Definición

Definición

 

El trastorno de acumulación compulsiva es una dificultad persistente para descartar o deshacerse de posesiones, debido a una necesidad percibida de guardarlas. Una persona con un trastorno de acumulación compulsiva experimenta angustia ante el sólo pensamiento de deshacerse de las cosas. Se presenta la excesiva acumulación de cosas, al margen de su valor real.

Con frecuencia, la acumulación compulsiva crea unas condiciones de vida apretujadas, tales que las casas pueden estar llenas a su capacidad, con sólo estrechos caminos a través de pilas de cosas. Algunas personas también coleccionan animales, manteniendo docenas o cientos de mascotas en condiciones insalubres, porque no cuidan de ellas de manera apropiada.

La acumulación excesiva varía desde leve a severa. En algunos casos, puede no tener mucho impacto en tu vida, mientras que en otros afecta seriamente tu funcionamiento diario.

 

Aceptación y apoyo

Aceptación y apoyo

 

Además de obtener tratamiento profesional para el SAD, también puedes seguir estas habilidades para tratarlo:

 

¿Qué hacer? ¿Cómo hacerlo?
Cumplir con tu plan terapéutico. Toma los medicamentos como se indicó y acude a las citas terapéuticas según estén programadas.
Cuidarte a ti mismo. Reposa lo suficiente y dedica tiempo a la relajación. Participa en un programa de ejercicios o en otra forma de actividad física regular. Elije alimentos saludables para las comidas y las colaciones. No recurras al alcohol o las sustancias ilegales para aliviarse.
Practicar el manejo del estrés. Aprende técnicas parar manejar mejor tu estrés. El estrés no manejado puede llevar a la depresión, ingestión excesiva de alimentos o pensamientos y conductas no saludables.
Socializar. Cuando te sientas decaído puede ser difícil tener interacción social. Haz un esfuerzo por conectarte con las personas que te hacen sentir bien. Te pueden ofrecer respaldo, un hombro para llorar o un chiste para darle un ligero impulso emotivo.
Realizar un viaje. De ser posible, toma vacaciones en invierno hacia localidades soleadas y cálidas, si presentas SAD invernal, o a localidades más frías, si presenta SAD de verano.

 

No hay forma conocida para prevenir la aparición del trastorno afectivo estacional. Sin embargo, si toma medidas preventivas para el manejo de los síntomas evitará que empeoren con el transcurso del tiempo.

Algunas personas encuentran de utilidad iniciar el tratamiento antes de que se presenten los síntomas normalmente en el otoño o invierno y, después, continuar el tratamiento pasado el momento en que los síntomas normalmente desaparecen. Otras personas necesitan tratamiento continuo para prevenir el retorno de los síntomas.

Si puedes lograr el control de tus síntomas antes de que empeoren, tendrás la capacidad de regular los cambios graves de estado de ánimo, apetito y niveles energéticos.

 

¿Dónde puede buscar ayuda?

 

En la Ciudad de México, la red de servicios médicos cuenta con hospitales y centros de salud para la atención ciudadana. Ubica los más cercanos y no dudes en solicitar sus servicios.

Estilo de vida y remedios caseros

Estilo de vida y remedios caseros

 

Además de tu plan terapéutico para el trastorno afectivo estacional, trata lo siguiente:

 

  • Haz que tu ambiente sea más soleado y brillante. Evita espacios cerrados, corta las ramas de los árboles que impidan el paso de la luz solar o agrega tragaluces a tu casa. Siéntate más cerca de ventanas mientras permaneces en casa o en la oficina.
  • Pasea. Realiza una caminata prolongada, toma el almuerzo en un parque cercano o siéntate en una banca y toma el sol. Incluso en días fríos o nublados, la luz externa puede ayudarte, en especial si pasas algún tiempo fuera de casa dos horas después de levantarte en la mañana.
  • Haz ejercicio en forma regular. El ejercicio y otros tipos de actividad física ayudan a aliviar el estrés y la ansiedad, factores que aumentan los síntomas del SAD. Tener mejor condición física también te hace sentir mejor acerca de tí mismo, lo que puede mejorar tu estado de ánimo.

 

Medicina alternativa

 

Algunas personas están interesadas en el uso de la medicina alternativa (un abordaje no convencional en lugar de la medicina usual) o complementaria (un abordaje no convencional utilizado junto con la medicina convencional).

A veces se usan ciertos remedios de herbolaria, complementos y técnicas psicosomáticas para aliviar los síntomas de la depresión, aunque no se sabe qué tan eficaces son estos tratamientos para el trastorno afectivo estacional.

Ten en mente que los tratamientos alternativos solos tal vez no sean suficientes para aliviar sus síntomas. Algunos tratamientos alternativos quizás no sean seguros si presentas otros trastornos de salud o tomas ciertos medicamentos.

