Definición

Definición

 

Existen diferentes tipos de depresión, sin embargo, a grandes rasgos, la depresión es un problema médico serio que causa un sentimiento de tristeza persistente y la pérdida de interés en las actividades. Esto afecta la manera como te sientes, tus pensamientos, tus sentimientos y tu comportamiento, y esto puede causar problemas emocionales, funcionales y físicos. Aunque los trastornos del estado de ánimo, como la depresión, pueden ocurrir en cualquier momento de la vida, los síntomas pueden ser diferentes entre los adolescentes y los adultos. Cuestiones como la presión de los compañeros, las expectativas académicas y cambios en el cuerpo pueden traer una gran cantidad de altibajos. Pero para algunas personas, estos sentimientos no son sólo temporales, son un síntoma de depresión.

Síntomas y Cambios emocionales

Síntomas y Cambios emocionales

 

Los síntomas de depresión se dividen en cambios emocionales y cambios de comportamiento. Sin embargo, los síntomas más fácilmente identificables son los siguientes:

  • Sentirse triste o «vacío»
  • Pérdida de interés en sus actividades favoritas
  • Aumento o pérdida del apetito
  • No poder dormir o dormir demasiado
  • Sentirse muy cansado
  • Sentirse sin esperanzas, irritable, ansioso o culpable
  • Dolores de cabeza, calambres o problemas digestivos
  • Ideas de muerte o de suicidio

 

Estos son algunos de los síntomas físicos de la depresión. ¿Reconoces alguno de ellos en ti o un ser querido?

 

  • Sentimientos de tristeza, que pueden incluir llanto sin algún motivo aparente
  • Irritación, frustración o sentimientos de ira, incluso en pequeños asuntos
  • Pérdida de interés o placer en actividades normales
  • Pérdida de interés en, o conflicto con, familia y amigos
  • Sentimientos de inutilidad, culpa, fijación sobre fracasos del pasado o sentimiento exagerado de culpa o autocrítica
  • Sensibilidad extrema al rechazo o al fracaso, y la necesidad de tranquilidad excesiva
  • Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
  • Permanente sentido de que la vida y el futuro son tristes y sombríos
  • Pensamientos frecuentes de muerte, agonía o suicidio

Tratamientos y medicamentos

Tratamientos y medicamentos

 

El tratamiento para los trastornos de la alimentación depende del tipo específico de trastorno que presentes. Pero en general, incluye psicoterapia, educación en nutrición y medicamentos. Si tu vida está en riesgo, podrías necesitar hospitalización inmediata.

 

Psicoterapia

 

La psicoterapia individual te ayuda a aprender a cambiar tus hábitos alimenticios no saludables por otros saludables. Aprendes cómo vigilar tu forma de comer y tus estados de ánimo, desarrollas habilidades para resolver problemas y exploras formas saludables de afrontar situaciones estresantes. La psicoterapia también te ayuda a mejorar tus relaciones y estado anímico. Un tipo de psicoterapia llamada terapia cognitivo-conductual comúnmente se usa en el tratamiento de trastornos de la alimentación, en especial para la bulimia nerviosa. La terapia de grupo también resulta útil para muchas personas.

La terapia basada en la familia es el único tratamiento eficaz para los niños y adolescentes con trastornos de la alimentación. Este tipo de terapia inicia con el supuesto de que la persona que tiene el trastorno de la alimentación ya no es capaz de tomar decisiones acertadas sobre su salud y necesita la ayuda de la familia. Una parte importante de la terapia basada en la familia es que tu familia se involucre asegurándose de que tú u otro miembro de la familia siga patrones alimenticios saludables y recobre su peso. Este tipo de terapia ayuda a estimular el apoyo de los miembros de la familia interesados.

 

La recuperación del peso y la educación en nutrición

 

Si estás bajo de peso debido a un trastorno de la alimentación, la primera meta del tratamiento será comenzar a recuperar el peso saludable. Sin importar cuál sea tu peso, los nutricionistas y otros proveedores del cuidado de la salud pueden proporcionarte información acerca de una dieta saludable y ayudarte a diseñar un plan alimenticio que pueda ayudarte a lograr un peso saludable y te inculque hábitos alimenticios normales.

 

Hospitalización

 

Si tienes problemas graves de salud o anorexia y te rehúsas a comer o a ganar peso, tu médico podría recomendarte que te hospitalicen. La hospitalización puede ser en un pabellón médico o en uno psiquiátrico. Algunas clínicas se especializan en tratar a personas con trastornos de alimentación. Algunos pueden ofrecer programas de día, más que la hospitalización completa. Los programas especializados en el trastorno de la alimentación podrían ofrecer un tratamiento más intensivo por periodos más largos.

