Evalúa tu forma de reaccionar ante el estrés
El manejo del estrés no surge naturalmente. Sin embargo, puedes aprender nuevas habilidades para el manejo del estrés o modificar tus habilidades existentes para ayudarte a sobrellevar la situación de una mejor manera.
A continuación, te presentamos algunas reacciones ante el estrés que son frecuentes pero poco saludables.
Dolor. Puede que, inconscientemente, aprietes la mandíbula o los puños o que manifiestes tensión muscular, especialmente en el cuello y en los hombros; todo esto puede provocar un dolor físico inexplicable.
Comer en exceso. El estrés puede hacer que comas incluso cuando no tienes hambre, o que te saltees el ejercicio.
Ira. Cuando te encuentras bajo presión, puede que hasta discutas con colegas, amigos o seres queridos, a veces ante la mínima provocación o acerca de cosas que no tienen nada que ver con tu situación estresante.
Llanto. El estrés puede desencadenar ataques de llanto, a veces, sin una advertencia aparente.
Depresión. Es posible que evites el problema, que no vayas a trabajar, que te sientas desesperado o que, simplemente, te rindas. El estrés crónico puede ser un factor en la manifestación de la depresión o de trastornos de ansiedad.
Negatividad. Cuando no sobrellevas bien el estrés, puede que automáticamente esperes lo peor o que magnifiques los aspectos negativos de cualquier situación indeseable.