 

Complementos

Algunas personas eligen tomar un complemento para tratar la depresión, como los siguientes:

 

  • La hierba de san Juan.
  • En Europa es una terapéutica popular para la depresión. Puede ser útil si presenta depresión leve o moderada, pero la hierba de san Juan debería usarse con precaución. Puede interferir con varios medicamentos, incluidos los antidepresivos, aquellos para tratar la infección por VIH/sida, los que previenen el rechazo de órganos después de un trasplante, las píldoras de control anticonceptivo, los anticoagulantes y los de quimioterapia.

  • La SAMe.
  • Este complemento que es una forma sintética de una sustancia química que está presente de manera natural en el cuerpo. El nombre corresponde a la abreviatura de S-adenosil-L-metionina.

    La SAMe no está aprobada por la FDA para tratar la depresión en Estados Unidos, lo mismo que la hierba de san Juan, pero se usa en Europa como un fármaco de prescripción para este problema. La SAMe puede ser útil, pero se requiere más investigación al respecto. Puede desencadenar manía en personas con trastorno bipolar.

  • Melatonina.
  • Este complemento alimentario es una forma sintética de una hormona que se presenta de manera natural en el cuerpo y ayuda a regular el estado de ánimo. Un cambio de estación climática hacia una menor cantidad de luz puede modificar la concentración de melatonina en tu cuerpo. Tomar melatonina pudiese disminuir el SAD de inicio en el invierno, pero se requiere más investigación al respecto. No se ha determinado su seguridad en niños o para el uso prolongado en los adultos.

  • Ácidos grasos omega-3.
  • Estas grasas saludables se encuentran en peces de agua fría, semillas y aceite de linaza, nueces y algunos otros alimentos. Los complementos de ácidos grasos omega-3 están en proceso de estudio como posible tratamiento de la depresión. Si bien en general son considerados seguros, a dosis alta, los complementos de ácidos grasos omega-3 pueden interactuar con otros medicamentos. Se requiere más investigación para determinar si la ingestión de alimentos con ácidos grasos omega-3 es útil para aliviar la depresión.

  • Ten en mente que los productos nutricionales y para complemento de la alimentación
  • pueden no ser seguros. No siempre puede estar seguro de lo que obtiene y si carecen de riesgos. También, debido a que algunos complementos de herbolaria y dietéticos pueden interferir con los medicamentos prescritos o causar interacciones peligrosas, habla con tu profesional de atención de la salud antes de tomar cualquiera de ellos.

  • Tratamientos psicosomáticos:
  • este tipo de tratamientos incluyen: acupuntura, yoga, meditación, imágenes guiadas y masoterapia.

Complicaciones

Complicaciones

 

Toma en serio los síntomas del trastorno afectivo estacional. Como con otros tipos de depresión, el SAD puede empeorar y causar problemas si no se trata. Por ejemplo:

  • Ideas o conductas suicidas.
  • Evitar actividades sociales.
  • Problemas laborales o escolares.
  • Abuso de sustancias tóxicas.
  •  

    El tratamiento puede ayudar a prevenir las complicaciones, en especial si se diagnostica y trata el SAD antes de que los síntomas empeoren.

Preguntas y respuestas

Preguntas y respuestas

 

¿Te has sentido triste, con ansiedad o con sentimientos de "vacío"?



¿Tienes sentimientos de desesperanza y/o pesimismo de manera frecuente?

¿Has experimentado sentimientos de culpa, inutilidad o impotencia de manera frecuente?



¿Has sentido irritabilidad o desasosiego de forma recurrente?

¿Has perdido el interés en actividades que antes solía disfrutar?

¿Has sentido cansancio extremo y disminución de energía?

¿Has experimentado dificultad para concentrarte, recordar detalles y tomar decisiones?

¿Tienes dificultad para dormir o duermes demasiado?

¿Tienes pensamientos de muerte o suicidio?

¿Padeces depresión clínica o trastorno bipolar?



Es importante que te mantengas al tanto de los síntomas del SAD.

Es necesario que acudas al médico o que pidas ayuda a un familiar o persona de confianza.

Tratamientos y medicamentos

Tratamientos y medicamentos

 

El tratamiento del SAD puede incluir la aplicación de luz (fototerapia), la psicoterapia y los medicamentos.

Si padeces trastorno bipolar, menciónalo a tu médico. Es importante saberlo cuando se prescribe fototerapia o un antidepresivo. Ambos tratamientos pueden desencadenar potencialmente un episodio de manía.

 

Fototerapia

 

En el tratamiento con luz, también llamado fototerapia, se sienta cerca de una caja de fototerapia especial, de manera que se exponga a la luz brillante. La fototerapia simula la luz externa natural y parece causar un cambio en las sustancias químicas cerebrales relacionadas con el estado de ánimo.

La fototerapia es uno de los tratamientos ideales del SAD de inicio en el otoño. En general, empieza a funcionar en unos cuantos días o en dos semanas y causa pocos efectos secundarios. La investigación sobre la fototerapia es limitada, pero parece que esta técnica es eficaz para la mayoría de las personas en el alivio de los síntomas del SAD.

