¿Cómo ser más resiliente?
La resiliencia puede dividirse en cuatro partes.
1. La resiliencia física requiere de una dieta sana y balanceada, actividad física regular, sueño adecuado y autocuidado.
2. La resiliencia cognitiva o mental describe la atención, el juicio y las capacidades para tomar decisiones, tanto en los tiempos buenos como durante los estresantes. Este tipo de resiliencia ayuda a mejorar tu flexibilidad, creatividad y capacidad para concentrarte en el momento presente.
Para crear resiliencia cognitiva, pasa de 10 a 15 minutos al día en contacto con la naturaleza o en meditación.
3. La resiliencia emocional te ayuda equilibrar las emociones. Con la resiliencia emocional, eres cuidadoso sin ser excesivamente temeroso, eres apasionado y tienes un sentido sano de autoestima y de ti mismo. Esto te ayuda a ser más flexible, a enfrentar la vida y aprovechar las oportunidades. Cuando enfrentes un factor de estrés, pregúntate: ¿Importará esto dentro de 20 años? Si no es así, déjalo ir.
4. La resiliencia espiritual te ayuda a sentir mayor gratitud, a tener un sentido más fuerte del significado y el propósito; así como a ser más compasivo, a perdonar y aceptarte a ti mismo y a los demás.
Vivir tu vida de acuerdo con tus creencias. Fortalecer tu resiliencia te ayudará a mejorar tus relaciones en el trabajo y en casa.