Las infecciones del tracto urinario (ITU) son comunes, en especial entre las mujeres. De hecho, una de cada cinco mujeres desarrollará una ITU durante su vida, y muchas tendrán más de una. Las niñas pequeñas también están en riesgo de desarrollar ITU.
La infección de vejiga (cistitis) se refiere a la inflamación de este órgano, casi siempre debido a una infección. Es común que la cistitis ocurra en la mujer después de la relación sexual.
- Micción frecuente y urgente
- Ardor al orinar
- Presión en la parte baja del abdomen
- Sangre en orina
- Orina maloliente
Durante la actividad sexual, las bacterias que con frecuencia están presentes en las áreas inferiores de uretra y vejiga son impulsadas hacia la vejiga. Una vez dentro de ésta, comienzan a multiplicarse. Por lo general, el cuerpo puede eliminar a tales bacterias al orinar, pero cuando no lo logra, puede presentarse la cistitis.
Aunque las mujeres sexualmente activas entre los 20 y 50 años de edad son las que tienen mayor probabilidad de adquirir cistitis, incluso las niñas pequeñas son susceptibles a las infecciones del tracto urinario inferior debido a que el ano, una fuente constante de bacterias, está muy cercano a la abertura de la uretra femenina. Más de 90 por ciento de los episodios de cistitis se deben a Escherichia coli (E. coli), una especie de bacteria que es común encontrar en colon y recto.
Las infecciones de vejiga son raras en hombres debido a la anatomía masculina —la uretra es mucho más larga en hombres que en mujeres, haciendo más difícil que las bacterias lleguen a la vejiga. Cuando los hombres desarrollan cistitis, es frecuente que esté relacionada con un problema para vaciar la vejiga, como el crecimiento de la próstata.
- Por lo general se usa una muestra de orina para diagnosticar la cistitis.
- Un cultivo de orina puede revelar una cuenta bacteriana anormal y determinar el tipo de bacterias presentes de manera que pueda iniciarse el tratamiento apropiado.
- Algunos casos menores de infección de la vejiga se resuelven sin tratamiento. La mayoría de la gente se trata con un curso de 3 a 5 días de antibióticos orales. Los casos más graves pueden requerir tratamiento por 7 a 10 días antes de que haya mejoría.
- Algunas mujeres con tendencia a la infección en vejiga pueden reducir aún más el riesgo si toman una dosis baja de algún antibiótico después de la relación sexual.