Autocuidado

Autocuidado

 

Después que el tratamiento profesional controla el trastorno mental de la persona y lo ayuda a sentirse mejor, aún tiene que afrontar cada día. La vida presenta inevitablemente desafíos y frustraciones. Además de la ayuda que adquiere de un profesional de salud mental, depende de la persona buscar los medios para mejorar su bienestar total. La adopción de hábitos saludables puede ayudarla a recuperarse de una enfermedad mental y reducir su riesgo de recurrencia. Estas estrategias se basan en la importancia de autocuidarse:

 

¿Qué hacer? ¿Por qué hacerlo?
Consérvate activo. Las investigaciones demuestran que el ejercicio regular puede ayudar a tratar la depresión, la ansiedad y posiblemente otros trastornos psiquiátricos leves a moderados. Por ejemplo, en un estudio se encontró que las personas con depresión que hicieron ejercicio durante 20 o 60 minutos tres veces a la semana mostraron mejorías notables en su salud mental. El ejercicio estimula la producción de endorfinas, las sustancias químicas del cerebro que producen sensaciones de satisfacción y bienestar. El ejercicio también proporciona muchos otros beneficios para la salud y suele mejorar la calidad de vida.
Come bien. Una dieta equilibrada puede mejorar la forma en que se siente la persona en muchos niveles. Tanto el cuerpo como el cerebro necesitan una nutrición adecuada para funcionar con eficiencia.
Duerme lo adecuado. El sueño refresca a las personas. Mejora su actitud y les proporciona energía para actividad física y afrontar el estrés.
Técnicas de control del estrés y prácticas de relajación. La relajación ayuda a producir un estado físico y mental de calma opuesto a la repuesta de lucha y huida originada por el estrés. Las actividades de ocio y recreación pueden ayudar a reducir el estrés.
Involúcrate. Una red social potente es un componente importante del bienestar, incluyendo el mental. Buenos amigos y una familia suelen proporcionar un sentido de propósito o significado, estímulo y retroalimentación, y pueden proporcionar ayuda cuando se necesita.
Atiende tus necesidades espirituales.

Las prácticas espirituales, sea que incluyan meditación, servicios religiosos, contacto con la naturaleza o algo más, tienen un efecto benéfico en la salud. La espiritualidad puede ayudar a vivir a la persona más plenamente a pesar de los síntomas.

Considera un grupo de apoyo. Las organizaciones de autoayuda pueden ser aliados potentes para muchas personas que están afrontando una enfermedad mental o cuidan a alguien con esta afección. Estos grupos incluyen Alcohólicos Anónimos y grupos similares para personas con otros tipos de adicciones. En muchas comunidades se dispone de grupos de ayuda personal para personas con depresión, ansiedad, esquizofrenia y otras enfermedades mentales.

 

¿Dónde puede buscar ayuda?

 

En la Ciudad de México, la red de servicios médicos cuenta con hospitales y centros de salud para la atención ciudadana. Ubica los más cercanos y no dudes en solicitar sus servicios.

Tipos de trastornos disociativos

Tipos de trastornos disociativos

Los trastornos que pueden causar signos y síntomas inexplicables médicamente son los siguientes:

Trastorno de somatización

Somatización se refiere a la conversión de experiencias o estados mentales a síntomas corporales. Los individuos con este trastorno pueden tener muchas molestias físicas durante varios años. Cuando los revisa un médico, las molestias no tienen una base física.

Signos y síntomas

  • Dolor de espalda, cabeza, articular o del tórax
  • Problemas gastrointestinales, como náuseas, vómitos y diarrea
  • Problemas sexuales, como falta de interés en el sexo y disfunción eréctil
  • Problemas neurológicos, como entumecimiento y hormigueo

Los signos y síntomas suelen iniciarse en la adolescencia. El trastorno es más común en mujeres.