 

Medicamentos

 

Los medicamentos no pueden curar un trastorno de la alimentación. Sin embargo, puede ayudarte a controlar los impulsos de darte un atracón o purgarte o de manejar las preocupaciones excesivas con comida y dieta. Los medicamentos como los antidepresivos y aquellos para la ansiedad podrían ayudar con los síntomas de depresión o ansiedad, que suelen asociarse con los trastornos de alimentación.

 

Estilo de vida y remedios caseros

 

Cuando tienes un trastorno de la alimentación, cuidar de tu salud casi nunca es una de tus prioridades. Sin embargo, el autocuidado puede ayudarte a sentirte mejor durante y después del tratamiento y a mantener tu salud en general.

 

Medicina alternativa

 

Por lo común, cuando las personas cambian a la medicina alternativa, es para mejorar su salud, pero esto no siempre es así cuando se trata de los trastornos de alimentación. Los tratamientos de medicina alternativa tienen consecuencias tanto negativas como positivas en los trastornos de alimentación.

Lo malo

Hay numerosos suplementos dietéticos y productos herbolarios diseñados para suprimir el apetito o ayudar a perder peso, y las personas con trastornos de la alimentación pueden abusar de estos productos. Muchos individuos que tienen este tipo de trastornos han utilizado estos productos. Estos productos tienen interacciones potencialmente peligrosas con otros medicamentos, como laxantes o diuréticos, que suelen usar las personas que padecen trastornos de alimentación. Además, los suplementos para la pérdida de peso o las hierbas por sí mismos tienen graves efectos colaterales, como:

  • Latido cardiaco irregular
  • Temblores
  • Alucinaciones
  • Insomnio
  • Náusea
  • Mareo
  • Nerviosismo

Lo bueno

 

Aunque se ha encontrado de manera concluyente que las terapias no alternativas o complementarias son útiles para las personas con trastornos de alimentación, algunas investigaciones han sugerido que diversos tratamientos pueden proporcionar beneficios particularmente para reducir la ansiedad. Los tratamientos que por lo general se consideran seguros y que podrían ayudar a mejorar tu estado de ánimo y reducir el estrés y la ansiedad son:

  • Té de manzanilla
  • Acupuntura
  • Masajes
  • Yoga
  • Biorretroalimentación

Aceptación y apoyo

Aceptación y apoyo

 

 Además de obtener tratamiento profesional para tu trastorno de la alimentación, también puedes seguir estas habilidades de confrontación:

¿Qué hacer? ¿Cómo hacerlo?
Estimula la autoestima Involucrarte en actividades que te interesen y que sean personalmente gratificantes. Esto podría incluir aprender una nueva habilidad, adoptar un pasatiempo o participar en un grupo social en tu iglesia o comunidad.
Sé realista No aceptes lo que algunos medios representan como lo que es el peso normal y lo que es una imagen corporal ideal.
Resiste al impulso de ponerte a dieta y de saltarte las comidas Hacer dieta en realidad dispara el comer de manera no saludable y dificulta el afrontamiento del estrés.
Recuerda lo que es un peso saludable para tu cuerpo En especial en los momentos en que veas imágenes que podrían disparar tu deseo de darte un atracón y luego purgarte.
No visites los sitios en internet que promueven o glorifican los trastornos de alimentación Estos sitios te animan a mantener hábitos peligrosos y detonan recaídas.
TransicionesIdentifica las situaciones problemáticas Probablemente disparen pensamientos o comportamientos que pueden contribuir a tu trastorno de la alimentación, de modo que desarrolles un plan para manejarlas.
Busca modelos positivos, incluso si no es fácil encontrarlos Recuerda que las modelos o actrices ultradelgadas que se exhiben en las revistas populares con frecuencia no representan cuerpos saludables.
Considera llevar un diario de tus sentimientos y comportamientos Hacer esto te hace más consciente acerca de tus sentimientos y acciones y de cómo se conectan. Reconoce que puedes no ser el mejor juez acerca de si sus hábitos alimenticios y tu peso son saludables.

Preguntas y respuestas

¿Estás constantemente preocupado por tu peso y la forma de tu cuerpo?

¿La idea de subir de peso te provoca ansiedad o miedo?

¿Tienes periodos de ayuno prolongado seguidos de atracones de comida?

