Diagnóstico

Diagnóstico

Una prueba de presión arterial sirve para diagnosticar una presión arterial elevada. Es posible que se haga una prueba de la presión arterial como parte de un control médico de rutina o como un examen de detección de presión arterial alta (hipertensión).

La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg). La medición de la presión arterial tiene dos valores:

  • El valor superior (sistólica) es la presión del flujo sanguíneo cuando el músculo cardíaco se contrae (aprieta) y bombea sangre.
  • El valor inferior (diastólica) es la presión en las arterias medida entre los latidos del corazón.

El diagnóstico de presión arterial elevada se basa en el promedio de dos o más lecturas de la presión arterial. Las mediciones deben tomarse en diferentes ocasiones de la misma manera. La primera vez que te controles la presión arterial, debes hacerlo en ambos brazos para determinar si hay alguna diferencia. Después de ello, se debe usar el brazo que arrojó la lectura más alta.

Se puede hacer una prueba de control de la presión arterial más prolongada para controlar la presión arterial en horarios regulares durante seis o 24 horas. Esto se denomina control ambulatorio de la presión arterial. Sin embargo, los dispositivos que se utilizan para la prueba no están disponibles en todos los centros médicos.

Tratamiento

Tratamiento

Se recomienda a todas las personas con presión arterial alta o elevada hacer cambios para llevar un estilo de vida saludable. Si tienes presión arterial elevada y diabetes, enfermedad renal o enfermedad cardíaca, el proveedor de atención médica puede recomendarte medicamentos para la presión arterial.

Si tienes presión arterial elevada y no tienes factores de riesgo por otras enfermedades cardíacas, los beneficios de los medicamentos no son tan evidentes.
El tratamiento para la hipertensión de grado 1 o grado 2 suele incluir medicamentos para la presión arterial y cambios para llevar un estilo de vida saludable.

Autocuidados

Prueba estos consejos:

  • Come alimentos saludables. Elige frutas, verduras, granos integrales, carne de aves, pescado y productos lácteos descremados. Consume mucho potasio de fuentes naturales, lo que puede ayudar a bajar la presión arterial.
  • Consume menos sal (sodio). Las carnes procesadas, los alimentos enlatados, las sopas comerciales, las cenas congeladas y ciertos panes pueden ser fuentes ocultas de sal.
  • Controla el peso. Perder peso si tienes sobrepeso u obesidad puede ayudarte a controlar la presión arterial y disminuir el riesgo de tener complicaciones.
  • Incrementa la actividad física. H semana, intenta hacer al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa, o una combinación de ambas.
  • Limita el consumo de alcohol. Si eliges beber alcohol, hazlo con moderación. En los adultos sanos, beber con moderación significa una bebida al día en el caso de las mujeres y hasta dos bebidas al día en el caso de los hombres.
  • No fumes. El tabaco daña las paredes de los vasos sanguíneos y acelera el proceso de endurecimiento de las arterias.
  • Controla el estrés. Busca maneras de reducir el estrés emocional. Hacer más ejercicio, practicar la atención plena y conectarte con otros en grupos de apoyo son algunas maneras de reducir el estrés.

Prevención

Prevención

Los mismos cambios saludables en el estilo de vida que se recomiendan para tratar la presión arterial alta también ayudan a prevenirla. Come comida saludable, consume menos sal, no fumes, haz ejercicio regularmente, mantén un peso saludable, evita o limita el consumo de alcohol y controla el estrés.

Síntomas

Quemaduras solares

Una quemadura por el sol consiste en piel inflamada y adolorida que se siente caliente al tacto. Generalmente aparece algunas horas después de haber estado expuesto al sol demasiado tiempo.

Es importante que todas las personas usen protector solar o adopten otros hábitos de protección para la piel a fin de prevenir las quemaduras por el sol durante todo el año. Esto es particularmente importante cuando estás al aire libre, incluso si hace frío o está nublado.

Síntomas

Los síntomas de las quemaduras por el sol pueden incluir los siguientes:

  • Piel inflamada, que se ve rosada o roja en pieles blancas y que puede ser más difícil de ver en pieles morenas o negras
  • Piel que se siente cálida o caliente al tacto
  • Dolor, sensibilidad y picazón
  • Hinchazón
  • Ampollas pequeñas y llenas de líquido que pueden romperse
  • Dolor de cabeza, fiebre, náuseas y fatiga, si la quemadura por el sol es grave
  • Dolor en los ojos o sensación como si tuvieran arenilla

Cualquier parte del cuerpo que esté expuesta puede quemarse. Incluso las zonas cubiertas pueden quemarse si, por ejemplo, la ropa tiene una trama abierta que permite el paso de la luz ultravioleta. Los ojos, que son extremadamente sensibles a la luz ultravioleta del sol, también pueden quemarse.

