Complicaciones

Complicaciones

 

Las personas con un trastorno disociativo están en un riesgo creciente de complicaciones y trastornos asociados:

 

  • Causarse daño
  • Pensamientos e intentos suicidas
  • Disfunción sexual, incluyendo compulsión o evitación sexual
  • Trastornos por el uso de alcohol y drogas
  • Trastornos de depresión y ansiedad
  • Trastorno de estrés postraumático
  • Trastornos de la personalidad
  • Trastornos del sueño, incluyendo pesadillas, insomnio y sonambulismo
  • Trastornos de la alimentación
  • Severos dolores de cabeza

 

Los trastornos disociativos también están asociados con dificultades importantes en las relaciones personales y de trabajo. Con frecuencia, las personas con estas afecciones no son capaces de afrontar bien el estrés emocional y profesional, y sus reacciones disociativas –desde aparecer hasta desaparecer– pueden preocupar a los seres queridos y causar que sus compañeros de trabajo las consideren poco confiables.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

 

Factor Motivo  
Abuso físico, sexual o emocional. Las personas que experimentan abuso físico, sexual o emocional de largo plazo durante la infancia están en un riesgo mayor de desarrollar trastornos disociativos.
Evento traumático.

Los niños y los adultos que experimentan otros eventos traumáticos, como la guerra, desastres naturales, secuestro, tortura o procedimientos médicos invasivos, también pueden desarrollar estas afecciones.

Tipos de trastornos disociativos

 

Tipos de trastornos disociativos

 

Amnesia disociativa.

El principal síntoma de este trastorno es la pérdida de memoria que es más severa que los olvidos normales y no puede ser explicada por una afección médica. No puedes recordar información acerca de ti mismo o eventos y personas en tu vida, en especial de un momento traumático.

La amnesia disociativa puede ser específica a los eventos en cierto tiempo, como combate intenso o, en pocas ocasiones, puede involucrar la pérdida completa de la memoria acerca de ti mismo. Algunas veces puede involucrar viajes o deambular confundido alejándote de tu vida (fuga disociativa). Un episodio de amnesia puede durar minutos, horas o, raras veces, meses o años.

Trastorno disociativo de identidad. Este trastorno, anteriormente conocido como trastorno de personalidad múltiple, se caracteriza por "cambiar" a identidades alternas. Puedes sentir la presencia de una o más personas hablando o viviendo dentro de tu cabeza y sentir como si estuvieras poseído por otras identidades. Cada una de ellas puede tener un nombre, historia personal y características únicas, incluyendo obvias diferencias en voz, género, gestos e incluso cualidades físicas, como la necesidad de lentes. Existen también diferencias respecto de cuán familiar es cada identidad con las otras. Las personas con el trastorno disociativo de identidad típicamente también tienen amnesia disociativa y con frecuencia, fugas disociativas.
Trastorno de despersonalización-desrealización.

Estos trastornos involucran un sentido de separación o de estar fuera de ti mismo, continuo o en episodios –observando tus acciones, sentimientos, pensamientos y a tu persona desde la distancia, como si estuviera viendo una película (despersonalización).

Otras personas o cosas alrededor de ti pueden sentirse separadas o confusas o de ensueño y el mundo puede parecer irreal (desrealización). Puedes experimentar la despersonalización, la desrealización o ambas. Los síntomas, que pueden ser profundamente angustiantes, pueden durar sólo unos cuantos momentos o aparecer y desaparecer a lo largo de muchos años.

Causas

 

Causas

 

Usualmente, los trastornos disociativos se desarrollan como una manera de afrontación ante el trauma. Con más frecuencia, se forman en los niños sujetos a abuso físico, sexual o emocional de largo plazo o, con menor frecuencia, en un ambiente de hogar que sea aterrador y altamente imprevisible. El estrés de la guerra o los desastres naturales también pueden acarrear trastornos disociativos.

La identidad personal aún se está formando durante la infancia. Así que un niño es más capaz que un adulto de salirse de sí mismo y observar el trauma como si le ocurriera a una persona diferente. Un niño que aprende a disociar con el fin de resistir un periodo extendido de juventud puede utilizar este mecanismo de afrontación como respuesta a situaciones estresantes a lo largo de la vida.

 

Definición

Definición

 

Las personas con trastorno disociativo escapan de la realidad en formas involuntarias e insanas. Experimentan una desconexión y carecen de continuidad entre pensamientos, recuerdos, entornos, acciones e identidad.

Los síntomas de los trastornos disociativos –que van desde amnesia hasta identidades alternas– dependen en parte del tipo que tenga. En general, los síntomas se desarrollan como una reacción a un trauma y ayudan a mantener a raya recuerdos difíciles. Los tiempos de estrés pueden empeorar los síntomas de manera temporal, haciéndolos más obvios. Los trastornos disociativos causan problemas con el funcionamiento cotidiano.

Síntomas

Síntomas

 

Las señales y los síntomas de los trastornos disociativos incluyen:

  • Pérdida de memoria (amnesia) de ciertos periodos, eventos y personas
  • Problemas de salud mental, como depresión, ansiedad y pensamientos e intentos suicidas
  • Sensación de estar separado de sí mismo
  • Percepción de las personas y cosas a su alrededor, como distorsionadas o no reales
  • Sentido borroso de identidad
  • Estrés o problemas significativos en sus relaciones, trabajo u otras áreas importantes de su vida

Estilo de vida y remedios caseros

Estilo de vida y remedios caseros

 

 

Junto con el plan profesional de tratamiento, considera estas estrategias de estilo de vida y autocuidado:

 

 

  • Vuélvete un participante activo, prestando atención.
  • Esto puede ayudar a tus esfuerzos para manejar el trastorno de la personalidad. No faltes a las sesiones de terapia, aun si no te sientes con ganas de ir. Piensa en las metas del tratamiento y esfuérzate por alcanzarlas.

