Cómo reconocer un ataque de pánico

 Cómo reconocer un ataque de pánico

 

Un ataque de pánico es un episodio repentino de temor intenso que provoca reacciones físicas. Con frecuencia inicia de manera abrupta y alcanza su máximo en 10 minutos. Si sufres con frecuencia ataques de pánico, o si el temor a éstos afecta tus actividades, quizá presentes un padecimiento llamado trastorno de pánico.

Los signos y síntomas de un ataque de pánico pueden incluir:

  • Aceleración del ritmo cardiaco
  • Mareo o vahído
  • Náusea o trastornos estomacales
  • Dificultad para respirar o sensación de sofoco
  • Sensación de asfixia
  • Temblor, escalofrío
  • Bochorno, sudoración
  • Dolor o molestias en el pecho
  • Sensación agobiante de que va a ocurrir un suceso negativo
  • Temor de perder el control
  • Temor a la muerte

Aunque antes se ignoraban, al considerarlos como nerviosismo o estrés, ahora se reconocen como un trastorno potencialmente discapacitante pero tratable. Si crees que es posible que padezcas ataques de pánico, habla de tus síntomas con tu médico.

Una variedad de métodos, que incluyen medicamentos, terapia y técnicas de relajamiento, pueden ayudarte a controlar o prevenir los ataques de pánico.

Desarrolla tu red de apoyo

 Desarrolla tu red de apoyo

 

He aquí algunas sugerencias para fomentar tus relaciones:

  • Manténgase en contacto. Devolver las llamadas telefónicas, los correos electrónicos y las invitaciones permite saber a las personas que las apreciamos.
  • Se proactivo. No esperes a que alguien más tome la iniciativa. Si conoces a alguien que te parece podría ser un buen amigo, invítalo a tomar café.
  • Saber cuándo decir sí y cuando decir no. Pasar tiempo con personas que no te apoyan puede incrementar el estrés y desperdiciar tiempo valioso. Por otra parte, no rechaces una invitación por timidez o inseguridad.
  • No compitas. Alégrate en lugar de encelarte cuando tus amigos tengan éxito, y ellos a su vez celebrarán tus logros. • Se un buen escucha. Averigua lo que les importa a tus amigos.
  • Imponte retos. Sigue buscando maneras para mejorar.
  • No exageres. En tu empeño por extender tu red social, ten cuidado de no agobiar a tus amigos y familiares con llamadas telefónicas y correos electrónicos.
  • Aprecia a tus amigos y familiares.

Mantén una fuerte red de apoyo social

 Mantén una fuerte red de apoyo social

 

Para pasar por el estrés de los tiempos difíciles, se requiere una fuerte red de apoyo social formada por amigos, familiares y coetáneos.

  • Ésta difiere del grupo de apoyo, que en general es una reunión estructurada conducida por un profesional de la salud mental.
  • Aunque ambos grupos pueden jugar un papel importante en momentos de estrés, la red de apoyo social es algo que puedes desarrollar cuando no te encuentres bajo tensión, lo cual te proporciona el alivio de saber que los amigos están disponibles cuando los necesitas.