Trastorno de dolor

El trastorno de dolor incluye dolor durante mucho tiempo (crónico), sin datos físicos que expliquen su causa o intensidad. Este trastorno no es lo mismo que el dolor crónico que tiene una base física, como el que se asocia con la artritis. El trastorno del dolor suele iniciarse entre los 30 y 50 años de edad. Típicamente, aparece de manera súbita y empeora en el transcurso de unas cuantas semanas o meses. El trastorno se diagnostica casi con el doble de frecuencia en mujeres.

Las personas con este trastorno pueden renunciar al trabajo, ir de un médico a otro, utilizar muchos analgésicos y asumir el papel de un inválido. El trastorno puede conducir a depresión.

Trastorno de conversión

Los signos y síntomas de este trastorno tienden a estar relacionados con las sensaciones e incluir el funcionamiento motor. Los síntomas sensoriales pueden incluir pérdida de la sensación del tacto o dolor, visión doble, ceguera y sordera. Los signos y síntomas relacionados con la función motora comprenden deterioro de la coordinación o el equilibrio, parálisis, dificultad en la deglución o pérdida de la voz. También pueden presentarse convulsiones.

Los resultados de las pruebas neurológicas y otras no revelan anormalidades. Sin embargo, por lo general se piensa que factores psicológicos, como el estrés, originan o empeoran los signos y síntomas de este trastorno. Suele presentarse en la adolescencia o en la edad adulta temprana.

Hipocondriasis

La hipocondriasis es una preocupación por temor de padecer una enfermedad importante o pensar que se tiene alguna. La persona interpreta signos o sensaciones físicas como pruebas de una enfermedad física importante. Continúa el temor injustificado de una enfermedad, incluso cuando un médico no encuentra algún trastorno físico importante después de un examen minucioso.

La persona puede interpretar un cambio en su frecuencia cardiaca, la transpiración o el dolor intestinal como prueba de una enfermedad importante, o es posible que se preocupe por un órgano específico; por ejemplo, preocupación por tener una enfermedad del corazón.

Con frecuencia, una persona con hipocondriasis es muy exigente con los médicos y no aprecia sus intentos por ayudarlo. A diferencia del síndrome de Munchausen (trastorno ficticio en el cual un individuo fabrica una enfermedad física o se causa a sí mismo una lesión para llamar la atención), las personas con hipocondriasis por lo general piensan que están enfermas físicamente.

Síntomas

Síntomas

 

Los signos y síntomas asociados con trastornos no explicables médicamente (trastornos somatoformes) pueden iniciarse en un momento de crisis en la vida y aliviarse cuando mejora la situación o la persona aprende a adaptarse mejor.

Con frecuencia, los signos y síntomas se semejan a los que acompañan normalmente al estrés o una molestia emocional, pero en los trastornos somatoformes son más intensos y duran un periodo sostenido.

Definición

Definición

 

Las características comunes de algunos trastornos mentales incluyen signos y síntomas físicos que parecen indicar un problema médico, pero que no pueden explicarse plenamente por un padecimiento médico.

Tratamientos y medicamentos

Tratamientos y medicamentos

 

La psicoterapia es el tratamiento primario para los trastornos disociativos. Esta forma de terapia, también conocida como terapia de conversación, orientación o terapia psicosocial, implica hablar con un proveedor de salud mental acerca de su trastorno y problemas relacionados.

 

 

Psicoterapia

Tu terapeuta trabajará para ayudarte a entender la causa de tu afección y para formar nuevas formas de afrontación con circunstancias estresantes. Con el tiempo, él podrá ayudarte a hablar más acerca del trauma que experimentaste, pero generalmente sólo cuando tengas destrezas de afrontación y una relación con su terapeuta para tener estas conversaciones con seguridad.

Aunque no existen medicamentos que traten específicamente los trastornos disociativos, tu médico puede recetar antidepresivos, antiansiolíticos o antisicóticos para ayudarte a mantener bajo control los síntomas de salud mental, asociados con los trastornos disociativos.

 

Aceptación y apoyo

Aceptación y apoyo

 

Los niños que son abusados física, emocional o sexualmente están en mayor riesgo de desarrollar trastornos de salud mental, como los trastornos disociativos. Si el estrés u otras cuestiones personales están afectando la forma en que tratas a tu hijo, busca ayuda.