  • Toma los medicamentos de acuerdo con las instrucciones.
  • Incluso si te sientes bien, no dejes de tomar los medicamentos. Si los dejas, los síntomas pueden regresar. También podrías experimentar síntomas similares al síntoma de abstinencia (o necesidad insistente de tomarlo), por dejar un medicamento repentinamente.

  • Aprende acerca de la afección.
  • Educarte sobre la afección que padeces puede empoderarte y motivarte para mantener el plan de tratamiento.

  • Actívate.
  • La actividad física y el ejercicio pueden ayudarte a manejar muchos síntomas, como la depresión, estrés u ansiedad. La actividad también puede contrarrestar los efectos de algunos medicamentos psiquiátricos que causan aumento de peso. Camina, nada, practica la jardinería o toma parte en otra forma de actividad física que disfrutes.

  • Evita drogas y alcohol.
  • El alcohol y las drogas ilegales empeoran los síntomas del trastorno de la personalidad o interactúan con los medicamentos.

  • Manten la atención médica de rutina.
  • No descuides las revisiones ni faltes a las citas con el médico familiar, en especial si no te sientes bien. Puedes sufrir un nuevo problema de salud que necesite atención o puedes estar experimentando los efectos secundarios del medicamento.

     

 

Aceptación y apoyo

Aceptación y apoyo

 

Tener un trastorno de la personalidad dificulta involucrarte en comportamientos y actividades que hacen que te sientas mejor. Pregunta a tu médico o terapeuta cómo mejorar la capacidad para hacer frente al trastorno, para que te proporcione el apoyo que necesitas.

Si un ser querido tiene un trastorno de la personalidad Si tienes un ser querido con un trastorno de la personalidad, trabaja con su proveedor de salud mental para ofrecerle apoyo y aliento de manera más efectiva.

Podría beneficiarte, además, hablar con un proveedor de salud mental sobre cualquier angustia que tu ser querido pueda experimentar. El proveedor puede ayudarte a desarrollar límites y estrategias de autocuidado, para que puedas disfrutar y tener éxito en tu propia vida.

Tratamientos y medicamentos

Tratamientos y medicamentos

 

El mejor tratamiento depende del trastorno de la personalidad particular, su severidad y la situación en la vida. Con frecuencia, un enfoque de equipo es apropiado para asegurarse de que se satisfagan todas las necesidades psiquiátricas, médicas y sociales. Debido a que los trastornos de la personalidad datan de tiempo, el tratamiento puede requerir meses o años.

 

 

El equipo de tratamiento puede incluir:

 

  • Médico primario
  • Psiquiatra
  • Psicoterapeuta
  • Farmacéutico
  • Familiares
  • Trabajadores sociales

 

Si sientes síntomas leves que estén bien controlados, puedes necesitar solo tratamiento de tu médico primario, un psiquiatra o un terapeuta. Si es posible, busca proveedores de salud médica y mental con experiencia en tratar trastornos de la personalidad.

Psicoterapia

 

La psicoterapia, también llamada terapia de conversación, es la principal forma para tratar los trastornos de la personalidad. Durante ella puedes aprender acerca de tu afección y hablar con un proveedor de salud mental sobre estados de ánimo, sentimientos, pensamientos y comportamientos. Al utilizar la perspicacia y conocimiento que obtengas, puedes aprender formas saludables para manejar tus síntomas y reducir los comportamientos que interfieren con tu funcionamiento y relaciones.

La psicoterapia puede realizarse en sesiones individuales, en terapia de grupo o en sesiones que incluyan a familiares e incluso a amigos. Existen varios tipos de psicoterapia —tu proveedor de salud mental puede determinar cuál es la mejor para ti, dependiendo de las necesidades.

 

Medicación

 

No existen medicamentos específicamente aprobados por la Food and Drug Administration (FDA) para tratar trastornos de la personalidad; sin embargo, algunos tipos de medicamentos psiquiátricos pueden ayudar en varios de sus síntomas.

 

Antidepresivos. Los antidepresivos pueden ser útiles si tienes un estado de ánimo deprimido, ira, impulsividad, irritabilidad o desesperanza, que pueden estar asociados con los trastornos de la personalidad.

Estabilizadores del estado de ánimo. Como su nombre lo sugiere, estos estabilizadores pueden ayudar a equilibrar las fluctuaciones en el estado de ánimo o reducir la irritabilidad, impulsividad o agresión.

Antipsicóticos. También llamados neurolépticos, pueden ser útiles si los síntomas incluyen perder contacto con la realidad (psicosis) o, en algunos casos, si hay problemas de ansiedad o ira.

Antiansiolíticos. Pueden ayudar si hay ansiedad, agitación o insomnio. Sin embargo, en algunos casos, pueden aumentar el comportamiento impulsivo, de manera que los ansiolíticos se evitan en algunos trastornos de la personalidad.

 

Hospitalización y programas de tratamiento residencial

En algunos casos, un trastorno de la personalidad puede ser tan severo que requiera de hospitalización psiquiátrica. Esto, en general, solo se recomienda cuando uno no puede cuidarse solo o está en peligro inmediato de hacerse daño o a alguien más. Después de estabilizarse en el hospital, el médico puede recomendar una opción del programa de hospital durante el día, programa residencial o tratamiento ambulatorio (o sea, externo).