¿Escondes comida chatarra en lugares "secretos" para que nadie sepa que la consumes?

¿Has llegado a comer hasta el punto de sentir dolor?.

¿Te has provocado el vómito después de "comer en exceso"?



¿Has usado laxantes sin receta y en secreto?



Es importante que no descuides tu bienestar

Es necesario que acudas al médico o que pidas ayuda a un familiar o persona de confianza.

Síntomas

Síntomas

 

Estos son algunos de los síntomas físicos de la bulimia. ¿Reconoces alguno de ellos en ti o un ser querido?:

  • Estar preocupado con tu forma corporal y peso
  • Vivir con miedo de subir de peso
  • Sentir que no puedes controlar tu conducta alimenticia
  • Comer hasta el punto de incomodidad o dolor
  • Comer mucha más comida en un episodio de atraco que en una comida normal o botana
  • Forzar el vómito o ejercitarte mucho
  • Abuso de laxantes, diuréticos o enemas después de comer
  • Usar suplementos dietéticos y productos de hierbas para la pérdida de peso

Complicaciones

Complicaciones

 

La bulimia puede causar complicaciones numerosas e incluso letales. Algunas de ellas incluyen:

Las complicaciones de la anorexia incluyen:

  • Deshidratación, la cual puede llevar a problemas médicos mayores, como falla renal
  • Problemas cardiacos, como latidos irregulares e insuficiencia cardiaca
  • Decaimiento dental severo y enfermedad de encías
  • Ausencia de periodo menstrual en mujeres
  • Problemas digestivos, y posible dependencia de laxantes para tener movimientos intestinales
  • Ansiedad y depresión
  • Consumo de drogas y alcohol

¿Cuándo ver al médico?

¿Cuándo ver al médico?

 

Si presentas cualquier síntoma de bulimia, es importante que busques ayuda médica tan pronto como sea posible. Si no se trata, puede empeorar y tomar el control de tu vida. Habla con tu proveedor de atención primaria o proveedor de salud mental sobre tus síntomas de bulimia y tus sentimientos al respecto. Si estás renuente a buscar tratamiento, confía en alguien sobre lo que estás pasando, ya sea un amigo o un ser querido, un maestro, un líder de fe o alguien en quien confíes. Él o ella pueden ayudarte a dar los primeros pasos para el tratamiento exitoso de bulimia.

Tipos de bulimia

Tipos de bulimia

 

La bulimia se clasifica de dos formas:

Bulimia con purga Inducir el vómito regularmente o hacer mal uso de laxantes, diuréticos o enemas después de un atracón de comida.
Bulimia sin purga Usar otros métodos para deshacerse de calorías y prevenir subir de peso, como ayunar, dieta estricta o ejercicio excesivo Sin embargo, estas conductas en general se solapan, y los intentos de deshacerse de las calorías extra usualmente son referidos como purga, sin importar el método.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

 

Los factores que incrementan el riesgo de desarrollar bulimia son:

 

Factor Motivo  
Ser mujer Las niñas y las mujeres son más propensas a tener bulimia que los niños y hombres.
Edad La bulimia generalmente comienza en la adolescencia tardía o adultez temprana.
Biología Personas con familiares en primer grado (hermanos o padres) con un trastorno alimenticio pueden tener más probabilidad de desarrollar un trastorno alimenticio, sugiriendo una posible relación genética. Es también posible que una deficiencia en el químico cerebral serotonina pueda tener un papel.
Cuestiones psicológicas y emocionales Personas con trastornos alimenticios pueden tener problemas psicológicos y emocionales que contribuyan al trastorno. Ejemplos de esto incluyen baja autoestima, perfeccionismo, conducta impulsiva, problemas de manejo de ira, depresión, trastornos de ansiedad o trastorno obsesivo-compulsivo. En algunos casos, los acontecimientos traumáticos pueden ser un factor que contribuya.
Presión social La presión social y lo que la gente ve en los medios puede impulsar el deseo de ser delgado, particularmente entre mujeres jóvenes. Las personas que están bajo el ojo público, como actores, bailarinas y modelos, tienen más riesgos de trastornos alimenticios.
Presión de desempeño en deportes Los trastornos de la alimentación son particularmente comunes entre atletas, como gimnastas, corredores y peleadores. Es posible que los instructores y los padres sin saberlo contribuyan a los trastornos alimenticios al motivar a los jóvenes atletas a perder peso, mantener un peso bajo y restringir comer mejor para el desempeño.