Tratamientos y medicamentos

Tratamientos y medicamentos

El médico puede llevar a cabo un examen completo para buscar las posibles causas físicas de sus síntomas. Cuando no es posible encontrar alguna y se piensa que no existe otra enfermedad mental, como depresión o ansiedad, el tratamiento por lo general se dirige a ayudar a que la persona viva con el trastorno de tal manera que no se afecte o limite indebidamente. Puede incluir psicoterapia y, tal vez, medicamentos antidepresores. Estos ayudan a tratar la depresión que puede acompañar al trastorno inexplicable médicamente. Asimismo, pueden ayudar a controlar el dolor y mejorar el sueño.

Tratamientos comunes La enfermedad mental puede parecer como una carga insoportable, pero en realidad casi todas las formas pueden tratarse. Dos conductas generales para el tratamiento de enfermedades mentales son medicamentos y psicoterapia. Con frecuencia, es más eficaz una combinación de métodos.

El tratamiento de cualquier enfermedad mental debe de ajustarse al individuo. Ningún régimen terapéutico funcionará para todas las personas. Aunque casi todos los tratamientos se llevan a cabo como paciente externo, algunas personas reciben cuidados en un hospital o en una residencia de apoyo.

Medicamentos

Durante los últimos 50 años, la evolución del cuidado de la salud mental se ha impulsado por el descubrimiento de nuevos medicamentos y nuevos usos de los disponibles desde hace mucho tiempo. En 1949, los médicos descubrieron que un compuesto del elemento litio podía aliviar los síntomas de manía intensa.

El año siguiente, se encontró que la cloropromacina aliviaba las alucinaciones y otras manifestaciones de psicosis. A continuación hubo medicamentos similares y finalmente dieron lugar a que muchas personas con una enfermedad mental grave pudieran pasar de grandes hospitales psiquiátricos manejados por el estado a ambientes en la comunidad. En los últimos 20 años, el desarrollo de medicamentos antidepresores y estabilizadores del ánimo revolucionó el tratamiento de enfermedades como la depresión y la ansiedad.

Psicoterapia

Mucho antes que se desarrollaran tratamientos médicos para una enfermedad mental, algunas personas encontraban consuelo para la angustia emocional "descargando el alma"; es decir, discutiendo sus problemas y temores. Durante épocas difíciles es natural buscar a un amigo, un familiar, un médico o un miembro de la iglesia. Platicar con alguien en quien se confía a fin de aliviar la angustia y recibir asesoría es aún una parte integral del tratamiento de una enfermedad mental. En la actualidad, estas discusiones se llevan a cabo con un profesional de salud mental autorizado.

Con frecuencia se utiliza el término psicoterapia para describir este componente del tratamiento. Se refiere a recibir ayuda de un profesional de salud mental mediante una combinación de hablar y escuchar.

Según la gravedad del trastorno y el tipo de psicoterapia que se recibe, el tratamiento puede durar tan sólo unas cuantas sesiones o continuarse varios meses o más tiempo. En general, cuanto más grave y complicado es el trastorno mayor es el tiempo necesario para tratarlo.

La psicoterapia puede proporcionar muchos beneficios a largo plazo. Puede ayudar a comprender si se mejora a sí mismo, proporciona habilidades para solucionar problemas, provee medios más eficaces para afrontar acontecimientos de la vida y ayuda a manejar emociones potentes.

Sin embargo, la terapéutica sólo puede tener éxito cuando tanto el paciente como su terapeuta se dedican a lograr el resultado final satisfactorio. Durante las sesiones de tratamiento, es importante ser honesto, afrontar posibles verdades dolorosas, abordar sentimientos incómodos y estar abierto para nueva información y formas de afrontamiento. A su vez, el terapeuta escuchará cuidadosamente, interpretará y guiará al paciente hacia conductas más saludables. El proceso incluye confianza, respeto y confidencialidad mutuas.

Así como se utiliza una diversidad de medicamentos para tratar una enfermedad mental, también se usan diferentes formas de psicoterapia.

Terapia cognoscitiva y conductual

La terapia cognoscitiva y conductual, que también se llama terapia cognoscitiva, examina deformaciones en el pensamiento que conducen a problemas psicológicos. Es el tratamiento que se ha estudiado más y es muy eficaz en la terapéutica de enfermedades mentales. La investigación de imágenes cerebrales muestra que la terapia cognoscitiva puede producir cambios en la actividad del cerebro en regiones relacionadas con la depresión.

