Consejos para controlar tu enojo
¿Azotas el teléfono cuando enfrentas
interminables grabaciones de voz?
¿Te has enfrascado en un concurso de gritos
con un extraño luchando por un lugar para
estacionarte? ¿Alguna vez has atravesado
una pared de un puñetazo después de una pelea
con tu cónyuge?
En lugar de expresar tu enojo de manera sana y
asertiva, es posible que lo estés expresando de
manera hostil y agresiva –una forma que podría
conducir a la violencia–.
PARA AYUDAR A TENER
EL ENOJO BAJO CONTROL:
- Piensa con cuidado antes de decir
cualquier cosa. - Toma “tiempo fuera”.
- Encuentra maneras para calmarte y tranquilizarte.
- Expresa tu enojo tan pronto como sea posible de manera que no permanezcas “hirviendo”.
- Colabora con la persona que te hizo enojar con el fin de identificar soluciones para la situación.
- Usa la palabra “Yo” al describir el problema.
- No guardes rencor.
- Usa el humor para desactivar tu enojo, pero sin sarcasmo;
- Lleva un registro de tu enojo.
Así no dirás algo de lo
que puedas arrepentirte.
Cuenta hasta 10 antes de reaccionar o sal
por completo de la situación antes de explotar.
Proporciona una salida a tus emociones. Sal a
caminar o a correr, nadar o levantar pesas, por
ejemplo.
Practica ejercicios de respiración profunda, visualiza una escena de relajamiento o repítete a ti mismo
una palabra o frase tranquilizadora, como “tómalo con calma”. También puedes escuchar música, pintar
o hacer yoga.
Si no puedes expresar tu enojo de manera controlada con la persona que te hizo enojar, habla con alguien en
quien confíes, como un familiar, amigo o terapeuta, pero no inicies chismes acerca de ello ni trates de dañar la
reputación de la persona involucrada.
Hay más probabilidades de llegar auna solución práctica cuando ambos participan en la búsqueda de ésta.
Esto ayuda a evitar las críticas o las acusaciones. Por ejemplo, di: “Me molesta que no ayudaras hoy con el
trabajo de la casa”, en lugar de: “Tú deberías haber ayudado con el trabajo de la casa”.
Perdona a la otra persona. No es realista esperar que todos se comporten exactamente como lo deseas.
este es sólo otra forma de expresión poco sana.
Identifica los tipos de situaciones que lo desencadenan y luego vigila tus reacciones.
Al calor del momento, puede ser difícil recordar tus estrategias de manejo. Tener algo contigo que te sirva
como recordatorio para dar un paso atrás y controlar tu enojo. Por ejemplo, lleva en tu bolsillo una piedrecilla lisa
o un pedazo de papel con consejos escritos. Con tiempo y esfuerzo, es posible que las respuestas sanas
se presenten solas.