Antes de que compres una caja de fototerapia, habla con tu médico en cuanto a la mejor para ti y familiarízate con la variedad de características y opciones, de manera que compres un producto de alta calidad, seguro y eficaz.

 

Medicamentos

Algunas personas con SAD se benefician del tratamiento antidepresivo, en especial si los síntomas son graves.

Una versión de liberación prolongada del antidepresivo bupropión ayuda a prevenir las crisis de depresión en personas con antecedente de SAD. Por lo general, también se administran otros antidepresivos para tratar el SAD.

Tu médico puede recomendar iniciar el tratamiento con un antidepresivo antes de que sus síntomas principien de manera usual cada año. También puede recomendar que continúe tomando el antidepresivo más allá del momento en que sus síntomas normalmente desaparecen.

Ten en mente que pueden requerirse varias semanas para notar los beneficios completos de un antidepresivo. Además, quizá tengas que probar diferentes medicamentos antes de que encuentres uno que funcione bien para ti y conlleve los menores efectos secundarios.

 

MedicamentosPsicoterapia

 

La psicoterapia, también llamada tratamiento verbal, es otra opción para tratar el SAD. Le puede ayudar a:

 

  • Identificar y cambiar los pensamientos y conductas negativos que pudiesen estar haciéndole sentir peor.
  • Aprender formas saludables de enfrentar el SAD.
  • Aprender a manejar el estrés.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

 

Los factores que pueden aumentar su riesgo de presentar el trastorno afectivo estacional incluyen:

 

Factor Motivo  
Ser mujer.

Se diagnostica SAD más a menudo en las mujeres que en los hombres, pero estos pueden tener síntomas más graves.

 

Edad.

Las personas jóvenes tienen mayor riesgo de SAD invernal y es menos probable que ocurra en los adultos mayores.

 

Antecedentes familiares.

Las personas con SAD pueden tener más probabilidad de contar con familiares con el trastorno y otras formas de depresión.

Presentar depresión clínica o trastorno bipolar.

Los síntomas de depresión pueden empeorar de acuerdo con las estaciones si se presenta uno de estos dos trastornos.

Vivir lejos del ecuador.

El SAD aparece con más frecuencia en las personas que viven lejos del ecuador, hacia el norte o sur. Esto pudiese deberse a la presencia de menor cantidad de luz solar durante el invierno y días más prolongados durante los meses veraniegos.

Causas

Causas

 

Se desconoce la causa específica del
trastorno afectivo estacional. Algunos factores que pudiesen intervenir incluyen:

 

Reloj biológico (ritmo circadiano). La menor cantidad de luz solar en el otoño e invierno pueden causar SAD de inicio en el invierno. Este decremento de la luz solar altera el reloj interno de tu cuerpo y origina sentimientos de depresión.
Niveles de serotonina. Un descenso de la serotonina, una sustancia química cerebral (neurotransmisor) que afecta el estado de ánimo, pudiera intervenir en el SAD. La menor cantidad de luz solar puede causar un decremento de la serotonina, que a su vez desencadena la depresión.
Niveles de melatonina. El cambio de estación puede alterar el equilibrio corporal de la concentración de melatonina, que interviene en los patrones de sueño y el estado de ánimo.

Síntomas

Síntomas

 

Los síntomas generalmente se intensifican de manera lenta a finales del otoño y en los meses de invierno. Generalmente son los mismos que se presentan con otras formas de depresión:

 

  • Desesperanza
  • Aumento del apetito con aumento de peso (la pérdida de peso es más común con otras formas de depresión)
  • Aumento del sueño (el poco sueño es más común con otras formas de depresión)
  • Menos energía y capacidad para concentrarse • Pérdida de interés en el trabajo y otras actividades
  • Movimientos lentos
  • Aislamiento social
  • Tristeza e irritabilidad

 

El SAD algunas veces se puede convertir en una depresión prolongada. También son posibles el trastorno bipolar o los pensamientos de suicidio.

 

¿Cuándo ver al médico?

¿Cuándo ver al médico?

 

Consigue ayuda de inmediato si tienes pensamientos de hacerte daño o de dañar a otra persona. Un médico familiar, un profesional de atención primaria o un profesional de la salud mental, como un psiquiatra o psicólogo, podrían ayudarte.

    Antes de tu consulta, haz una lista de:

  • Tus síntomas, como sentirte decaído o sin energía.
  • Tus patrones de depresión, como cuándo se inicia y qué parece mejorarla o empeorarla.
  • Cualquier otro problema de salud mental o física que presentes; ambos afectan el estado de ánimo.
  • Cualquier estado de estrés importante o cambio de vida que presentaste recientemente.
  • Todos los medicamentos, vitaminas o complementos que tomes, incluyendo sus dosis.
  • Preguntas por hacer al médico, en orden de prioridad.