Tratamiento

Tratamiento

 

El sonambulismo no tiene un tratamiento específico, A fin de evitar lesiones, es una buena idea que las recámaras de la casa sean seguras para el sonámbulo, evitar dejar objetos pequeños, cordones eléctricos y muebles a mitad de la habitación, bloquear la parte superior de escalera con rejas y cerrar las puertas exteriores.

En ocasiones, un médico prescribirá pastillas de acción corta para dormir. La psicoterapia y entrenamiento de relajación pueden mejorar el problema. También pueden ayudar el evitar el alcohol y otros depresores del sistema nervioso central.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

 

Igual que en el síndrome de piernas inquietas, la anemia por deficiencia de hierro y la insuficiencia renal aumentan el riesgo de desarrollar este trastorno.

Tratamiento

Tratamiento

 

Los niños suelen superar los terrores nocturnos. En adultos, no existe un tratamiento específico para los terrores nocturnos, pero un psiquiatra o un psicólogo pueden ayudar a resolver el estrés y los conflictos emocionales que pueden originar los episodios.

Pesadillas y terrores nocturnos

Pesadillas y terrores nocturnos

 

Entre los otros tipos de trastornos de sueño se encuentran padecimientos que incluyen conductas físicas poco comunes, como caminar durante el sueño. Estos tipos de trastornos se llaman parasomnias. Otro problema relacionado con el sueño es el rechinido dental (bruxismo).

 

Una pesadilla es un sueño atemorizante del cual puede despertarse con miedo. Cuando recurren las pesadillas pueden sugerir alteración psicológica o estrés originado por una situación difícil de la vida. Sin embargo, casi todas las personas tienen pesadillas de cuando en cuando durante su vida.

Los terrores nocturnos son más comunes en niños entre los dos y seis años de edad. Después de esta época ya no son frecuentes. Durante el sueño profundo, de movimientos oculares no rápidos (MONR), el niño puede despertar gritando, atemorizado, incapaz de explicar lo que sucedió. No pueden tranquilizarse o despertarse completamente.

Aunque el terror puede durar varios minutos, por lo general el niño no recuerda el episodio a la mañana siguiente. A menos que se le despierte, típicamente el niño vuelve a dormirse tranquilamente. Los terrores nocturnos con frecuencia son más estresantes para los padres que para los niños. La mejor respuesta a los terrores nocturnos del niño suele ser dejar que siga su curso, sin despertar al pequeño.

Los terrores nocturnos suelen presentarse durante el primer tercio de la noche, en tanto que las pesadillas tienden a ocurrir casi en la mañana. Por lo general, las personas no recuerdan los terrores nocturnos, pero pueden recordar vívidamente una pesadilla.

Al parecer, los terrores nocturnos se presentan en familias. En adultos, pueden empeorar con el uso de alcohol. El estrés emocional también puede hacer que sea más probable que ocurran. Los adultos que padecen con frecuencia pesadillas o terrores nocturnos por lo general tienen conflictos y estrés considerables cuando están despiertos. Sidebar del lado derecho

Signos y síntomas

Signos y síntomas

 

  • Sacudidas, contracciones o respingo de las piernas o flexión hacia arriba de los pies durante el sueño
  • Somnolencia durante el día porque los movimientos de las piernas alteran el sueño

Los movimientos involuntarios típicos de este trastorno duran uno a tres segundos y con intervalos de 10 a 60 segundos.
Los movimientos no son perjudiciales pero pueden despertar a la persona durante el sueño y molestar a su compañero de cama.
Muchas personas no tienen síntomas, pero sus compañeros de cama se dan cuenta de los movimientos de las piernas porque pueden ser los únicos a los que patean por la noche.
El TMPE ocurre en casi 5% de las personas entre 30 y 50 años de edad y de 30 a 45% en personas mayores de 65 años.
Afecta por igual a ambos sexos.

Tratamiento

Tratamiento

 

La importancia del movimiento periódico de las extremidades debe decidirse en forma individual. Puede ser beneficioso evitar cafeína, nicotina y alcohol para evitar el trastorno. Es posible que en algunos casos se necesiten medicamentos para proporcionar alivio.

Definición

Definición

 

El trastorno de movimiento periódico de las extremidades (TMPE), llamado con anterioridad mioclono nocturno, puede ocurrir independiente del síndrome de piernas inquietas, apnea del sueño u otros trastornos del sueño o acompañar a estas afecciones. En este trastorno, las piernas se sacuden o contraen durante el sueño.

Causas

Causas

 

Herencia. Se desconoce la causa de este síndrome, pero aproximadamente la mitad de quienes lo padecen tienen antecedentes familiares del trastorno.
Anemia. Algunas personas con el trastorno tienen anemia o insuficiencia de hierro.
Enfermedades crónicas. La insuficiencia renal, diabetes y enfermedad de Parkinson se acompañan de síndrome de piernas inquietas.
Embarazo. Algunas mujeres embarazadas desarrollan el síndrome de piernas inquietas, en especial en el último trimestre. En la mayoría, desaparecen los síntomas en el transcurso de un mes después del parto.

Autocuidado

Autocuidado

 

Los siguientes pasos pueden ayudar a prevenir o aliviar los síntomas molestos:

  • Toma un analgésico. El consumo de un analgésico, como ibuprofeno, cuando se inician los síntomas puede aliviar la sensación.
  • Intenta baños y masajes. Tomar baños tibios y dar masaje a las piernas antes de acostarse puede relajar los músculos.
  • Ejercicio. El ejercicio regular, moderado, puede aliviar los síntomas, pero cuando se hace en exceso en un gimnasio o se lleva a cabo muy tarde en la noche puede intensificar los síntomas.
  • Evita cafeína, alcohol y tabaco. Estas sustancias pueden agravar o desencadenar síntomas en personas predispuestas a desarrollar el trastorno.

Signos y síntomas

Signos y síntomas

 

  • Sensaciones hormigueantes desagradables en la profundidad de las pantorrillas y en ocasiones en los pies, los muslos o los brazos cuando estás despierto, en especial al sentarte o acostarte
  • Una urgencia irresistible para mover las piernas Dificultad para dormirte o permanecer dormido, lo cual da por resultado somnolencia durante el día
  • Sacudidas y contracciones involuntarias de las piernas durante el sueño, llamadas movimientos periódicos de las extremidades durante el sueño.
  • Alivio temporal de la sensación moviendo las piernas
  • Los síntomas empeoran durante el inicio de la noche y mejoran en el transcurso del día
  • La sensación de crepitación y gateo relacionada con este padecimiento se inicia comúnmente poco después de acostarse.
  • El trastorno puede comenzar en la niñez y en ocasiones confundirse con dolores del crecimiento, pero es más común en individuos de edad madura y mayores.