Diagnóstico

Diagnóstico

Para diagnosticar un trastorno de ansiedad, tu proveedor de salud mental puede:

  • Realizarte un examen psicológico. Esto implica hablar sobre tus pensamientos, sentimientos y comportamientos para ayudar a identificar un diagnóstico y detectar las complicaciones relacionadas. Los trastornos de ansiedad a menudo se producen junto con otros problemas de salud mental, como la depresión o el abuso de sustancias, lo que puede complicar la determinación del diagnóstico.
  • Compara tus síntomas con los criterios del DSM-5. Muchos médicos utilizan los criterios del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM-5), publicado por American Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría), para diagnosticar un trastorno de ansiedad.

Tratamiento

Tratamiento

Los dos tratamientos principales para los trastornos de ansiedad son la psicoterapia y los medicamentos. Es posible que obtengas los mayores beneficios con una combinación de ambos. Puede que sea necesario probar para descubrir cuáles tratamientos funcionan mejor para ti.

La psicoterapia incluye el trabajo con un terapeuta para reducir los síntomas de ansiedad. Puede ser un tratamiento eficaz para la ansiedad.Los cambios en el estilo de vida también pueden marcar la diferencia. Puedes hacer lo siguiente:

  • Permanecer activo físicamente. Desarrolla una rutina para estar activo físicamente la mayoría de los días de la semana. El ejercicio es una herramienta muy potente para reducir el estrés.
  • Evita el alcohol y las drogas recreativas. Estas sustancias pueden causar o empeorar la ansiedad. Si no puedes dejarlas por tu cuenta, consulta con tu médico o busca un grupo de apoyo para recibir ayuda.
  • Deja de fumar y reduce o deja de consumir bebidas con cafeína. Tanto la nicotina como la cafeína puede empeorar la ansiedad.
  • Usa técnicas de control del estrés y de relajación. Las técnicas de visualización, la meditación y el yoga son ejemplos de técnicas de relajación que pueden aliviar la ansiedad.
  • Que dormir sea una prioridad. Haz lo que puedas para asegurarte de que estés durmiendo lo suficiente como para estar descansado. Si no estás durmiendo bien, consulta con tu médico.
  • Come alimentos saludables. Comer sano, como focalizarse en vegetales, frutas, granos integrales y pescado, puede estar relacionado con menor ansiedad; sin embargo, se necesita más investigación.

Prevención

Prevención

No es posible prever con certeza qué causa que una persona presente un trastorno de ansiedad, pero puedes tomar medidas para reducir el impacto de los síntomas si te sientes ansioso:

  • Pide ayuda enseguida. La ansiedad, como muchos otros trastornos mentales, puede ser más difícil de tratar si te demoras.
  • Mantente activo. Participa en actividades que disfrutes y que te hagan sentir bien contigo mismo. Disfruta la interacción social y tus afectos, que pueden aliviar tus preocupaciones.
  • Evita el consumo de alcohol o drogas. El consumo de alcohol y drogas puede provocar ansiedad o empeorarla. Si eres adicto a cualquiera de estas sustancias, la idea de dejar de consumir puede hacerte sentir ansioso. Si no puedes dejar de consumir por tu cuenta, consulta con tu médico o busca un grupo de apoyo para que te ayuden.

Causas

Causas

Como sucede con muchas enfermedades mentales, la causa del trastorno de ansiedad generalizada probablemente surge de una interacción compleja de factores biológicos y ambientales, que pueden incluir los siguientes:

  • Diferencias en la química y la función del cerebro
  • Genética
  • Diferencias en la forma de percibir las amenazas
  • Desarrollo y personalidad

Síntomas

Trastorno de ansiedad generalizada

Es normal sentirse ansioso en algunos momentos, en especial, si tu vida es estresante. Sin embargo, la ansiedad y la preocupación excesivas y continuas que son difíciles de controlar e interfieren en las actividades diarias pueden ser signo de un trastorno de ansiedad generalizada.

Vivir con trastorno de ansiedad generalizada puede ser un desafío de largo plazo. En muchos casos, se produce junto con otros trastornos de ansiedad o emocionales. En la mayoría de los casos, el trastorno de ansiedad generalizada mejora con psicoterapia o medicamentos. También puede ser útil hacer cambios en el estilo de vida, aprender a hacer frente a desafíos o situaciones y practicar técnicas de relajación.

Síntomas

Los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada pueden variar. Algunos de ellos son los siguientes:

  • Preocupación o ansiedad persistentes por determinados asuntos que son desproporcionados en relación con el impacto de los acontecimientos
  • Pensar demasiado los planes y las soluciones a todos los peores resultados posibles
  • Percibir situaciones y acontecimientos como amenazantes, incluso cuando no lo son
  • Dificultad para lidiar con situaciones de incertidumbre
  • Temperamento indeciso y miedo a tomar la decisión equivocada
  • Incapacidad para dejar de lado u olvidar una preocupación
  • Incapacidad para relajarse, sensación de nerviosismo y sensación de excitación o de estar al límite

Los signos y síntomas físicos pueden ser los siguientes:

  • Fatiga
  • Trastornos del sueño
  • Temblor, agitación
  • Nerviosismo o tendencia a los sobresaltos
  • Sudoración
  • Náuseas, diarrea o síndrome del intestino irritable
  • Irritabilidad

¿Cuándo consultar al médico?

