La insuficiencia cardiaca significa que tu corazón no puede bombear suficiente sangre para cubrir las necesidades de tu cuerpo.
- Hinchazón en el abdomen, las piernas, los tobillos o los pies, o aumento de peso inexplicables
- Falta de aire durante la actividad o en el reposo
- Latido cardiaco rápido o irregular
- Sentirte cansado todo el tiempo, de manera que tenga dificultad para realizar las actividades diarias, como hacer mandados, caminar o subir escaleras
- Tos o sibilancia persistentes con flema (moco) blanca o rosada
Estás en mayor riesgo de insuficiencia cardiaca si…
- Tienes hipertensión arterial
- Cardiopatía coronaria
- Antecedentes de ataque cardiaco
- Fallas en las válvulas cardiacas
- Diabetes o algunas otras enfermedades.
La insuficiencia cardiaca puede ser crónica (a largo plazo) o aguda (una urgencia, cuando los síntomas aparecen de pronto).
Notifica a tu médico si tienes cualquiera de los signos y síntomas anteriores. Las estrategias de tratamiento incluyen medicamentos y, en ocasiones, cirugía o dispositivos que se implantan en el cuerpo.
Realiza cambios en tu estilo de vida para ayudar a reducir los síntomas y evitar que la enfermedad empeore. Estos cambios incluyen: limitar el sodio y el alcohol, vigilar tu ingesta de líquidos, llevar una alimentación más sana, realizar actividad física y llevar un registro diario de tu peso.