Dolor

Dolor

El dolor no es solo una experiencia física, sino también emocional. Las personas pueden percibir el dolor de distintas maneras y reaccionar en formas diferentes.

El dolor puede ser agudo o crónico.

  • Dolor agudo: puede ser leve y durar solo un momento, como el de una picadura de insecto, o puede ser grave y prolongarse durante semanas o meses, según la gravedad de la lesión
  • Dolor crónico: es persistente y dura largo tiempo después del proceso de sanado, o cuando no parece haber ninguna lesión anterior o daño corporal que cause dolor continuo. Por lo general, se considera que el dolor crónico es el que dura más de 3 a 6 meses.

Autocuidados

  • Mantente físicamente activo. Prueba nuevos pasatiempos y actividades recreativas. Ejercítate a diario.
  • Mantente conectado con los demás. Las personas con un sistema de apoyo sólido, ya sean amigos o familiares, por lo general afrontan mejor que otros el dolor crónico.
  • Enfócate en el bienestar. Mantén un peso sano, duerme lo suficiente e incrementa tu consumo de verduras, frutas y granos enteros y limita lo más posible las grasas.
  • Aprende a estresarte menos. Cuando tienes dolor, es menor tu capacidad para manejar el estrés de la vida diaria. El estrés también puede provocar que hagas cosas que intensifiquen tu dolor, como tensar los músculos.

¿Cuándo visitar a al médico?

Si tu dolor cambia sus características, aumenta su intensidad o desarrollas nuevos síntomas como hormigueo o adormecimiento, podría ser una buena idea consultar a tu médico para que reevalúe tu afección.

Fatiga

Fatiga

La fatiga puede ser el resultado de problemas físicos y emocionales. La fatiga física suele ser más pronunciada más tarde en el día, y a menudo se resuelve con dormir bien por la noche.

Por lo general, la fatiga emocional alcanza su máximo al inicio de la mañana y mejora al avanzar el día. Si te sientes cansado todo el tiempo, o si el agotamiento es agobiante, es posible que empieces a preocuparte de que tu problema es más grave que solo fatiga.

Causas

  • Malos hábitos alimenticios
  • Falta de sueño
  • Deshidratación
  • Fármacos de prescripción como tranquilizantes, relajantes musculares, sedantes, pastillas para el control de la natalidad

Tratamiento

  • Duerme lo suficiente durante la noche, de 7 a 8 horas de sueño ininterrumpido.
  • Organiza tu día y prioriza tus actividades.
  • Realiza actividad física y ejercicio, pero comienza de forma paulatina.
  • Consume una dieta balanceada con muchas frutas, verduras y granos enteros. Aléjate de los alimentos con alto contenido de grasa.
  • Deja de fumar y reduce o elimina el uso de alcohol, cafeína u otras sustancias que se sabe afectan el sueño o causan fatiga.

¿Cuándo visitar al médico?

Si la fatiga persiste incluso cuando descansas lo suficiente y dura 2 semanas o más, quizá tengas un problema que requiere atención médica. Consulta a tu médico.