Causas

Causas

Las hembras de mosquito son las que pican, ya que son las que se alimentan de la sangre. A medida que el mosquito que pica se llena de sangre, inyecta saliva en la piel. La saliva desencadena una reacción leve del sistema inmunitario que produce el clásico picor y bulto.

Los mosquitos se sienten atraídos por los olores, como la sudoración, las esencias florales y el dióxido de carbono que se exhala.

Los mosquitos pueden ser portadores de los virus que causan ciertas enfermedades, como el virus del Nilo Occidental y los virus que causan la malaria, la fiebre amarilla y la fiebre del dengue. El mosquito contrae un virus o un parásito cuando pica a una persona o a un animal infectados. Entonces, cuando te pica, puede trasmitirte ese virus o ese parásito a través de la saliva.

Otras enfermedades, como la malaria y la fiebre amarilla, son mucho más frecuentes en las regiones tropicales del mundo.

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Algunos factores de riesgo para las picaduras de mosquitos son:

  • Tipo de sangre. Algunos estudios sugieren que los mosquitos se sienten más atraídos por las personas de tipo sanguíneo O.
  • Alcohol. Los consumidores de alcohol, especialmente cerveza, tienen un mayor riesgo de ser picados.
  • Temperatura. Las temperaturas más cálidas aumentan el riesgo de picaduras.

Diagnóstico

Diagnóstico

Es probable que el proveedor de atención médica pueda diagnosticar picaduras de mosquito simplemente al observarlas y al hablar contigo sobre tus actividades recientes.

La hinchazón que produce dolor y picazón (síndrome del mosquito) a veces se puede confundir con una infección bacteriana. El síndrome del mosquito es el resultado de una reacción alérgica a las proteínas en la saliva del mosquito. No existe un simple análisis de sangre para detectar anticuerpos contra los mosquitos en la sangre.

Los anticuerpos son sustancias que el cuerpo produce durante una reacción alérgica. La alergia al mosquito se diagnostica al determinar si las zonas amplias con hinchazón y picazón aparecieron después de las picaduras de mosquito.

Tratamiento

Tratamiento

La mayoría de las picaduras de mosquitos dejan de molestar y sanan solas en unos pocos días. Estos consejos de cuidado personal pueden hacerte sentir más cómodo.

  • Aplicar una loción, una crema o una pasta. Evita rascarte las picaduras que pican. Aplicar una loción de calamina, una crema antihistamínica de venta libre o una crema corticoide puede ayudar. O bien, trata de untar la picadura con una pasta preparada con bicarbonato de sodio y agua. Vuelve a aplicar la crema o la pasta tres veces por día hasta que la picazón desaparezca.
  • Frotar con un cubo de hielo. Prueba a calmar la picazón frotando la picadura con un cubo de hielo por 30 segundos.
  • Aplicar presión. Otra manera de calmar la picazón es aplicar presión por 10 segundos.
  • Tomar un antihistamínico oral. Para las reacciones más fuertes, prueba a tomar un antihistamínico de venta libre que no provoque somnolencia.

Síntomas

Prediabetes

La prediabetes significa que tienes un nivel de glucosa sanguínea más alto de lo normal. Aún no es lo suficientemente alto como para considerarse diabetes tipo 2, pero si no hacen cambios en el estilo de vida, los adultos y niños con prediabetes son más propensos a desarrollar diabetes tipo 2.

Si tienes prediabetes, es posible que ya esté comenzando el daño a largo plazo de la diabetes (especialmente, en el corazón, los vasos sanguíneos y los riñones). Sin embargo, hay buenas noticias. La progresión de prediabetes a diabetes tipo 2 no es inevitable.

Comer alimentos saludables, hacer actividad física como parte de tu rutina diaria y mantener un peso saludable puede ayudar a que el nivel de glucosa sanguínea vuelva a la normalidad. Los mismos cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a prevenir la diabetes tipo 2 en adultos también pueden ayudar a que los niveles de glucosa sanguínea en niños vuelvan a la normalidad.

Síntomas

La prediabetes no suele presentar ningún signo o síntoma. Los signos y síntomas clásicos que sugieren que has pasado de la prediabetes a la diabetes tipo 2 incluyen los siguientes:

  • Aumento de la sed
  • Micción frecuente
  • Aumento del hambre
  • Fatiga
  • Visión borrosa
  • Entumecimiento u hormigueo en los pies o las manos
  • Infecciones frecuentes
  • Llagas que tardan en cicatrizar
  • Pérdida de peso involuntaria

¿Cuándo consultar al médico?

Consulta con el proveedor de atención médica si estás preocupado por la diabetes o si notas cualquier signo o síntoma de la diabetes tipo 2. Pregúntale sobre los exámenes de detección de glucosa sanguínea si presentas factores de riesgo para la diabetes.

Prevención

Prevención

Los mosquitos pican durante el día y la noche, y pueden vivir en interiores. Para protegerte de las picaduras de mosquitos puedes tomar diversas medidas.

Para limitar tu exposición a los mosquitos, haz lo siguiente:

  • Coloca un mosquitero sobre el cochecito o la cuna
  • Coloca un mosquitero cuando duermas al aire libre
  • Elige productos de cuidado personal que no tengan perfume
  • Usa repelente de insectos
  • No utilices productos que contengan DEET en bebés menores de 2 meses.
  • No apliques repelente cerca de los ojos y la boca.
  • No apliques repelente debajo de la ropa.
  • No apliques repelente sobre quemaduras por el sol, cortes, heridas o erupciones.
  • Si el clima lo permite, usa sombrero, camisas de manga larga y pantalones largos.