Un poco de ansiedad es normal, pero consulta con el médico en los siguientes casos:

  • Sientes que te preocupas demasiado y eso interfiere en tu trabajo, tus relaciones u otros aspectos de tu vida
  • Te sientes deprimido o irritable, tienes problemas con el alcohol o con las drogas, o tienes otros problemas de salud mental además de la ansiedad
  • Si tienes conductas o pensamientos suicidas, busca atención de urgencia de inmediato

Es poco probable que tus preocupaciones desaparezcan solas e, incluso, pueden empeorar con el tiempo. Trata de buscar ayuda de un profesional antes de que la ansiedad se agrave. Puede ser más fácil tratarla al comienzo.

Diagnóstico

Diagnóstico

Para ayudar a diagnosticar el trastorno de ansiedad generalizada, el médico o el profesional de salud mental podrían:

  • Realizar una exploración física en busca de signos de que la ansiedad podría estar relacionada con medicamentos o con una enfermedad no diagnosticada
  • Solicitar análisis de sangre u orina u otras pruebas, en caso de que se sospeche de una enfermedad
  • Hacer preguntas detalladas sobre tus síntomas y tu historia clínica
  • Recurrir a cuestionarios psicológicos para ayudar a determinar un diagnóstico

Factores de riesgo

Factores de riesgo

A las mujeres se les diagnostica trastorno de ansiedad generalizada de manera un poco más frecuente que a los hombres. Los siguientes factores podrían aumentar el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad generalizada:

  • Personalidad. Una persona que es tímida o que tiene un temperamento negativo o que evita cualquier situación peligrosa puede ser más propensa a padecer un trastorno de ansiedad generalizada que otras.
  • Genética. El trastorno de ansiedad generalizada puede ser hereditario.
  • Experiencias. Es posible que las personas con trastorno de ansiedad generalizada tengan antecedentes significativos de cambios de vida, experiencias negativas o traumáticas durante la infancia, o un suceso negativo o traumático reciente. Las enfermedades crónicas u otros trastornos de salud mental podrían aumentar el riesgo.

Prevención

Prevención

No hay forma de predecir con certeza qué hará que una persona padezca un trastorno de ansiedad generalizado, pero puedes tomar medidas para disminuir el efecto de los síntomas si tienes ansiedad:

  • Pide ayuda enseguida. La ansiedad, al igual que muchos otros trastornos mentales, puede ser más difícil de tratar si no buscas ayuda de inmediato.
  • Lleva un diario personal. Llevar un registro de tu vida personal puede ayudarlos a ti y a tu proveedor de atención médica mental a identificar cuál es la causa del estrés y qué parece ayudarte a sentirte mejor.
  • Establece prioridades en tu vida. Puedes disminuir la ansiedad si administras bien tu tiempo y tu energía.
  • Evita el consumo de sustancias no saludables. El consumo de alcohol y drogas, e incluso de nicotina o cafeína, puede provocar ansiedad o empeorarla. Si tienes una adicción a estas sustancias, dejarlas puede provocarte ansiedad. Si no puedes dejarlas solo, consulta con tu médico o busca un programa de tratamiento o un grupo de ayuda que te sirva.

Tratamiento

Tratamiento

Las decisiones terapéuticas dependen de cuánto afecte el trastorno de ansiedad generalizada tu capacidad de desenvolverte en la vida diaria. Los dos tratamientos principales para el trastorno de ansiedad generalizada son la psicoterapia y los medicamentos. Posiblemente, lo más beneficioso para ti sea una combinación de ambos. Puede que sea necesario probar para descubrir cuáles tratamientos funcionan mejor para ti.

La psicoterapia también conocida como “terapia conversacional” o “terapia psicológica”, la psicoterapia consiste en el trabajo con un terapeuta para disminuir los síntomas de ansiedad. La terapia cognitiva conductual es la forma más efectiva de la psicoterapia para el trastorno de ansiedad generalizada.

En general, como un tratamiento a corto plazo, la terapia cognitiva conductual se centra en enseñar habilidades específicas para controlar directamente las preocupaciones y ayudarte a retomar gradualmente las actividades que evitas debido a la ansiedad. A través de este proceso, tus síntomas mejoran a medida que construyes sobre el avance inicial.

Causas

Causas

Como sucede con muchas otras enfermedades de salud mental, el trastorno de ansiedad social probablemente surge de una interacción compleja de factores biológicos y ambientales. Entre las causas posibles se incluyen las siguientes:

  • Atributos hereditarios. Los trastornos de ansiedad suelen ser hereditarios. Sin embargo, no está completamente claro hasta qué punto pueden deberse a la genética o a conductas adquiridas.
  • Estructura del cerebro. Una estructura del cerebro llamada «núcleo amigdalino» puede influir en el control de la respuesta ante el miedo. Las personas que tienen un núcleo amigdalino hiperactivo pueden tener una respuesta exacerbada ante el miedo, la cual causa un aumento de la ansiedad en situaciones sociales.
  • El entorno. El trastorno de ansiedad social puede ser una conducta adquirida. Algunas personas pueden desarrollar esta afección después de una situación social desagradable o incómoda. Además, puede existir una relación entre el trastorno de ansiedad social y los padres que modelan un comportamiento ansioso en situaciones sociales y que son más controladores o protectores con sus hijos.