Este tipo de tratamiento se basa en que la persona es lo que piensa que es. El paciente identifica, con ayuda de su terapeuta, pensamientos y creencias deformadas que originan estrés psicológico, temores y depresión. Aprende a sustituir pensamientos negativos con percepciones más realista, más positivas y medios por los que puede ver y afrontar de manera diferente los acontecimientos de la vida.

El tratamiento resalta aprender a desarrollar un sentido de dominio y control de los pensamientos y sentimientos. Por lo general, la terapia cognoscitiva es un tratamiento a corto plazo.

 

Terapia interpersonal

La terapia interpersonal se dirige a las relaciones como el aspecto fundamental para comprender y superar signos y síntomas de la enfermedad mental. El objetivo es mejorar las habilidades de relación y comunicación, y reforzar la autoestima. La terapia interpersonal explora típicamente cuatro áreas principales: aflicción no resuelta, conflictos con otros, transiciones de un objetivo social u ocupacional a otro y dificultades con habilidades interpersonales o con personas.

Igual que la terapia cognoscitiva y conductual, la interpersonal suele ser a corto plazo. Puede ayudar a mejorar la capacidad para formar relaciones y funcionar en ambientes sociales.

Terapia de desensibilización y exposición

La terapia de desensibilización y exposición es un tratamiento conductual especialmente útil para la terapéutica de fobias y los trastornos de estrés postraumático y obsesivo-compulsivo.

El tratamiento se dirige a cambiar la respuesta a un objeto o situación particular. Por ejemplo, la exposición repetida a un objeto o una obsesión temida puede ayudar a vencer el miedo. Se aumenta gradualmente la exposición a pensamientos y situaciones que provocan más ansiedad en tanto se aprende a permanecer tranquilo.

Finalmente, disminuyen el temor y la ansiedad de tal manera que ya no es necesario evitar ciertas situaciones y pensamientos.

Psicoterapia psicodinámica

La psicoterapia psicodinámica tiene como fin ayudar a las personas a comprender y cambiar conductas o interacciones que ya están fuera de moda, son ineficaces y destructivas. Utilizando conceptos relacionados con los procesos mentales inconscientes, estas terapéuticas evolucionaron a partir de los principios desarrollados por Sigmund Freud.

Las psicoterapias psicodinámicas por lo general requieren más de seis meses y pueden continuarse varios años. Las personas que es más probable que se beneficien por un tratamiento a largo plazo son quienes tienen más de un trastorno mental o patrones de conducta persistentemente molestos, como temor a compromisos o dificultad para conservar buenas relaciones con otros.

Terapia de grupo

La terapia de grupo incluye un grupo de personas no relacionadas y uno o más profesionales de salud mental que ayudan a facilitar las sesiones de tratamiento. No es lo mismo que un grupo de apoyo, que puede ser guiado por compañeros en lugar de profesionales. El grupo puede formarse basándose en el diagnóstico, género, edad u otras características.

La terapia de grupo se dirige a muchos de los mismos objetivos que la individual, pero se basa en parte en asesoría, retroalimentación y apoyo de los participantes del grupo. Este tipo de terapia puede ser útil en el tratamiento de fobias sociales, trastornos de la alimentación y adicciones a drogas, alcohol y juego.

Medicina alternativa

Según un estudio, más de una de cada tres personas con depresión o ansiedad graves utilizan cierta forma de cuidado complementario alternativo para tratar su enfermedad. Esto incluye suplementos herbarios y dietéticos que se venden sin prescripción. Algunos de los suplementos más populares que se venden o toman para el tratamiento de la depresión incluyen:

Hierba de San Juan

La hierba de San Juan, un preparado herbario de la planta Hypericum perforatum, se ha utilizado desde hace mucho tiempo en la medicina popular y se utiliza ampliamente en Europa para tratar ansiedad, depresión y trastornos del sueño. En Estados Unidos se vende en forma de tabletas o té.

Algunos estudios sugieren que la hierba de San Juan puede actuar también como un antidepresor de prescripción en la depresión leve a moderada. No obstante, en un estudio clínico se encontró que no era eficaz para el tratamiento de la depresión mayor.

Las reacciones adversas a este preparado herbario pueden incluir boca seca, mareo, problemas digestivos, fatiga, confusión y sensibilidad a la luz solar. La hierba de San Juan puede interferir con la efectividad de ciertos medicamentos de prescripción que incluyen antidepresores y fármacos que se utilizan para el tratamiento de la infección por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y sida.