¿Cuándo consultar al médico?

Consulta a un proveedor de atención médica en los siguientes casos:

  • Tienes ampollas grandes
  • Tienes ampollas en la cara, las manos o los genitales
  • Tienes hinchazón grave en el área afectada
  • Muestras signos de infección, como ampollas con pus o líneas
  • El dolor empeora, tienes dolor de cabeza, confusión, náuseas, fiebre o escalofríos
  • Empeoras a pesar de los cuidados en casa
  • Tienes dolor en los ojos y cambios en la visión

Causas

Causas

Las quemaduras por el sol se producen por demasiada exposición a la luz ultravioleta (UV). La luz ultravioleta puede provenir del sol o de fuentes artificiales, como lámparas y camas solares. La luz ultravioleta A (UVA) es la longitud de onda de la luz que puede penetrar hasta las capas profundas de piel y causar daño en la piel con el tiempo. La luz ultravioleta B (UVB) es la longitud de onda de la luz que penetra la piel de forma más superficial y causa quemaduras por el sol.

La luz ultravioleta daña las células de la piel. El sistema inmunitario reacciona aumentando el flujo sanguíneo a las zonas afectadas, lo que produce la inflamación de la piel (eritema) que se conoce como quemadura por el sol.

El sol puede provocar quemaduras en la piel incluso si hace frío o está nublado. Las superficies como la nieve, la arena y el agua pueden reflejar los rayos ultravioletas y también provocar quemaduras en la piel.

Diagnóstico

Diagnóstico

El diagnóstico de las quemaduras por el sol generalmente incluye un examen físico. El proveedor de atención médica también puede preguntarte sobre tus síntomas, los medicamentos actuales, la exposición a los rayos ultravioletas y el historial de quemaduras por el sol.

Si tienes una quemadura por el sol o una reacción cutánea después de un breve período bajo el sol, tu proveedor de atención médica puede sugerir una prueba de luz.

Esta es una prueba en la cual se exponen pequeñas áreas de la piel a cantidades medidas de luz ultravioleta A (UVA) y luz ultravioleta B (UVB) para intentar replicar el problema. Si tu piel reacciona a la prueba de luz, se considera que eres sensible a la luz solar (fotosensible).

Factores de riesgo

Factores de riesgo

Entre los factores de riesgo de las quemaduras por el sol se incluyen los siguientes:

  • Tener piel blanca y cabello rojizo
  • Tener antecedentes de quemaduras por el sol
  • Vivir o vacacionar en un lugar con sol, cálido o a gran altitud
  • Trabajar al aire libre
  • Nadar o rociarse la piel con agua o aceite para bebé, ya que la piel húmeda tiende a quemarse más que la piel seca
  • Combinar las actividades recreativas al aire libre con el consumo del alcohol
  • Exponer con regularidad la piel sin protección a la luz ultravioleta del sol o de fuentes artificiales como camas solares
  • Tomar medicamentos que te hagan más vulnerable a las quemaduras (medicamentos fotosensibilizantes)

Prevención

Prevención

Usa estos métodos para prevenir las quemaduras por el sol, aún en días frescos, nublados o con neblina. La exposición al sol en días nublados disminuye en un 20 % aproximadamente.

  • Evita exponerte al sol entre las 10:00 y las 16:00. Como los rayos del sol son más intensos durante esas horas, intenta programar las actividades al aire libre para otros momentos del día.
  • Evita tomar sol y las camas solares. Un bronceado de base no disminuye el riesgo de quemaduras por el sol. Si usas autobronceantes para lucir un bronceado, aplícate también un protector solar antes de salir al aire libre.
  • Usa con frecuencia una buena cantidad de protector solar. Usa un bálsamo labial y un protector solar que sean de amplio espectro y resistentes al agua con un factor de protección solar de al menos 30, incluso en días nublados.
  • Protege a los bebés y a los niños pequeños. Mantenlos frescos, hidratados y alejados de la luz solar directa.
  • Cúbrete. Cuando estés al aire libre, otros elementos como paraguas o sombreros de ala ancha pueden ofrecer protección además del protector solar. La ropa oscura de trama cerrada ofrece mayor protección. Considera usar equipo para actividades al aire libre diseñados para protegerte del sol.
  • Usa lentes de sol cuando estés al aire libre. Elige lentes de sol que cuenten con protección contra los rayos ultravioleta A y ultravioleta B. Verifica la calificación ultravioleta en la etiqueta cuando compres gafas nuevas. Los lentes más oscuros no siempre significan una mejor protección contra los rayos ultravioleta.