Para mantener tu hogar y tu patio sin mosquitos, haz lo siguiente:

  • Limpia las canaletas del tejado.
  • Vacía las piscinas para niños al menos una vez por semana, o con más frecuencia, preferentemente.
  • Cambia el agua de los bebederos para pájaros al menos una vez por semana.
  • Elimina los neumáticos viejos que haya en tu patio.
  • Vacía con frecuencia las macetas que se encuentran al aire libre o guárdalas boca abajo para que no puedan acumular agua.
  • Drena el pozo para fogatas, si se junta agua allí.

Causas

Causas

Si bien se desconoce la causa exacta de la prediabetes, los antecedentes familiares y la genética parecen ser un factor importante. Lo que está claro es que las personas con prediabetes ya no procesan el azúcar (glucosa) correctamente.

La mayor parte de la glucosa en el cuerpo proviene de los alimentos que comes. Cuando se digiere la comida, el azúcar entra en el torrente sanguíneo. La insulina permite que el azúcar entre en las células y reduce la cantidad de glucosa en la sangre.

La insulina es producida por una glándula situada detrás del estómago, llamada páncreas. El páncreas envía insulina a la sangre cuando comes. Cuando el nivel de glucosa en la sangre comienza a bajar, el páncreas ralentiza la secreción de insulina en la sangre.

Cuando tienes prediabetes, este proceso no funciona tan bien. En consecuencia, en lugar de alimentar las células, el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo. Esto puede deberse a lo siguiente:

  • El páncreas no produce suficiente insulina
  • Las células se vuelven resistentes a la insulina y no permiten la entrada de tanta azúcar
  • Factores de riesgo

    Factores de riesgo

    Los mismos factores que aumentan las probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 también aumentan el riesgo de prediabetes. Estos factores incluyen los siguientes:

    • Peso. El sobrepeso es un factor de riesgo importante de la prediabetes. Cuanto más tejido graso tengas, más resistentes a la insulina se volverán las células.
    • Alimentación. Comer carne roja y carne procesada, y beber bebidas endulzadas con azúcar, se asocia con un mayor riesgo de prediabetes.
    • Inactividad. Cuanta menos actividad física hagas, mayor será el riesgo de prediabetes.
    • Antecedentes familiares. El riesgo de prediabetes aumenta si tu padre, tu madre o un hermano tienen diabetes tipo 2.
    • Diabetes gestacional. Si tuviste diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional), tú y tu hijo corren un mayor riesgo de desarrollar prediabetes.
    • Sueño. Las personas con apnea obstructiva del sueño, una afección que produce interrupciones repetidas mientras duermes, tienen un mayor riesgo de resistencia a la insulina.
    • Humo de tabaco. Fumar puede aumentar la resistencia a la insulina y el riesgo de diabetes tipo 2 en personas que tienen prediabetes.

    Diagnóstico

    Diagnóstico

    La Asociación Americana de la Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés) recomienda exámenes de detección de la diabetes para la mayoría de los adultos a partir de los 35 años. La Asociación Americana de la Diabetes aconseja que te hagas exámenes de detección de la diabetes antes de los 35 años si tienes sobrepeso y otros factores de riesgo de la prediabetes o la diabetes tipo 2.

    Si tuviste diabetes gestacional, es probable que el proveedor de atención médica te controle los niveles de glucosa sanguínea al menos una vez cada tres años.

    Hay varios análisis de sangre para detectar la prediabetes.

    • Prueba de hemoglobina glucosilada (A1C). Esta prueba indica el nivel promedio de tu glucosa sanguínea durante los últimos 2 a 3 meses.
    • Análisis de azúcar en sangre en ayunas. Se toma una muestra de sangre después de que no hayas comido durante al menos ocho horas o durante toda la noche (ayuno).

    Tratamiento

    Tratamiento

    Las elecciones de un estilo de vida saludable pueden ayudarte a que el nivel de glucosa en la sangre vuelva a la normalidad, o al menos a evitar que se eleve a los niveles que se observan en la diabetes tipo 2.

    Para evitar que la prediabetes progrese a la diabetes tipo 2, intenta lo siguiente:

    • Comer alimentos saludables. Una dieta con gran cantidad de frutas, verduras, frutos secos, granos integrales y aceite de oliva se asocia con un menor riesgo de prediabetes. Elige alimentos con bajo contenido de grasa y calorías y con alto contenido de fibra. Come una variedad de alimentos que te ayuden a alcanzar tus objetivos sin comprometer el sabor o la nutrición.
    • Ser más activo. La actividad física te ayuda a controlar tu peso, consume azúcar para generar energía y hace que el cuerpo utilice la insulina de manera más eficaz. Intenta realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica intensa a la semana, o una combinación de actividad moderada e intensa.
    • Bajar el exceso de peso. Si tienes sobrepeso, perder solo entre el 5 y el 7 % de tu peso corporal 6,4 kilogramos si pesas 91 kilogramos puede reducir el riesgo de tener diabetes tipo 2. Para mantener tu peso en un rango saludable, concéntrate en los cambios permanentes en los hábitos de alimentación y de ejercicio.
    • Dejar de fumar. Dejar de fumar puede mejorar el funcionamiento de la insulina, lo que mejora el nivel de glucosa en la sangre.
    • Tomar los medicamentos que sean necesarios. También se podrían recetar medicamentos para controlar el colesterol y la presión arterial alta.