SAM-e

La S-adenosilmetionina (SAM-e) es una sustancia química disponible en Europa como un medicamento de prescripción para el tratamiento de la depresión. En Estados Unidos se vende como medicamento sin prescripción. La SAM-e se encuentra en células humanas y tiene un sito en muchas funciones del cuerpo. Se piensa que en forma de suplemento aumenta las concentraciones de serotonina y dopamina, aunque aún no se confirma en estudios más grandes. Tomada en grandes cantidades, la SAM-e puede ser peligrosa.

Ácidos grasos omega 3

Se están investigando los ácidos grasos omega 3, un tipo de nutrimento que se encuentra en aceites de pescado y ciertas plantas, como un posible estabilizador del ánimo en personas con trastorno bipolar. En muchas tiendas se venden cápsulas de aceite de pescado que contienen ácidos grasos omega 3. Las cápsulas son altas en grasa y calorías y pueden causar problemas gastrointestinales. Un medio más adecuado para obtener más de estos ácidos grasos es simplemente comer más pescado de agua fría, como salmón, macarela y arenque.

5-HTP

Uno de los materiales básicos que necesita el cuerpo para elaborar el neurotransmisor neurotonina es una sustancia química llamada 5- hidroxitriptófano (5-HTP). Se prescribe en Europa para tratar la depresión y se encuentra disponible en Estados Unidos sin prescripción. Aunque es posible que el 5-HTP ayude a ciertas personas con depresión, se requiere una investigación sobre su seguridad y eficacia antes de recomendarse.

Autocuidado

Autocuidado

 

Después que el tratamiento profesional controla el trastorno mental de la persona y lo ayuda a sentirse mejor, aún tiene que afrontar cada día. La vida presenta inevitablemente desafíos y frustraciones. Además de la ayuda que adquiere de un profesional de salud mental, depende de la persona buscar los medios para mejorar su bienestar total. La adopción de hábitos saludables puede ayudarla a recuperarse de una enfermedad mental y reducir su riesgo de recurrencia. Estas estrategias se basan en la importancia de autocuidarse:

 

¿Qué hacer? ¿Por qué hacerlo?
Consérvate activo. Las investigaciones demuestran que el ejercicio regular puede ayudar a tratar la depresión, la ansiedad y posiblemente otros trastornos psiquiátricos leves a moderados. Por ejemplo, en un estudio se encontró que las personas con depresión que hicieron ejercicio durante 20 o 60 minutos tres veces a la semana mostraron mejorías notables en su salud mental. El ejercicio estimula la producción de endorfinas, las sustancias químicas del cerebro que producen sensaciones de satisfacción y bienestar. El ejercicio también proporciona muchos otros beneficios para la salud y suele mejorar la calidad de vida.
Come bien. Una dieta equilibrada puede mejorar la forma en que se siente la persona en muchos niveles. Tanto el cuerpo como el cerebro necesitan una nutrición adecuada para funcionar con eficiencia.
Duerme lo adecuado. El sueño refresca a las personas. Mejora su actitud y les proporciona energía para actividad física y afrontar el estrés.
Técnicas de control del estrés y prácticas de relajación. La relajación ayuda a producir un estado físico y mental de calma opuesto a la repuesta de lucha y huida originada por el estrés. Las actividades de ocio y recreación pueden ayudar a reducir el estrés.
Involúcrate. Una red social potente es un componente importante del bienestar, incluyendo el mental. Buenos amigos y una familia suelen proporcionar un sentido de propósito o significado, estímulo y retroalimentación, y pueden proporcionar ayuda cuando se necesita.
Atiende tus necesidades espirituales.

Las prácticas espirituales, sea que incluyan meditación, servicios religiosos, contacto con la naturaleza o algo más, tienen un efecto benéfico en la salud. La espiritualidad puede ayudar a vivir a la persona más plenamente a pesar de los síntomas.

Considera un grupo de apoyo. Las organizaciones de autoayuda pueden ser aliados potentes para muchas personas que están afrontando una enfermedad mental o cuidan a alguien con esta afección. Estos grupos incluyen Alcohólicos Anónimos y grupos similares para personas con otros tipos de adicciones. En muchas comunidades se dispone de grupos de ayuda personal para personas con depresión, ansiedad, esquizofrenia y otras enfermedades mentales.

 

¿Dónde puede buscar ayuda?