Tratamiento

Tratamiento

El tratamiento de las quemaduras por el sol no cura la piel, pero puede aliviar el dolor, la hinchazón y las molestias. Si los cuidados en el hogar no ayudan o la quemadura por el sol es muy grave, el proveedor de atención médica puede sugerirte que uses una crema recetada con corticoides.

En el caso de quemaduras graves por el sol, el proveedor de atención médica puede internarte en el hospital.

Prueba estos consejos de cuidado personal para aliviar las quemaduras por el sol:

  • Toma un analgésico. Para aliviar el dolor, toma un analgésico de venta libre lo antes posible después de haber estado expuesto al sol demasiado tiempo.
  • Refresca la piel. Aplica sobre la piel afectada una toalla limpia humedecida con agua fresca del grifo.
  • Aplica una crema hidratante, una loción o un gel. Una loción o gel de aloe vera, o una loción de calamina, pueden tener un efecto calmante. Prueba enfriar el producto en el refrigerador antes de aplicarlo. Evita los productos elaborados con alcohol.
  • Bebe más agua por un día. Esto ayudará a prevenir la deshidratación.
  • No toques las ampollas. Si una ampolla se rompe, corta la piel muerta con unas tijeras pequeñas y limpias. Limpia delicadamente el área con un jabón suave y agua. Luego, aplica un ungüento antibiótico a la herida y cúbrela con una venda antiadherente.
  • Trata la piel descamada suavemente. Dentro de unos días, el área afectada puede comenzar a descamarse. Esta es la forma en que el cuerpo se deshace de la capa superior de la piel dañada.

Síntomas

Resfrío común en bebés

Un resfriado común es una infección viral de la nariz y la garganta del bebé. La congestión y el goteo nasales son los principales signos de un resfriado.

Los bebés son especialmente susceptibles al resfriado común, en parte porque suelen estar rodeados de niños mayores. Además, aún no han desarrollado la inmunidad a muchas infecciones comunes. Durante el primer año de vida, la mayoría de los bebés sufren entre seis y ocho resfriados.

El tratamiento para el resfriado común en los bebés supone el alivio de los síntomas, como ofrecerles líquidos, mantener el aire húmedo y ayudarlos a mantener despejadas las fosas nasales. Los bebés muy pequeños deben recibir atención médica ante el primer signo de resfriado común para asegurarse de que no tengan crup, neumonía u otras enfermedades más graves.

Síntomas

La primera señal del resfriado común en un bebé suele ser lo siguiente:

  • Nariz congestionada o goteo de la nariz
  • Secreción nasal que puede ser clara al principio, pero que puede espesarse y volverse amarilla o verde

Estos son otros de los signos y síntomas de un resfriado común en un bebé:

  • Fiebre
  • Estornudos
  • Toser
  • Problemas para amamantar o tomar el biberón debido a la congestión nasal

¿Cuándo consultar al médico?

Si tu bebé tiene un resfriado sin complicaciones, este debe resolverse en un plazo de 10 a 14 días. La mayoría de los resfriados son simplemente una molestia. Pero es importante tomar en serio los signos y síntomas de tu bebé. Si los síntomas no mejoran o si empeoran, consulta a tu médico.

Si tu bebé tiene menos de 3 meses, llama al médico al comienzo de la enfermedad. En los recién nacidos, es especialmente importante asegurarse de que no haya una enfermedad más grave, en particular si tu bebé tiene fiebre.

Si tu bebé tiene 3 meses o más, llama al médico si tu bebé presenta estos signos:

  • No moja tantos pañales como de costumbre
  • Tiene una temperatura superior a 38 °C
  • Parece tener dolor de oído o está inusualmente irritable
  • Tiene los ojos rojos o presenta una secreción amarillenta o verdosa en los ojos
  • Presenta dificultad para respirar o sibilancia
  • Tiene una tos persistente