Habla con una persona de confianza, como un amigo, tu médico o un líder en tu comunidad de fe. Pide ayuda para localizar recursos, como grupos de apoyo de padres o terapeutas familiares. Muchos programas de educación de iglesias y comunidades ofrecen clases para padres que también pueden ayudarte a aprender un estilo más sano de crianza de los hijos.

Si tu hijo ha sido abusado o ha experimentado otro evento traumático, consulta a un médico de inmediato. Tu médico puede referirte a proveedores de salud mental que pueden ayudar a tu hijo a recuperarse y adoptar destrezas sanas de afrontación.

¿Dónde puede buscar ayuda?

 

En la Ciudad de México, la red de servicios médicos cuenta con hospitales y centros de salud para la atención ciudadana. Ubica los más cercanos y no dudes en solicitar sus servicios.

¿Cuándo ver al médico?

¿Cuándo ver al médico?

 

Si tú o un ser querido tiene las señales o los síntomas señalados (pérdida de memoria de ciertos periodos, eventos o personas; depresión, ansiedad y pensamientos o intentos suicidas; sensación de estar separado de sí mismo; percepción de las personas y cosas a su alrededor, como distorsionadas o no reales; sentido borroso de identidad; o problemas significativos en sus relaciones, trabajo u otras áreas importantes de su vida, consulta con un médico.

Preguntas y respuestas

Preguntas y respuestas

 

¿Sirves o has servido alguna vez en el ejército?

¿Alguna vez has sido tocado contra tu voluntad?

¿Fuiste físicamente abusado o descuidado cuando era niño?

¿Alguien en tu familia fue abusado durante la infancia?

¿Existen periodos en tu vida que no recuerdes?

¿Te has encontrado alguna vez a cierta distancia de tu casa o trabajo y no sabías cómo llegaste allí?

¿Te has sentido alguna vez como si estuvieras fuera de tu cuerpo, observándote?

¿Sientes como si hubiera más de una persona, tal vez muchas, viviendo dentro de su cabeza?

¿Tus síntomas te han causado problemas en el trabajo o en tus relaciones personales?

¿Alguna vez has pensado en lastimarte o lastimar a otros?

¿Bebes alcohol o utilizas drogas ilegales?

¿Estás siendo atendido por alguna otra afección médica, incluyendo enfermedad mental?

Es importante que te mantengas al tanto de los signos y síntomas, sobre todo si tienes alguno de los factores de riesgo.

Es necesario que acudas al médico o que pidas ayuda a un familiar o persona de confianza.

Complicaciones

Complicaciones

 

Las personas con un trastorno disociativo están en un riesgo creciente de complicaciones y trastornos asociados:

 

  • Causarse daño
  • Pensamientos e intentos suicidas
  • Disfunción sexual, incluyendo compulsión o evitación sexual
  • Trastornos por el uso de alcohol y drogas
  • Trastornos de depresión y ansiedad
  • Trastorno de estrés postraumático
  • Trastornos de la personalidad
  • Trastornos del sueño, incluyendo pesadillas, insomnio y sonambulismo
  • Trastornos de la alimentación
  • Severos dolores de cabeza

 

Los trastornos disociativos también están asociados con dificultades importantes en las relaciones personales y de trabajo. Con frecuencia, las personas con estas afecciones no son capaces de afrontar bien el estrés emocional y profesional, y sus reacciones disociativas –desde aparecer hasta desaparecer– pueden preocupar a los seres queridos y causar que sus compañeros de trabajo las consideren poco confiables.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

 

Factor Motivo  
Abuso físico, sexual o emocional. Las personas que experimentan abuso físico, sexual o emocional de largo plazo durante la infancia están en un riesgo mayor de desarrollar trastornos disociativos.
Evento traumático.

Los niños y los adultos que experimentan otros eventos traumáticos, como la guerra, desastres naturales, secuestro, tortura o procedimientos médicos invasivos, también pueden desarrollar estas afecciones.