 

En la Ciudad de México, la red de servicios médicos cuenta con hospitales y centros de salud para la atención ciudadana. Ubica los más cercanos y no dudes en solicitar sus servicios.

Tipos de trastornos disociativos

Tipos de trastornos disociativos

Los trastornos que pueden causar signos y síntomas inexplicables médicamente son los siguientes:

Trastorno de somatización

Somatización se refiere a la conversión de experiencias o estados mentales a síntomas corporales. Los individuos con este trastorno pueden tener muchas molestias físicas durante varios años. Cuando los revisa un médico, las molestias no tienen una base física.

Signos y síntomas

  • Dolor de espalda, cabeza, articular o del tórax
  • Problemas gastrointestinales, como náuseas, vómitos y diarrea
  • Problemas sexuales, como falta de interés en el sexo y disfunción eréctil
  • Problemas neurológicos, como entumecimiento y hormigueo

Los signos y síntomas suelen iniciarse en la adolescencia. El trastorno es más común en mujeres.

Trastorno de dolor

El trastorno de dolor incluye dolor durante mucho tiempo (crónico), sin datos físicos que expliquen su causa o intensidad. Este trastorno no es lo mismo que el dolor crónico que tiene una base física, como el que se asocia con la artritis. El trastorno del dolor suele iniciarse entre los 30 y 50 años de edad. Típicamente, aparece de manera súbita y empeora en el transcurso de unas cuantas semanas o meses. El trastorno se diagnostica casi con el doble de frecuencia en mujeres.

Las personas con este trastorno pueden renunciar al trabajo, ir de un médico a otro, utilizar muchos analgésicos y asumir el papel de un inválido. El trastorno puede conducir a depresión.

Trastorno de conversión

Los signos y síntomas de este trastorno tienden a estar relacionados con las sensaciones e incluir el funcionamiento motor. Los síntomas sensoriales pueden incluir pérdida de la sensación del tacto o dolor, visión doble, ceguera y sordera. Los signos y síntomas relacionados con la función motora comprenden deterioro de la coordinación o el equilibrio, parálisis, dificultad en la deglución o pérdida de la voz. También pueden presentarse convulsiones.

Los resultados de las pruebas neurológicas y otras no revelan anormalidades. Sin embargo, por lo general se piensa que factores psicológicos, como el estrés, originan o empeoran los signos y síntomas de este trastorno. Suele presentarse en la adolescencia o en la edad adulta temprana.

Hipocondriasis

La hipocondriasis es una preocupación por temor de padecer una enfermedad importante o pensar que se tiene alguna. La persona interpreta signos o sensaciones físicas como pruebas de una enfermedad física importante. Continúa el temor injustificado de una enfermedad, incluso cuando un médico no encuentra algún trastorno físico importante después de un examen minucioso.

La persona puede interpretar un cambio en su frecuencia cardiaca, la transpiración o el dolor intestinal como prueba de una enfermedad importante, o es posible que se preocupe por un órgano específico; por ejemplo, preocupación por tener una enfermedad del corazón.

Con frecuencia, una persona con hipocondriasis es muy exigente con los médicos y no aprecia sus intentos por ayudarlo. A diferencia del síndrome de Munchausen (trastorno ficticio en el cual un individuo fabrica una enfermedad física o se causa a sí mismo una lesión para llamar la atención), las personas con hipocondriasis por lo general piensan que están enfermas físicamente.

Síntomas

Síntomas

 

Los signos y síntomas asociados con trastornos no explicables médicamente (trastornos somatoformes) pueden iniciarse en un momento de crisis en la vida y aliviarse cuando mejora la situación o la persona aprende a adaptarse mejor.

Con frecuencia, los signos y síntomas se semejan a los que acompañan normalmente al estrés o una molestia emocional, pero en los trastornos somatoformes son más intensos y duran un periodo sostenido.

Definición

Definición

 

Las características comunes de algunos trastornos mentales incluyen signos y síntomas físicos que parecen indicar un problema médico, pero que no pueden explicarse plenamente por un padecimiento médico.

Tratamientos y medicamentos

Tratamientos y medicamentos

 

La psicoterapia es el tratamiento primario para los trastornos disociativos. Esta forma de terapia, también conocida como terapia de conversación, orientación o terapia psicosocial, implica hablar con un proveedor de salud mental acerca de su trastorno y problemas relacionados.

