¿Trata de acomodar demasiadas actividades en muy poco tiempo? |
Si es así, quizá encuentres alivio al estrés con sólo decir no.
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¿Trata de acomodar demasiadas actividades en muy poco tiempo? |
Si es así, quizá encuentres alivio al estrés con sólo decir no.
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Para algunas personas resulta difícil decir que no a cualquier solicitud que se haga sobre su tiempo, pero decir que sí a todo conlleva un precio. Más estrés y menos paz interior
Al calor del momento, puede ser difícil recordar sus estrategias de manejo.
Por ejemplo: lleva en tu bolsillo una piedrecilla lisa o un pedazo de papel con consejos escritos. Con tiempo y esfuerzo, es posible que las respuestas sanas se presenten solas.
Para ayudar a tener el enojo bajo control:
Manejar el estrés no significa eliminar los factores de estrés de su vida, sino desarrollar estrategias positivas para enfrentarlo y evitar sus consecuencias negativas.
Puedes aprender a convertir los pensamientos negativos en positivos.
Considera tus conductas actuales de manejo del estrés:
¿Te pones tenso? |
La tensión en el cuello y los hombros, o apretar las mandíbulas o los puños con frecuencia son signos tempranos de estrés. Este último puede causar trastornos estomacales, dificultad para respirar, dolor de espalda, dolores de cabeza y otros síntomas físicos. |
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¿Busca algo para comer? |
El estrés y comer en exceso con frecuencia están muy relacionados. El estrés puede hacer que comas incluso cuando no tienes hambre, o que pierdas el control sobre sus planes de alimentación y ejercicio. |
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¿Te impacientas? |
Quizá te sorprendas dando vueltas sin parar en la habitación o agitándote con nerviosismo. Quizá tengas problemas para concentrarte o quedarte dormido por las noches. |
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¿Te enojas? |
Es posible que cuando te encuentres bajo presión discutas con tus compañeros, amistades o seres queridos. |
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¿Lloras con facilidad? |
El estrés puede desencadenar ataques de llanto u otros desahogos emocionales. |
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¿Dejas que tus pensamientos negativos te dominen? |
Es posible que cuando te encuentras bajo estrés esperes de modo automático lo peor o exageres los aspectos negativos de una situación. |
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¿Fumas? |
Incluso si dejaste de fumar hace mucho, puede suceder que un cigarro te parezca una forma fácil de relajarte cuando te encuentras bajo presión. |
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¿Recurres al alcohol u otras drogas? |
El estrés lleva a muchas personas a beber en exceso o a participar en otros comportamientos arriesgados, entre ellos el abuso de las drogas. |
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¿Te basas en una sola técnica para manejar el estrés? |
Si todo el tiempo empleas una sola técnica para manejar el estrés, es tiempo de abrirse a otras estrategias para la reducción del estrés. |
El enojo en sí mismo no es malo. Si se expresa de la manera adecuada, puede ser sano. Ayuda a protegerte de situaciones peligrosas o, por ejemplo, te energiza para resolver problemas.
El diálogo interno es ese flujo interminable de pensamientos que pasan por tu cabeza todos los días.
Una vez que te comprometes a reducir tu estrés, necesitarás analizar y comprender cómo responde a éste en la actualidad.