El sueño y tu salud emocional
El sueño y la salud mental están estrechamente vinculados y pueden provocar un ciclo vicioso de sueño deficiente. Si estás estresado, dormirse o permanecer dormido puede resultar difícil. Si no duermes lo suficiente, es probable que te estreses más.
Una preocupación ocasional puede mantenerte despierto. Sin embargo, a veces, un cambio en los hábitos del sueño es signo de un problema de salud mental (como la depresión) que requiere tratamiento.
De igual manera, un trastorno del sueño, como el insomnio o el síndrome de las piernas inquietas, puede afectar tu descanso y desencadenar o empeorar un trastorno del estado de ánimo.
¿Cómo la salud mental afecta el sueño?
- Depresión. Es posible que duermas más de lo habitual o que te cueste conciliar el sueño o permanecer dormido. La depresión es común entre quienes sufren de insomnio.
- Trastorno de ansiedad. Preocuparse mucho todo el tiempo dificulta conciliar el sueño. También es posible que te despiertes durante la noche y que te cueste volver a dormirte.
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Los adolescentes que padecen el trastorno por déficit de atención e hiperactividad son más propensos a tener dificultades para dormir. El trastorno por déficit de atención e hiperactividad también provoca problemas de sueño en los adultos.