia la herida. Enjuaga con agua limpia y lava el área de alrededor con jabón y un trapo para limpiar.
  • Cambia el vendaje para evitar infecciones. Haz esto por lo menos una vez al día o siempre que la venda se moje o se ensucie.
  • Si el sangrado es persistente después de varios minutos de presión directa, debes acudir a emergencias.

Heridas profundas

Una herida profunda (que atraviese toda la piel), con separación o bordes irregulares con exposición de grasa o músculo, requerirá puntos para sostenerla cerrada y que sane de manera adecuada.

Se pueden usar tiras de cinta quirúrgica para cerrar una cortada menor, pero si la piel rota no se cierra con facilidad, busca ayuda médica.

Un cierre adecuado ayudará a minimizar las actrices, acelerará la curación y reducirá el riesgo de infección.

¿Cuándo visitar al médico?

Si la sangre sale en abundancia o continúa fluyendo después de varios minutos de presión directa, la atención de emergencia es necesaria