¿Cómo ser más resiliente? Movimiento consciente
Cuando algo va mal, ¿tiendes a retroceder o derrumbarte?
Cuando tienes resiliencia recurres a la fuerza interior que te ayuda a recuperarte de alguna dificultad o reto. Si careces de resiliencia puedes obsesionarte con los problemas, considerarte una víctima, sentirte agobiado o adoptar mecanismos de adaptación que no son saludables.
La resiliencia no hace que los problemas desaparezcan, pero sí te da la capacidad de ver más allá de éstos, disfrutar la vida y manejar mejor el estrés. Si no tienes tanta resiliencia como te gustaría, puedes desarrollar habilidades para mejorar tu capacidad de recuperación. Imagina que acabas de tener un día estresante en el trabajo. Vas al gimnasio, te subes a la caminadora, repasas tu día y piensas en todo lo que te falta por hacer mañana.
Ahora imagina que acabas de tener un día estresante, pero en lugar de subir a la caminadora, sales a caminar al aire libre con un amigo y mantienen una maravillosa conversación para ponerse al día sobre sus vidas. Ambos formatos de ejercicio te ayudarán a manejar el estrés, pero tu enfoque mental es diferente en cada uno. El movimiento consciente consiste en darte cuenta de tus pensamientos mientras te ejercitas.