 

 

Psicoterapia

Tu terapeuta trabajará para ayudarte a entender la causa de tu afección y para formar nuevas formas de afrontación con circunstancias estresantes. Con el tiempo, él podrá ayudarte a hablar más acerca del trauma que experimentaste, pero generalmente sólo cuando tengas destrezas de afrontación y una relación con su terapeuta para tener estas conversaciones con seguridad.

Aunque no existen medicamentos que traten específicamente los trastornos disociativos, tu médico puede recetar antidepresivos, antiansiolíticos o antisicóticos para ayudarte a mantener bajo control los síntomas de salud mental, asociados con los trastornos disociativos.

 

Aceptación y apoyo

Aceptación y apoyo

 

Los niños que son abusados física, emocional o sexualmente están en mayor riesgo de desarrollar trastornos de salud mental, como los trastornos disociativos. Si el estrés u otras cuestiones personales están afectando la forma en que tratas a tu hijo, busca ayuda.

Habla con una persona de confianza, como un amigo, tu médico o un líder en tu comunidad de fe. Pide ayuda para localizar recursos, como grupos de apoyo de padres o terapeutas familiares. Muchos programas de educación de iglesias y comunidades ofrecen clases para padres que también pueden ayudarte a aprender un estilo más sano de crianza de los hijos.

Si tu hijo ha sido abusado o ha experimentado otro evento traumático, consulta a un médico de inmediato. Tu médico puede referirte a proveedores de salud mental que pueden ayudar a tu hijo a recuperarse y adoptar destrezas sanas de afrontación.

¿Dónde puede buscar ayuda?

 

En la Ciudad de México, la red de servicios médicos cuenta con hospitales y centros de salud para la atención ciudadana. Ubica los más cercanos y no dudes en solicitar sus servicios.

¿Cuándo ver al médico?

¿Cuándo ver al médico?

 

Si tú o un ser querido tiene las señales o los síntomas señalados (pérdida de memoria de ciertos periodos, eventos o personas; depresión, ansiedad y pensamientos o intentos suicidas; sensación de estar separado de sí mismo; percepción de las personas y cosas a su alrededor, como distorsionadas o no reales; sentido borroso de identidad; o problemas significativos en sus relaciones, trabajo u otras áreas importantes de su vida, consulta con un médico.

Preguntas y respuestas

Preguntas y respuestas

 

¿Sirves o has servido alguna vez en el ejército?

¿Alguna vez has sido tocado contra tu voluntad?

¿Fuiste físicamente abusado o descuidado cuando era niño?

¿Alguien en tu familia fue abusado durante la infancia?

¿Existen periodos en tu vida que no recuerdes?

¿Te has encontrado alguna vez a cierta distancia de tu casa o trabajo y no sabías cómo llegaste allí?

¿Te has sentido alguna vez como si estuvieras fuera de tu cuerpo, observándote?

¿Sientes como si hubiera más de una persona, tal vez muchas, viviendo dentro de su cabeza?

¿Tus síntomas te han causado problemas en el trabajo o en tus relaciones personales?

¿Alguna vez has pensado en lastimarte o lastimar a otros?

¿Bebes alcohol o utilizas drogas ilegales?

¿Estás siendo atendido por alguna otra afección médica, incluyendo enfermedad mental?

Es importante que te mantengas al tanto de los signos y síntomas, sobre todo si tienes alguno de los factores de riesgo.

Es necesario que acudas al médico o que pidas ayuda a un familiar o persona de confianza.

Complicaciones

Complicaciones

 

Las personas con un trastorno disociativo están en un riesgo creciente de complicaciones y trastornos asociados:

 

  • Causarse daño
  • Pensamientos e intentos suicidas
  • Disfunción sexual, incluyendo compulsión o evitación sexual
  • Trastornos por el uso de alcohol y drogas
  • Trastornos de depresión y ansiedad
  • Trastorno de estrés postraumático
  • Trastornos de la personalidad
  • Trastornos del sueño, incluyendo pesadillas, insomnio y sonambulismo
  • Trastornos de la alimentación
  • Severos dolores de cabeza

 

Los trastornos disociativos también están asociados con dificultades importantes en las relaciones personales y de trabajo. Con frecuencia, las personas con estas afecciones no son capaces de afrontar bien el estrés emocional y profesional, y sus reacciones disociativas –desde aparecer hasta desaparecer– pueden preocupar a los seres queridos y causar que sus compañeros de trabajo las consideren poco confiables.